Entre unos y otros
La mayoría de los miembros de ambos grupos, con pocas excepciones, están a favor de mantener el statu quo actual. Son conservadores al estilo chapín. Desean conservar el Estado Benefactor/mercantilista, que les otorga un casi ilimitado poder discrecional. Un sistema de normas que les permite hacer chinchilete con nuestros dineros. El clásico objetivo politiquero de “atásquense que hay lodo”. Total, pensarán que después de la ensuciada, se irán a limpiar el rostro y la conciencia (si alguno todavía la tiene) al jacuzzi de una habitación de lujo en un hotel cinco estrellas que pagarán con nuestros impuestos. Sí, Óscar Berger, entendemos la necesidad de prorrogar el IEETAP ante tanto gasto social urgente. Gasto necesario para aliviar las miserias de los caprichosos dioses del Olimpo Estatal, sin olvidar a las volubles diosas.
Los unos se autodenominan socialdemócratas, tal vez porque les suena cool y políticamente correcto. Bien arrejuntados ellos y ellas en un supuesto centro ideológico. Los otros, encabezando la lista el candidato a Presidente, para confundir aún más a la gente, se declaran liberales. Increíble el descaro. ¿O será ignorancia? Esa declaración, todo a pulmón, la hizo el presidenciable en el programa de radio que conduzco junto con Jorge Jacobs (100.9 FM). Como para que no le de un infarto, del puro susto, a alguno de los verdaderos liberales que sí los hay en Guatemala.
No obstante, soy optimista en lo que respecta al futuro de nuestra sociedad. ¿Por qué? Porque al transcurrir el tiempo, el debate libre de ideas ha permitido que los ciudadanos maduremos. Hoy somos más quienes deseamos vivir en una sociedad en la cual se respeten los bienes, las elecciones y la vida de todos. Y afirmo lo anterior, independientemente de lo que piensen algunos elitistas, supuestos socialistas progres (pero de penthouse), hijitos e hijitas de papi que creen que el dinero crece en los árboles, porque no han tenido que trabajar arduamente para llevarse el pan a la boca. Aquellos que quieren obligar a quienes sí se esfuerzan y son exitosos en el intento, a que sean responsables de los otros, aunque esto represente privarse ellos y sus descendientes del fruto de su afán.
En lo que respecta al gobierno, poco va a cambiar para bien. A excepción, por supuesto, de las personas que van a engordar sus cuentas bancarias gracias al trabajo arduo del tributario.
Artículo publicado en el diario guatemalteco “Siglo Veintiuno”, el lunes 29 de octubre de 2007.
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