Me alegro cada vez que me entero
de que un corrupto es acusado y enviado a la cárcel, no importa quién sea y qué
cargo ocupa o haya ocupado. Me alegro porque es lo correcto. Espero que mi alegría
sea sostenible en el largo plazo cuando se emita una condenada definitiva que
incluya primordialmente la compensación justa a las víctimas del corrupto:
nosotros los tributarios de Guatemala. Por supuesto, espero que lo anterior se
dé después de cumplido con el debido proceso y debidamente probada la
culpabilidad del acusado. Me alegra que algunos de los miles que han pasado por
el gobierno, tanto el actual como los anteriores, paguen las consecuencias de
sus acciones.
Pero esa alegría no nubla mi razón
ni mi entendimiento. Ni voy a endiosar a Iván Velásquez ni me voy a enajenar
ante los shows mediáticos que han montado para anunciar con bombos y platillos
lo que todos sabemos desde tiempo atrás: que el aparato burocrático estatal
está podrido hasta sus mismas entrañas. Celebro que finalmente (al menos eso parece)
hacen algo positivo los señores de la CICIG y los fiscales del Ministerio
Público y que haya alguna evidencia que podría servir de referencia para
condenar a muchos más de los que han sido acusados formalmente; incluido el todavía
Presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina. Que vayan tras los meros jefes, no
solo persigan a los gatos y los
mandos medios.
No obstante mi alegría, no falseo
la realidad: el súbito despertar de Velásquez y su gente se debió a la amenaza
de que no les iban a prorrogar el mandato. También reconozco que después de que
lograron la prorroga continúan destapando cloacas por la presión ciudadana y la
injerencia del gobierno de EE. UU. en nuestro país con el objetivo de llevarse
¿a Washington? ¿a Nueva York?, sin mayor problema, a Roxana Baldetti para
juzgarla como mínimo por lavado de dinero. ¿Qué pasará cuando logren su
objetivo? Sin duda, seguirán interviniendo de una u otra manera. Es parte del
modus vivendi de la burocracia gringa. Pero ¿es eso lo que queremos para
nosotros y nuestros seres queridos en el largo plazo?
Pienso que llegó el momento en el
cual los mandantes de este país asumamos el control de nuestro Estado: los que
hemos elegido Guatemala como nuestro hogar independientemente de si nacimos
aquí o no, nosotros los tributarios que con nuestros impuestos mantenemos a
aquellos que hasta hoy se han dedicado principalmente a violar nuestros
derechos individuales y vivir de manera parasitaria exprimiendo a quienes nos
esforzamos mental y físicamente para producir y crear riqueza, asumamos el
poder que legítimamente nos corresponde y hagamos al sistema político vigente los
cambios radicales que necesitamos para vivir en una sociedad pacífica basada en
el respeto de los unos a los otros y la igualdad de todos ante la Ley.
Hace unos años aprendí que uno debe elegir con cuidado sus batallas para
alcanzar sus objetivos. Para lograr el cambio que nos permita prosperar yo ya
elegí la mía: la batalla de las ideas. ¿Y usted?
Artículo publicado en el diario guatemalteco “Siglo Veintiuno”, el
lunes 20 de julio de 2015.
Etiquetas: burocracia, CICIG, corrupción, EE. UU., Otto Pérez Molina, Roxana Baldetti
2 Comments:
SU ARTICULO SE ASEMEJA A AQUELLA FRASE QUE SI NO SON PERAS SON MANZANAS. SE PERCIBE SU DESCONTENTO DE QUE LA CICIG CONJUNTAMENTE CON LA O.N.U. Y LOS EE.UU. ESTEN INTERVINIENDO EN LA LIMPIEZA QUE SE ESTA LLEVANDO A CABO EN GUATEMALA. SOLO UNA PREGUNTA CREE USTED QUE SOLO EL MINISTERIO PUBLICO PODRIA LLEVAR A CABO UNA LIMPIEZA TAN GRANDE EN TODAS LAS ENTIDADES CORRUPTAS DEL GOBIERNO?
By Unknown, at 1:51 p.m.
Que Cicig y MP actúen por vez primera en años de mandato por causas nobles, no los exime de su inacción y contubernio pasados. Con la misma energía con que hoy actúan, en el pasado encubrieron (a Colom) y fabricaron casos a su antojo .... O será más bien, a su "conveniencia". No se equivoquen: Cicig es un operador político en Guatemala y opera al ritmo del real politik como lo que es. Hoy, sus actos son afines a bien de Guatemala pero responden a sus sus mandantes extranjeros, no al clamor de este torpe e ingenuo pueblo.
La tragedia radica en que no nos demos cuenta... Que en vez de ir a manifestar en su apoyo cual borregos sometidos, no nos de vergüenza cada nuevo trapo shuco que nos sacan y reclamemos muestra soberanía en vez de delegarla cual codependinetes porque nos resulta así más cómodo.
By Unknown, at 4:54 p.m.
Publicar un comentario
<< Home