AEI
No es la primera vez que existe en nuestro país una “sociedad de gestión colectiva” que dice “defender y administrar los derechos patrimoniales de todos los autores guatemaltecos y del extranjero”. ¡Ve pues! ¿Cuántas veces en su gestión no han obstaculizado las presentaciones de los artistas guatemaltecos y extranjeros que sí trabajan para ganar dinero y mejorar su calidad de vida? O al menos sobrevivir a partir de su propio talento y esfuerzo, y no lucrar del éxito de otros, como hacen los miembros de éste y otros grupos de presión similares que existen en nuestro país.
El 13 de febrero de 2006 publiqué un artículo titulado “Asociación de gorrones”, en el cual señalaba el descaro de los miembros de la “Asociación guatemalteca de autores y compositores” (AGAYC). Por esas fechas comencé a recibir correos electrónicos de un supuesto defensor de los artistas que estaba organizando una asociación cuyo objetivo sería acabar con los abusos de los dueños de la AGAYC.
¡Qué cosa! El tal superhéroe resultó ser peor que los anteriores. Al final, probablemente lo que quería era quedarse con el negocio de los viejitos que, de todas maneras, igual siguen laborando. Y como a veces sucede, el alumno superó a los maestros. Lo lamentable es que el ahora extorsionador es uno de esos artistas que sí gozó de cierto prestigio y éxito. ¿Qué le pasó? En fin, lo que escribí en 2006 sigue vigente:
“Existe una norma de inspiración benefactora/nacionalista… que obliga a los que utilizan públicamente la obra de artistas de otros países, a pagarle un arancel a la gente agrupada en la asociación mencionada. ¿A cuenta de qué reclaman dinero sobre una producción que no es de ellos?”
“Los buscadores de rentas y los free riders siempre han existido. Sin embargo, hay sistemas políticos que permiten reducirlos al mínimo: sistemas en los cuales todos debemos ser responsables y trabajar para satisfacer nuestras necesidades. En estos, los gobernantes no pueden regalarnos ni un centavo que no hayamos devengado: frutos que no nos pertenecen. Por otro lado, los sistemas colectivistas/paternalistas, que privilegian a algunos a costa de otros, compran voluntades violando los derechos individuales de la mayoría”.
“Ojalá aquellos que se ven afectados por esta legislación inconstitucional, de una vez se decidan a interponer los recursos necesarios para derogarla… los creadores con talento se van a beneficiar: se van a motivar a dar lo máximo de sí y a abandonar la comodidad que alimenta esa mediocridad en la que tantos se pierden. Al fin, el cliente manda: premia a quien mejor lo complace”.
Artículo publicado en el diario guatemalteco “Siglo Veintiuno”, el lunes 26 de abril de 2010. La imagen la bajé de la Internet.
Etiquetas: AEI, Asociacion de autores editores e interpretes, Estado benefactor, gorrones, Guatemala, nacionalismo