Principios / Marta Yolanda Díaz-Durán A.

5.26.2014

Chipolice



El Ministro de Gobernación, Mauricio López Bonilla, anunció la semana pasada que piensa adquirir por excepción equipamiento policial, el cual incluye equipo táctico, antidisturbios, antitrauma, uniformes y botas tipo comando con nuevo diseño y estilo, “lo que permitirá un cambio de imagen y un mejor control de los agentes de la Policía Nacional Civil”. La compra multimillonaria contempla, además, 90 mil uniformes con un chip incorporado que contiene la información del oficial responsable del traje.

Vaya, ¡cuántas cosas que comentar al respecto! Primero, recordar a mis lectores la conocida costumbre de López Bonilla de gastar cualquier cantidad de millones de quetzales de los tributarios casi sin ningún control. A su antojo y al costo que él quiera. Sospechoso. Los medios más usados para facilitar la corrupción son los fideicomisos y las compras por excepción. Por supuesto que la excusa para recurrir a estos procedimientos será siempre la misma: la urgencia por adquirir lo más pronto posible los bienes y/o los servicios necesarios para servir a los habitantes de Guatemala. ¡Si pues! ¿Quién les cree todavía?

Segundo, mencionar la agotada estrategia de los gobernantes de turno que creen que con cambiar el color de los uniformes de los policías va a cambiar la imagen de delincuentes que tenemos de la mayoría de ellos: reputación que se han ganado justamente formando parte de organizaciones criminales; violentando los derechos de las personas a quienes, irónicamente, deberían proteger y no agredir; mostrando cada vez que pueden su vulgaridad y, para finalizar, huyendo cobardemente cuando de casualidad se topan con antisociales a quienes temen hasta el extremo de orinarse en sus calzoncillos. Lo anterior no va a cambiar sólo porque cambien el uniforme negro por uno azul.

Tercero, la obvia necesidad de controlar a los agentes es un claro reconocimiento al hecho de que ni el mismo Ministro confía en ellos lo que confirma lo aseverado por mí en el párrafo anterior. Lo que me lleva a preguntarme, ¿por qué en lugar de crear una nueva policía con los agentes que se gradúan cada año, insisten en integrarlos a un ente corrompido hasta sus mismas entrañas? Bien dice el sabio refrán popular que “una manzana podrida, pudre a las demás”. Y en el caso de la PNC, reconociendo que existen unas pocas excepciones, la mayoría de frutos están más que putrefactos. ¿A cuántos de los jóvenes recién graduados ya contaminaron?

Cuarto, si según López Bonilla va a evitar que se roben los uniformes ¡insólito! y va a controlar a los policías con un chip, ¿funcionaría también con los ladrones comunes, con los violadores, con los extorsionadores, con los secuestradores, con los asesinos, con los narcotraficantes…? ¿Con los politiqueros? ¿Con los gobernantes y los funcionarios corruptos? A lo mejor logra que se cree un Registro de Antisociales y que estos carguen su DCI: documento criminal de identificación. ¿Por qué no? Sería algo creíble en el fantasioso mundo del partido gobernante.



Artículo publicado en el diario guatemalteco “Siglo Veintiuno”, el lunes 26 de mayo de 2014. La imagen la bajé de la Internet.

Etiquetas: , , , , ,

5.19.2014

Maternalismo



El maternalismo es una tendencia tan mala como el paternalismo: son, al final, la misma cosa, la única diferencia es el sexo de quien lo encarna. Esta afirmación la hago dentro del contexto político, sin embargo, sus orígenes los encontramos en los primeros años de vida del niño, en su desarrollo como adolescente, en una enferma dependencia de sus padres y en el castrante sistema educativo actual. Luego, cuando esa criatura se convierte en adulto busca en los políticos a la madre o al padre que vele por él o ella y por sus necesidades. O sus deseos. O sus caprichos.

Ante el fracaso de papá Estado en complacer a los adultos incapaces de asumir sus responsabilidades personales, estos niños/adultos han volteado su rostro a la solícita mamá Estado, a quien consideran más susceptible de ser afectada por sus berrinches. No solo en Latinoamérica: en muchos lados más.

El inicio de esta tendencia, contemporáneamente, lo encontramos en la mítica figura retocada de Eva Perón en Argentina quien, sin haber ejercido directamente el poder, logró posicionarse en el imaginario de la mayoría como una mujer preocupada por la suerte de los más pobres, a pesar de que murió en 1952 con tan solo 33 años. Por cierto, su edad al fallecer, la misma que se supone tenía Jesús al morir, ha favorecido a sus biógrafos y a su elevación al altar de los santos, beneficiando a quienes han lucrado de esta ficción por décadas.

Entre los ejemplos más próximos puedo mencionar a Violeta Chamorro en Nicaragua, a Mireya Moscoso en Panamá, a Michelle Bachelet en Chile y a Dilma Rousseff en Brasil, las cuales han logrado ser electas Presidentes de sus respectivos países. También las hay que, sin llegar a ser gobernantes, han logrado controlar los destinos de sus naciones. Entre ellas se encuentran Sandra Torres en Guatemala y  Rosario Murillo en Nicaragua, ambas esposas de Presidentes y ambas interesadas en ocupar ese puesto. Un caso especial es la actual Vicepresidente de Guatemala, Roxana Baldetti, quien recientemente se proclamó madre postiza de los guatemaltecos.

Más allá de las burlas que provocó en las redes sociales el comentario de Baldetti, lo que nos debe preocupar es que todavía hay muchos que anhelan que alguien se haga cargo de ellos cuando cumplen la mayoría de edad, hecho que explotan hasta el cansancio los politiqueros corruptos y mentirosos que quieren llegar al ejercicio del poder. El principal problema para quienes aceptamos nuestras obligaciones y nos esforzamos por mejorar nuestra calidad de vida en base a nuestro esfuerzo propio, es el infantilismo de tantos ingenuos capaces de apoyar una injusticia: que le quiten a unos lo que es de ellos para dárselo a otros, con la ilusoria y eterna espera de que esos otros sean ellos mismos. Todo con tal de creer, infructuosamente, que alguien más va a velar por su bienestar. Aquellos que optan por ser parásitos en lugar de hombres y mujeres creadores de riqueza y progreso.



Artículo publicado en el diario guatemalteco “Siglo Veintiuno”, el lunes 19 de mayo de 2014. La imagen la bajé de la Internet.

Etiquetas: , , , , , , , , , , , ,

5.12.2014

Latinoamérica y La Bestia



No es la misma historia romántica de La Bella y La Bestia. No es un cuento de hadas europeo: es ante todo una realidad americana. Mucho menos es una novela rosa con final feliz para todos, al estilo de la famosísima Corín Tellado, la escritora española menos apreciada en los ambientes intelectuales pero, para la envidia de tantos, fue la amanuense que más libros del popular género mencionado vendió en gran parte del siglo veinte.

Lejos está la hermosa región nuestra de ser considerada bella, no porque sus paisajes no merezcan tal adjetivo, sino por la desdichadas condiciones en las cuales viven una enorme cantidad de sus habitantes. No existe por estos lares armonía entre las partes con las partes y las partes con el todo. No produce placer ver cómo a duras penas sobreviven algunos, mientras otros acumulan cuantiosas fortunas a base de engaños, corrupción y privilegios. No, tristemente Latinoamérica no es La Bella.

Del cuento citado han circulado varias versiones. En mi opinión la mejor de estas es la original, escrita en 1740 por Gabrielle-Suzanne Barbot de Villeneuve, aunque sé que la más conocida es la adaptación de Jeanne Marie Leprince de Beaumont publicada en 1756. Ambas, al igual que las obras clásicas (incluido El asno de oro de Apuleyo) en las cuales se supone se inspiraron, las encuentran en Internet. Es una ironía que algo similar puedo decir de la historia de amor/odio entre La Bestia y los emigrantes: existen muchísimas versiones, una por cada hombre, una por cada mujer… que decidieron dejar su terruño a seguir viviendo en este en condiciones miserables y sin esperanzas reales de mejorar. Antes de convertirse en criminales prefirieron arriesgar su valor más preciado: su propia vida. Y muchas de estas historias también las encontramos en los medios virtuales, en las redes sociales, en las noticias diarias...

¡Cuántos coterráneos nuestros no esperan montar a La Bestia para hacer menos difícil su travesía en búsqueda del sueño de una vida mejor! En pos de una situación diferente a la de la pesadilla latinoamericana en la que viven. Tal vez el sueño no sea tan esplendido como se los han pintado o lo han imaginado. Pero es seguro que, para la mayoría, será mejor que la realidad que enfrentan día a día en la América latina ajena a la América inglesa de Estados Unidos.

Sin embargo, desde el 31 de marzo pasado esa opción fue prohibida para aquellos que decidieron iniciar tan azaroso viaje. Que corrían muchos riesgos y eran abusados en su marcha pocos lo cuestionan. No obstante, cuán malas serán sus otras alternativas para que La Bestia sea la menos terrible de todas. En fin, lo que no dudo es que miles seguirán optando por correr esos y otros peligros antes de continuar viviendo dentro de los sistemas mixtos locales (estatistas, intervencionistas) más cercanos al socialismo que al capitalismo, con contadas excepciones (Chile y tal vez Perú). En resumen, los Estados Benefactores, mercantilistas que predominan en La Bella Latinoamérica.


Artículo publicado en el diario guatemalteco “Siglo Veintiuno”, el lunes 12 de mayo de 2014. La imagen de "La Bestia" la bajé de Internet sin identificación de quién la tomó.

Etiquetas: , , , , , , , , ,

5.05.2014

El supremo elector



Es quien está habilitado a votar por quienes desee para gobernantes. Una vez electos, los que prometieron llevarnos a la Luna, bajar el Sol y las estrellas y convertirnos en los seres más hermosos del planeta, entre cualquier cantidad de ocurrencias de los candidatos y de sus asesores, pasan a ser los supremos dictadores. Al menos así es en el sistema democrático en el que vivimos, en el cual la mayoría de votantes identificados como el pueblo, que rara vez es la mayoría de los ciudadanos, eligen a la minoría que va a regir sobre sus vidas y sobre la vida del resto por los siguientes cuatro años. Hasta ahí llegó la historia hoy. ¿Será posible que cambien esta regla mañana?

Lo dudo en lo que respecta al corto plazo. Veo poco probable que la descabellada ¿idea? de Otto Pérez Molina de promover la llamada reelección vaya a prosperar actualmente. Pienso que más bien hizo ese desatinado comentario para distraer la atención pública de otros asuntos complicados que le impiden a él y a sus cómplices disfrutar plenamente de las mieles del poder. Temas como, por ejemplo, la creciente inseguridad, la falta de justicia y el constante deterioro en la calidad de vida de esa mayoría que lo eligió o, peor aún, que dejó que otros eligieran por ellos. Solo por mencionar, de manera general, algunos de los principales problemas que enfrentamos quienes vivimos en Guatemala.

Aunque es probable que lo anterior no le quite el sueño al Presidente y mucho menos a su pareja en el ejercicio del poder, la vicepresidente Roxana Baldetti. Total, a ellos no los afecta en lo personal. Lo más seguro es que a ellos lo que les preocupa es que cada día que pasa somos más los convencidos de que su administración ha sido una de las más corruptas que hemos visto en las últimas décadas en nuestro país. Tal vez consideran posible que dentro de un par de años sean ellos quienes ocupen el lugar que dejó vacante Alfonso Portillo en las cárceles nacionales. Tal vez creen que podrían perder la fortuna mal habida que han logrado acumular en todo el tiempo que llevan figurando en el ámbito politiquero chapín. Por cierto, no hay que perder la esperanza de que esto suceda si hacemos los cambios que debemos hacer en nuestro sistema político.

Al fin, el punto verdaderamente relevante no es cuántos años se encuentra alguien en el ejercicio del poder, sino bajo qué normas ejerce el poder. En el presente, lamentablemente, lo ejercen de una manera casi ilimitada, una consecuencia negativa más del Estado Benefactor/Mercantilista que nos han decretado en repetidas ocasiones aquellos que han decidido desde 1944 las leyes bajo las cuales vivimos. Un sistema que, no me canso de decirlo, atrae a los PEORES representantes de nuestra sociedad. Por eso, sería un tremendo error bajo este esquema aumentar el número de años que tienen para expoliarnos y obstaculizar nuestro progreso los parásitos que terminan dirigiendo nuestros destinos.



Artículo publicado en el diario guatemalteco “Siglo Veintiuno”, el lunes 5 de mayo de 2014.

Etiquetas: , , , , ,