Y me opongo ROTUNDAMENTE a que me
obliguen los corruptos que ejercen el poder a hacerlo por medio de cambios a la
Legislación Electorera y de Pandillas
Politiqueras (LEPP).
Rechazo la intención de los magistrados del Tribunal
Supremo Electoral (TSE), de Iván Velásquez de la CICIG, y de los actuales diputados
de que NOSOTROS, los ya agobiados tributarios, seamos obligados a financiar las campañas publicitarias de
gente que en su mayoría despreciamos por mentirosos, holgazanes y ladrones.
Lo aprobado por la comisión del
Congreso a cargo de conocer las reformas
a la LEPP dice lo siguiente en el Artículo 65 que reforma el artículo 220 del
Decreto número 1-85 de la Asamblea Nacional Constituyente, la Ley Electoral y
de Partidos Políticos: …“f) El Tribunal Supremo Electoral, deberá destinar de
su propio presupuesto [que sale de
nuestros bolsillos], en el año electoral, una cantidad como parte del
financiamiento público [el dinero que
nos fue exprimido bajo amenaza de ir a la cárcel] que promueva un acceso igualitario a los espacios y los tiempos
en los medios de comunicación social. El cálculo del monto a asignar será el
equivalente a no menos del cero punto veinticinco por ciento (0.25%) [¡Q.150 millones!] de los ingresos
ordinarios del Estado [parafraseando a Frédéric Bastiat: esa ficción a partir de la cual los
parásitos quieren vivir a costa de los creadores de riqueza: los que se
esfuerzan mental y físicamente por ganarse el pan diario de cada día]”.
Con propuestas como la anterior,
los magistrados del TSE e Iván Velásquez lo único que van a lograr es
facilitarle el robo de nuestros impuestos a los corruptos que aspiran a
gobernar dentro del actual sistema intervencionista, estatista y colectivista. ¿Cómo
se sienten quienes fueron engañados y manipulados, y que terminaron apoyaron leyes
que ni siquiera conocían y que los perjudican?
Es urgente que hagamos un cambio radical, pero lo que pretenden hacer en el
Congreso es aprobar más de lo mismo. Si queda tal y como está vamos a empeorar
en vez de mejorar. Las modificaciones que están discutiendo otorgan más poder a
los gobernantes: no fortalecen al inexistente Estado de Derecho sino a los
politiqueros y al gobierno, facilitando el robo de nuestros impuestos además de
promover el clientelismo y el nepotismo. No a ESTAS reformas a la LEPP.
Quienes quieran financiar a los partidos políticos porque creen que así van
a cambiar a los corruptos, ¡HAGANLO! Nadie se los impide: es SU dinero, hagan con
este lo que quieran sin violentar los derechos de los demás: no pretendan, cual
dictadores, imponernos sus decisiones al resto. El origen de la corrupción NO
es el financiamiento a los partidos políticos. El origen de la corrupción es el
sistema de incentivos perversos, inmoral e injusto, que prevalece en Guatemala
y, lamentablemente, la mayoría de reformas propuestas a la LEPP que están
discutiendo los diputados, en lugar de acabarlo, lo fortalece en beneficio de
los parásitos saqueadores que llegan al poder.
Artículo publicado en el diario guatemalteco “Siglo Veintiuno”, el
lunes 27 de julio de 2015.
Etiquetas: clientelismo, Constitución de Guatemala, corrupción, impuestos, Iván Velásquez, Ley Electoral y de Partidos Políticos, nepotismo, reforma, Tribunal Supremo Electoral