Principios / Marta Yolanda Díaz-Durán A.

4.30.2007

Vírgenes del pensamiento


Hoy deposito mi fe en hombres y mujeres que tienen cerca de 20 años. Creo que con ellos se puede sostener un diálogo enriquecedor. Un debate intelectual serio, honesto, que plantee preguntas cuyas respuestas nos permitan vivir en paz y armonía. Que nos permitan ser felices. O, al menos, buscar la felicidad.

Algunos miembros de la generación de mis padres, quienes tienen alrededor de 60 años, son unos frustrados que pretenden endosar sus fracasos a los jóvenes fingiéndose eternos rebeldes en contra de los que están en contra y en contra de los que están a favor. Solos en su reducto privilegiado de burgueses resentidos. Observando desde su falaz superioridad de discursos pretenciosos y vacíos, repletos más de adjetivos que de ideas coherentes. Arengas engañosas que intentan ocultar su complejo de inferioridad. Peroratas que a pocos convencen. Eso sí, a muchos aburren. Hace un par de años todavía les daba el beneficio de la duda. Ahora considero que la mayoría de sus comentarios son pura doxa, como diría Platón. Pura pose. Lástima de vidas.

Muchos de quienes rascan la media centuria se dedican a tergiversar la historia, pretendiendo convertir en héroes del celuloide y las letras a los guerrilleros: simples terroristas y criminales: los principales responsables de las muertes de tantos ajenos a la lucha por el poder entre ellos y las fuerzas de seguridad del Estado. La guerra civil del siglo pasado que inició antes de que la mayoría de habitantes de Guatemala hubiéramos nacido. Entonces, ¿por qué ahora debemos pagar nosotros los errores de otros?

En fin, unos cuantos de mis coetáneos despilfarran su tiempo escuchando arrobados a los amargados y alabando a los de la historia cruzada. Cual hijos de la llorona: perdidos en el discurso que otorga cualidades humanas a sectores abstractos. Palabras, palabras, palabras, citando a Shakespeare en boca de Hamlet. El Estado, el pueblo, la masa… Ficciones que encubren lo indudablemente existente, el individuo: noción vital a rescatar.

Por eso, salvar el debate conceptual, racional (que deja a un lado las emociones y pasiones) y motivar el diálogo franco que busca soluciones acordes con la realidad, son más posibles de alcanzar con quienes apenas despiertan a la adultez.

Ya les inculcaron algunos prejuicios, pero éstos aún no echan raíces. Así que, al menos yo, deposito mi esperanza en estos jóvenes, varios todavía adolescentes, quienes van a participar de un paradigma distinto al predominante en el siglo veinte.

No creo llegar a ver el final del enfrentamiento milenario entre la visión colectiva y la individual, entre lo abstracto y lo concreto, entre la ficción y la realidad. Pero sí espero ver cómo se ganan muchas batallas en beneficio de todos. Un todos que incluye a aquellos opuestos a la libre elección de las personas de qué hacer con sus vidas, sin la intervención ni el control de unos pocos sobre el destino de los otros.


Artículo publicado en el diario guatemalteco “Siglo Veintiuno”, el lunes 30 de abril de 2007.

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4.21.2007

La romántica educación

Hay quienes todo lo quieren arreglar con educación. La educación sentimental, y no me refiero a la obra de Gustave Flaubert, aunque vale la pena citar a Georg Lukács, que consideró ésta “la novela psicológica de la desilusión”. Total, la educación en manos de los gobernantes ha sido una decepción. Sin embargo, hoy escribo sobre esa educación en abstracto, sin importar para muchos qué clase de educación se imparte. La educación como simple discurso manipulador de las emociones.

Aprendamos: así como la religión debe ser separada del Estado (visto este último como un conjunto de normas que otorgan poder a unos para hacer valer los derechos individuales a la vida, la libertad y la propiedad), igualmente, para asegurar que se respeta a todos, debe ser separado el gobierno del Estado de la educación. Esa obligación que corresponde a los padres de familia mientras los hijos son menores de edad, y luego, ya siendo adultos, es nuestra propia responsabilidad continuar ese proceso que termina hasta que morimos.

Las decisiones relacionadas con la educación son de las más importantes que hacemos en la vida. Como explica Alberto Benegas Lynch (h) en su ensayo “La educación en una sociedad abierta”: “La vida es un proceso de aprendizaje, los contenidos específicos respecto de qué tipo de educación se adquirirá depende de la vocación individual, de los talentos, de las potencialidades y de los deseos de cada uno”. ¿Vamos a dejar esas decisiones en manos de los políticos que ostentan el poder?

La educación estatal es lo mismo que educación controlada. En el ensayo ya citado, Benegas Lynch (h) también argumenta, de forma acertada a mi parecer, que los sistemas educativos controlados políticamente, tarde o temprano inculcan doctrinas vinculadas a la supremacía del estado, ya sea el derecho divino de los reyes o a través de la voluntad popular de la democracia. Una vez esa doctrina ha sido aceptada, se constituye en una tarea sobrehumana el intento de frenar la influencia decisiva que ejerce el poder político en la vida de los ciudadanos. Y si algo ha experimentado el ser humano en los últimos 150 años, y ha sufrido las consecuencias de esa experimentación, es la educación manejada por dictadores que, dicen, actúan en beneficio de los pobres. Qué ironía: terminan convertidos en miserables esclavos con el cerebro lavado.

¿Es la educación un medio o un fin? ¿Qué es primero: la creación de riqueza o la educación? ¿Cuál es causa y cuál es consecuencia? ¿Debe ser responsabilidad de los gobernantes? ¿Debemos promover el monopolio de la filosofía de la masificación en materia educativa?

¿Alguna vez ha pensado en quiénes son los encargados de educar en este Estado guatemalteco? ¿Qué ideas inculcan a los estudiantes? ¿Cuáles son los principios que los sustentan? ¿Y cuáles sus fines?

En fin, "La única ventaja de jugar con fuego es que uno aprende a no quemarse“, como dijo Oscar Wilde.


Articulo publicado en el diario guatemalteco "Siglo Veintiuno" el lunes 23 de abril de 2007.

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4.20.2007

Periplo al otro lado del mundo


Amigos, sé que por estos días he estado poco activa en el blog. El motivo principal es que mañana salgo de viaje a Taiwán durante una semana, y luego voy a pasar un par de días a Los Ángeles, Estados Unidos, por lo que he tenido muchísimos compromisos que atender.

Sin embargo, espero hacer tiempo durante mi viaje para mantenerlos al tanto del desarrollo de esta travesía que voy a hacer en compañía de mi gran amigo Jorge Jacobs.

Espero leerlos e identificar aquello extremadamente diferente que pueda encontrar al otro lado del mundo.

Mientras tanto, mucho ánimo y éxitos a todos.

MY

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4.16.2007

Cantos de profetas


Las sirenas de los tiempos de Odiseo, ahora se disfrazan de profetas. Algunos se consideran apóstoles, iluminados, o hasta el mismo Dios reencarnado: hechizan con sus melodías a quienes esperan respuestas existenciales en la religión. Otros nadan en las aguas políticas, y engañan con sus promesas chapulinescas a quienes desean vivir bajo la tutela de alguien. En pos del padre, celestial o terrenal, da igual. ¿Cuándo vamos a dejar de buscar salvadores? ¿Cuándo vamos a tomar el control de nuestras vidas?

Cuántas lecciones aprendemos del alboroto causado por el viaje frustrado a nuestro país de José Luis de Jesús Miranda, líder religioso del grupo llamado “Creciendo en Gracia”; condimentado por la campaña política que se intensifica día a día, acompañado por medidas de hecho tomadas por algunos maestros estatales y ciudadanos que demandan cualquier cosa a los actuales administradores del Estado Benefactor.

Vale la pena recordar que los seguidores de los mesías (en minúsculas y en plural), religiosos o políticos, esperan que alguien más asuma por ellos la responsabilidad individual de decidir y las consecuencias que esto conlleva. La única, pero vital diferencia, es que en el caso del tema espiritual, todavía, las creencias de unos no pueden ser forzadas a los otros, mientras que en la cuestión política, las fantasías de pocos sí son impuestas a los demás. Aunque, para confirmar si aún se respeta la libertad de conciencia en Guatemala, habría que analizar las implicaciones de la aberración de Punto Resolutivo que emitieron los diputados en el caso de Miranda, y las violaciones a los derechos individuales en que incurre.

“La Biblia”, junto con la “La Ilíada y la Odisea” fueron de las primeras obras, en su presentación para niños (con ilustraciones similares a las de los comics), que me regalaron mis papás; las cuales leí en varias ocasiones. Por supuesto, en cuanto pude, me interné en los escritos en su versión original, en especial aquel que cuenta las peripecias que retardan el regreso de Odiseo (Ulises en su traducción latina) a Ítaca, después de participar en la guerra de los aqueos contra los troyanos.

Hoy, con tantos elegidos que pululan en la tierra y nublan la razón de las personas en dos de las más sensibles áreas de nuestra vida, la espiritual y la política, me parece atingente recordar uno de los obstáculos que Odiseo debe vencer para alcanzar su objetivo: resistir los cantos de las Sirenas. “Encontrarás… a las sirenas que encantan a los hombres que se les aproximan… está perdido aquel que, imprudentemente, escuche sus cantos... le hechizan… reclinadas en una pradera al lado de un enorme montón de osamentas de hombres y de pieles de putrefacción”.

Si hacemos el esfuerzo de pensar y aclararnos las ideas, aceptando el principio de que, si queremos que nos respeten, debemos respetar a los otros, podremos vivir en paz. Yo estoy dispuesta a hacerlo, ¿y usted?


Artículo publicado en el diario guatemalteco “Siglo Veintiuno”, el lunes 16 de abril de 2007.

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4.11.2007

Sabiduría chavista


Pero no se vayan a confundir: no me refiero a Hugo Chávez, sino al Chavo del 8, que hizo célebre aquella sentencia que dice:


"La venganza nunca es buena, mata el alma y la envenena".


¿O no?

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4.09.2007

Certeza de Dolores


Por fin, el desfile bufo universitario del primer viernes de Semana Santa dejó de ser un dolor. Por el contrario, a muchos la más reciente Huelga de todos los Dolores les dejó un montón de alegrías. Una de ellas fue saber que, for the first time en un par de décadas, quienes participaron en la actividad respetaron la propiedad estatal y privada: no hubo pintas ni destrucción innecesaria de bienes de otros. Un respeto que, según las noticias difundidas, también hubo en Quetzaltenango y demás centros urbanos en los cuales se llevó a cabo la marcha estudiantil.

Por supuesto que quienes circulan por las áreas donde pasa el desfile siguen, con toda razón, molestos por los inconvenientes que este tipo de manifestaciones les causan. Así como sucede con las procesiones, las caminatas de indígenas, maestros, sindicalistas, feministas, machistas… Total, hasta las visitas de Presidentes de otras naciones, burócratas jetseteros de paraísos fiscales (que terminan sus reuniones sugiriendo más impuestos para los amolados tributarios), y los viajes turísticos de la nobleza a Guatemala son excusas para quebrantar nuestros derechos. ¿Por qué es así la vida en los trópicos latinoamericanos?

Sin duda, hay que lamentar y condenar lo sucedido la noche anterior en el Paraninfo universitario, cuando un grupo de alumnos de ¿Derecho? balearon a estudiantes de Veterinaria, dejando a varios seriamente heridos. Según me contaron, los aspirantes a güizaches pertenecen al grupo de bochincheros que desearían seguir haciendo desmadres tomando por excusa la centenaria celebración sancarlista del Viernes de Dolores. Por cierto, el hecho de que los agresores se echaran sus traguitos y llegaran mareaditos a buscar bronca, no los exime para nada de su culpa. Al contrario, creería que ese detallito es una agravante del delito. Y el problema no son el alcohol ni las armas: el problema es la falta de certeza del castigo que hace de los criminales, impunes diablitos con permiso de transgredir las normas.

No obstante, es obvio que contribuyó al orden en el cual transcurrió la Huelga que hayan metido presos a los vándalos que causaron daños a comercios en Xela: un sistema de incentivos correcto, que premia a los respetuosos y castiga a los antisociales. Al menos, es obvio para cualquiera que acepte la realidad objetiva como algo ajeno a sus preferencias.

“Para el dolor profundo una mano azul… que te de luz… Para la duda oscura un clavo ardiendo que ilumine la noche… mate el miedo y separe lo falso de lo verdadero”: frases de la canción “Para el Dolor” de Ana Laan, la cual me acompaña por la radio cuando expreso todo a pulmón. Lo que me recuerda que para parar el dolor que genera la inseguridad y recobrar la calma perdida, necesitamos certeza en la aplicación de la pena impuesta a quien viole los derechos individuales de los otros. Empezando con quienes los atropellan amparados en la legislación: los gobernantes.


Artículo publicado en el diario guatemalteco “Siglo Veintiuno”, el lunes 9 de abril de 2007. Foto Prensa Libre: Mario Linares.

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4.04.2007

Sin diferencias en el frente


El pasado miércoles 21 de marzo leí en el diario argentino “La Nación” la siguiente entrevista hecha por Patricio Arana al historiador francés Réne Rémond, miembro de la Academia Francesa, que me pareció interesante compartir con ustedes porque viene a confirmar, en gran medida, lo que tengo tiempo de discutir: que las izquierdas y las derechas políticas son la misma cosa. Ambas promueven lo mismo: un Estado benefactor, mercantilista, interventor y clientelista. Unas pretenden más intervención que otras en distintas áreas, pero al final buscan lo mismo: decidir sobre la vida de la mayoría.

Por eso, lo importante hoy es hablar sobre las ideas y las consecuencias que estas han tenido en el progreso humano. Consecuencias verificables con hechos. En pocas palabras, sustentar los “ismos” (socialismo o liberalismo, colectivismo o individualismo) en realidades objetivas comprobables.

PARIS. – “La derecha y la izquierda tuvieron siempre posiciones antagónicas sobre la república, la democracia, la religión y la economía, entre tantos otros temas. Pero ¿hasta qué punto siguen siendo objeto de oposición estos temas? Para el pensador francés Réné Rémond, “ya no hay diferencias ideológicas de fondo entre la izquierda y la derecha”. Dice que esta división no tiene actualidad en la vida política moderna y que sólo vale como referencia general.



Historiador y miembro, desde 1998, de la Academia Francesa, insiste en que tanto en Francia como en el resto de Europa se instaló un sistema que asocia la iniciativa privada con la intervención del poder público, la regulación por el derecho y un régimen de protección social. “Por lo tanto, izquierda y derecha ya no se oponen de plano a cómo llevar adelante la economía”, dice.



Según Réné Rémond, que a los 88 años -y desde 1981- preside la Fundación Nacional de Ciencias Políticas, "el mundo cambia y las fuerzas políticas deben redefinirse en función de las nuevas preocupaciones". Considera esta división a la vez necesaria y funesta. "No podemos ignorarla, porque en la política hay que hacer elecciones, y para que sean claras la oposición tiene que ser clara. Si la diferencia entre dos posiciones es imperceptible, ésta no moviliza a la opinión pública", explica.



-¿Cuál es el origen de la división entre la derecha y la izquierda?



-La Revolución Francesa, porque en ese momento se diseñó una primera división en la Asamblea de los Constituyentes. Durante el verano de 1789 aparecieron por primera vez las apelaciones de derecha e izquierda, y se utilizaron términos espaciales para distinguir conceptos culturales e intelectuales.



-¿Se refiere a la ubicación de las diferentes tendencias en el recinto?



-Efectivamente. La Asamblea se reunió en mayo de 1789 para debatir el tipo de Constitución que debía tener el país. Se decidió que se establecería una monarquía constitucional con separación de poderes y en agosto de 1789 el debate se centró en el alcance de lo que se llamaron las prerrogativas reales, es decir qué se le dejaba al rey en el proceso legislativo, si tendría derecho de veto. La Asamblea se dividió: a la derecha del presidente se ubicaron los que estaban a favor de las prerrogativas. Los que estaban en contra y querían ir más lejos en el liberalismo y en la democracia se ubicaron a la izquierda. En ese momento se habló de los diputados del lado derecho y del lado izquierdo.



-La revolución, la república, la democracia y la religión fueron los criterios que dividieron a la derecha y a la izquierda. ¿Sigue siendo así?



-La mayoría de estos criterios ya no son válidos. Hay un consenso para aceptar las libertades públicas y nadie cuestiona la forma republicana ni la democracia. Hay un consenso casi unánime en que no hay poder más legítimo que aquel que otorga el sufragio universal. Por lo tanto, todo lo que durante mucho tiempo fue tema de controversia no es ya de actualidad.



-¿Y qué ocurre con los planteos en materia económica?



-Hay un acuerdo, en Francia y otros países europeos, para mantener la protección social. Tenemos un sistema que asocia la iniciativa privada con la intervención del poder público, la regulación por el derecho y un régimen de protección social. Las últimas elecciones en las que el tema económico predominó fueron las de 1981, en las que ganó la izquierda. En 1988, Mitterrand ganó las elecciones con un programa que no hablaba de nacionalizaciones ni de privatizaciones. No hay que olvidar que los gobiernos de izquierda privatizaron mucho.



-Entonces, ¿cuál es la división que está vigente?



-Los nuevos problemas crean divisiones que no coinciden con la escisión entre la derecha y la izquierda. Por ejemplo, en Europa, la división entre los europeístas y los euroescépticos se produce tanto dentro de las formaciones de derecha como dentro de las de izquierda. Cuando se interroga a los franceses sobre cuál es el sentido que le dan a la división de izquierda y derecha responden que les parece algo caduco, pero esos mismos franceses no tienen ninguna dificultad en proclamarse de derecha o de izquierda. El hecho es que hay herencias, referencias, recuerdos históricos que los determinan y los reenvían a viejos debates, incluso sabiendo que estos debates ya no son de actualidad.



-¿La respuesta está, entonces, en la herencia genética, en el pasado?



-Creo que la respuesta hay que buscarla en un lugar más profundo, con relación a los valores. Por ejemplo en el ejercicio de la justicia y de la represión. En la pedagogía, en las escuelas. La izquierda será más bien favorable a un tipo de enseñanza sin obligaciones: no le gusta decir que el aprendizaje exige un esfuerzo. Piensa que hay que aprender con alegría y divirtiéndose. Por el contrario, la derecha, o buena parte de ella, dirá que el esfuerzo es necesario. Vemos bien que entre una libertad sin obligaciones y una autoridad con obligaciones hay una división profunda de sensibilidades y de valores. La izquierda piensa que el criminal puede reintegrarse a la sociedad, convertirse en un ciudadano como los otros. Hay cierta confianza en el hombre. En contrapartida, parte de la derecha es escéptica y no lo cree posible. Lo que divide a la derecha de la izquierda son más bien concepciones sobre la naturaleza humana. Vendría a ser una división antropológica.



-¿Cree que sobre el sexo sí hay división clara entre izquierda y derecha?



-Buena parte de la izquierda piensa que no hay límites para la evolución de las costumbres y que ésa es la prueba de la modernidad. Algunos creen que todas las restricciones están destinadas a desaparecer y que, por consiguiente, hay que permitir el casamiento entre homosexuales y la adopción por parte de parejas del mismo sexo. La derecha, casi en su conjunto, piensa que hay límites, que hay que fijar reglas y que hay algo utópico en esa aspiración de generalizar los derechos. Algunos dicen que lo propio de las sociedades políticas modernas es no aceptar ninguna restricción de la naturaleza. Por consiguiente, todo es posible y se puede rechazar la distinción natural de los sexos. No aceptan lo que es un hecho biológico. Aunque no sea el caso de toda la izquierda, se puede decir que esa afirmación es de izquierda. En oposición a esto, la derecha dice que hay realidades, que hay un principio de realidad. Este es el corazón del debate.



-¿Las posiciones en bloque son perniciosas para la vida política de una democracia?



-Es así en nuestro Parlamento: los representantes de la mayoría respaldan incondicionalmente al gobierno, mientras que la oposición, incluso si considera buena la iniciativa, vota en contra como un solo hombre. Es absurdo: habría que restablecer una mayor libertad individual de voto para los parlamentarios. Es una costumbre que se convirtió en una segunda naturaleza.



-Desde este punto de vista, no hubo progresos...



-No estoy de acuerdo. Hubo progresos: que los partidos hagan menos promesas actualmente porque los electores ya no les creen. El elector ya no cree en el candidato que dice que solucionará todos los problemas".

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4.02.2007

Más filosofía de la Libertad


Hoy concluyo la reflexión de Ken Schoolland sobre la libertad (www.isil.org/resources/introduction-spanish.html). Medítenla.

“Hay veces que la gente utiliza la fuerza o el fraude para tomar cosas de otros sin el consentimiento de los dueños. El uso de la fuerza o el fraude para quitar la vida es asesinato, para quitar la libertad es esclavitud y para quitar la propiedad es robo.
Da igual si estas acciones son de una persona, de muchas contra unas pocas o de los gobernantes.

Tienes el derecho de proteger tu vida, tu libertad y tu propiedad de la agresión física de otros. Y puedes pedir ayuda a otros para defenderte. Pero no tienes el derecho de iniciar la fuerza contra la vida, libertad o propiedad de otros. Por lo tanto, no tienes derecho a designar a otra persona para usar la fuerza contra otros en tu nombre.

Tienes el derecho para escoger líderes para ti, pero no tienes derecho para imponer dictadores a otros. Más allá de cómo sean electas, quienes ejercen la autoridad son, como tú, seres humanos y no tienen derechos superiores a cualquier otra persona cuales quiera sean las creativas justificaciones a sus acciones, o la cantidad de gente que los apoye.

Los gobernantes no tienen derecho a asesinar, esclavizar o robar. No puedes entregar al gobierno derechos que tú mismo no tienes. Como eres el dueño de tu propia vida eres responsable por tu vida. No entregas tu vida a otros que exigen tu obediencia, ni eres esclavo de otros que reclaman tu sacrificio. Tú escoges tus propios fines, basado en tus valores. Al escoger te puedes equivocar, pero el éxito y el fracaso son incentivos necesarios para aprender y crecer.

Tus acciones en representación de otros, o las acciones de otros en tu nombre, solamente son virtuosas cuando se derivan de un acuerdo mutuo y voluntario: la virtud existe cuando hay libertad. Esta es la base de una sociedad verdaderamente libre, y no es solamente la base más práctica y humanitaria, sino la más apegada a la ética.

Los problemas mundiales que surgen del uso de la fuerza por los gobernantes tienen solución. La solución es que la gente deje de solicitar a los gobernantes el uso de la fuerza en su nombre para imponer sus valores y decisiones a los otros. La maldad no viene sólo de la gente realmente malvada, sino también de buenas personas que toleran el uso de la fuerza como un medio para alcanzar sus propios fines. Así es como, a través de la historia, las buenas personas le han dado poder a la gente malvada.

Tener confianza en una sociedad libre es encauzar el proceso de descubrimiento en valores que surgen libremente en vez de enfocarlo en alguna visión o meta impuesta. Usar la fuerza del Estado para imponer a otros una visión es pereza intelectual lo que, normalmente, resulta en consecuencias no deseadas y perversas. Lograr una sociedad libre requiere valor para pensar, hablar y actuar. Especialmente cuando es más fácil no hacer nada”.


Artículo publicado en el diario guatemalteco “Siglo Veintiuno”, el lunes 2 de abril de 2007.

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