Principios / Marta Yolanda Díaz-Durán A.

1.26.2015

La CC facilita la corrupción



¿Por qué los magistrados de la Corte de Constitucionalidad (CC) no suspendieron provisionalmente los impuestos a la distribución del cemento y el incremento del 1000 por ciento a las regalías de algunas empresas dedicadas a la minería? Es obvio para cualquiera, sin necesidad de ostentar el título de abogado y notario, que también aplica en estos casos el artículo 19 de la Ley Orgánica del Presupuesto (Decreto 101-97) que establece al referirse al Título III lo siguiente: “No podrán incluirse normas de carácter permanente ni se crearán, por ellas, entidades administrativas, de reforma o derogatoria de vigentes, ni de creación, modificación o supresión de tributos u otros ingresos”.

Repito lo escrito hace un par de semanas: el enunciado es claro y no necesita de la interpretación arbitraria de ningún leguleyo. Sin embargo, los incoherentes magistrados de la CC optaron por solo darle trámite a las acciones en contra de estos abusos de los gobernantes y no suspender provisionalmente los tributos inconstitucionalmente decretados. Hicieron lo contrario a lo que ya habían decidido en lo que respecta al impuesto a las líneas telefónicas. ¿Por qué?

Circulan varías hipótesis que muchos de los que conocen la situación comentan a espaldas de los magistrados. La mayoría de abogados no se atreven a decirles a la cara a los mencionados lo que de verdad piensan de ellos, ya que temen que estos tomen represalias en su contra y les bloqueen o rechacen sus trámites cuando soliciten algo a la tremenda Corte. No es mi caso, total, cuando necesité de ellos en la persecución en mí contra entablada por el exvicepresidente Rafael Espada, apoyado por los Colom, rechazaron el justo amparo que en su momento solicité. Ya experimenté en carne propia el oportunismo político de los miembros del que debería de ser el tribunal garante del respeto a nuestros derechos constitucionales.

De las posibles respuestas a mi primera pregunta, la que me parece la más probable es que negociaron con el Presidente Otto Pérez Molina dándole a este el tiempo necesario para que presente al Congreso otra propuesta de impuestos para que estos sean aprobados según el procedimiento que dicta la Constitución. Con la falsa excusa de no dejar sin dinero al gobierno para financiar el “Presupuesto de malgasto y despilfarro de los politiqueros en el ejercicio del poder” los magistrados de la CC se convirtieron en cómplices de los corruptos que nos gobiernan al permitir esta, más que evidente, violación a los normas fundamentales de nuestra nación.

A lo anterior hay que agregar que gracias a los actuales integrantes de la CC también se violentó la Constitución al permitir la reelección de Carlos Mencos como Contralor General de Cuentas. ¿Qué nos queda a los ciudadanos, los mandantes, los que pagamos los sueldos de todos los nombrados y que somos constantemente abusados por nuestros empleados? Defendernos. Dar la batalla de las ideas y cambiar nuestro sistema político.


Artículo publicado en el diario guatemalteco “Siglo Veintiuno”, el lunes 26 de enero de 2015.

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1.19.2015

Orbis Pérez


En el gran mundo del pequeño Otto, Guatemala es el país de la eterna prosperidad y él es un magnánimo rey que rige las vidas de los siervos que la habitan. Para el mentado regente, el érase una vez un pueblo en el cual muchos buscan sobrevivir en condiciones precarias es parte del pasado. Hoy, quien no quiere ver las cosas desde el universo fantástico del Presidente es un obstinado. Si por él fuera, al cadalso mandaría a aquellos que viéndole a la cara le dicen: “es usted un mentiroso y no vamos a dejar que siga violando nuestros derechos, nos vamos a defender”.

La mayoría de los supuestos resultados incluidos en el informe de su gestión del año 2014 son presentados fuera de contexto, como es el caso de que aparentemente bajó la inflación, lo cual si fuera cierto se debería principalmente a hechos internacionales que no tienen relación alguna con las decisiones de Pérez Molina y su gente. En otras partes de su presentación simplemente, cual mago mediocre que es, sacó los datos de su manga: mintió descaradamente, viéndonos directamente a los ojos… por medio de las cámaras de televisión, engañándose a sí mismo al creer que nos engañaba a quienes lo observábamos del otro lado de la pantalla. Basta dar una vuelta por las redes sociales para confirmar mi afirmación.

Los pocos mal llamados avances que les permiten a algunos mejorar su calidad de vida y al resto sobrevivir, los hemos logrado nosotros, los ciudadanos productivos, A PESAR del gobierno, no como resultado de las absurdas y entorpecedoras decisiones que ellos han tomado durante el mandato de Pérez Molina. Por supuesto, no sólo él es responsable de los obstáculos que nos han puesto en el verdadero camino del progreso: tan responsable es del desmadre el Presidente como lo es Roxana Baldetti y todos los achichincles de ambos.

Lo que fue el colmo del descaro, es la manera en la cual se refirió a la corrupción, pretendiendo hacernos creer que ésta ha disminuido en su administración. Todo lo contrario: considero que tanto el parasitismo como el robo de nuestros impuestos está llegando a límites inimaginables hace apenas unos años. El ostento, la desvergüenza y la desfachatez con la cual exhiben el dinero que nos han saqueado está a la vista de todos los que quieren ver la realidad actual de Guatemala.

señor Presidente, lo repito: usted miente. Lo sabe su merced, lo sé yo, lo sabe la mayoría de mis compatriotas. Lo saben aún aquellos que lambisconamente le doran la píldora con el único objetivo de ver qué le sacan: algún contratito de varios millones con el abstracto Estado pagado a costa nuestra; una plaza de ¿trabajo? que ocuparan al mejor estilo Gasparín: como si fueran fantasmas será raro que alguien los vea presentarse a las oficinas donde se supone son empleados, por tanto, menos los verán laborando. Y así, puedo seguir elaborando sobre los motivos que llevarían a algún hipócrita sobalevas a seguirle el juego con tal de endulzarse el oído. ¿Ha pensado qué va a pasar al finalizar su período?


Artículo publicado en el diario guatemalteco “Siglo Veintiuno”, el lunes 19 de enero de 2015.

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1.12.2015

Presupuesto/impuestos: agua/aceite



No se mezclan el agua y el aceite. No se mezclan la aprobación del Presupuesto y nuevos impuestos. El artículo 19 de la Ley Orgánica del Presupuesto (Decreto 101-97) claramente establece al referirse al Título III lo siguiente: “No podrán incluirse normas de carácter permanente ni se crearán, por ellas, entidades administrativas, de reforma o derogatoria de vigentes, ni de creación, modificación o supresión de tributos u otros ingresos”. El enunciado es claro y no necesita de la interpretación arbitraria de ningún leguleyo.

Sin embargo, 111 diputados tuvieron el descaro el año pasado de pasarse por el arco del triunfo la limitación legal que tienen para aprobar junto con el “Presupuesto General de malgasto y despilfarro de los ladrones que nos gobiernan” más tributos para la gente productiva en Guatemala. Es tal su desesperación de acumular fortunas mayores de las que ya han logrado de manera mal habida, que ilusamente creyeron que se podían dar el lujo de pisotear la restricción mencionada. Por supuesto, no es la única regla que han violado en la aprobación del esperpéntico plan de robo que es el tal Presupuesto.

Para beneficio de todos, los miembros de varias cámaras empresariales no tardaron mucho en presentar, primero, amparos en contra de la decisión de los mentados 111 diputados, sino que nomás entró en vigencia el decreto que da vida a este mamotreto le empezaron a llover acciones de inconstitucionalidad. Y, al menos hasta el momento, los magistrado de la Corte a cargo de resolver las impugnaciones han sido correctos al suspender, aunque sea de manera provisional, varios de los artículos cuestionados entre los cuales se encuentra el impuesto a las líneas telefónicas y la autorización que se habían recetado los corruptos diputados para hacer obra pública por medio de sus compañías constituidas como organizaciones no gubernamentales (ONG).

Ahora, llama mi atención que al menos al instante en el cual escribo esta columna los magistrados de la Corte de Constitucionalidad aún no han suspendido (ya que en ambos casos aplica la misma restricción que he comentado) los impuestos a la distribución del cemento y a la extracción de ciertos minerales. Recuerden que el incremento del mil por ciento en las regalías no fue para todos los que se dedican a esta actividad. Bien se cuidaron los ponentes de este disparate en no molestar a la vicepresidente Roxana Baldetti quien, entre otras cosas, ha invertido el dinero corrupto que ha adquirido en la extracción de jade.

Espero que se siente un precedente y alguien con los recursos para hacerlo demande a los congresistas responsables de esta nueva ilegalidad. Hasta que los gobernantes, legisladores, jueces, burócratas estatales… paguen las consecuencias de sus acciones, seguirán violando las normas que se les antoje con tal de alcanzar sus objetivos. Ya basta. Ojalá sean obligados a devolver lo que han robado y se les envíe por un tiempo a una cárcel donde tengan que trabajar para ganarse la vida. No dejemos de soñar.


Artículo publicado en el diario guatemalteco “Siglo Veintiuno”, el lunes 12 de enero de 2015.

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1.05.2015

2015



¿Qué espero de este año que recién empezó? Mucha actividad y emoción en todas las áreas de mi vida, tanto en mi esfera privada como en la pública. En ambas espero que mis aciertos sean mayores que mis errores, y que los logros pueda compartirlos con mis pares y aquellos que, como yo, aspiran a vivir en una Guatemala en paz. Quienes deseamos vivir en una sociedad donde nos respetemos los unos a los otros, en la que cada vez sean menos los que pretendan parasitar de los demás y en la que encontremos menos obstáculos en la búsqueda de nuestra felicidad.

Por supuesto, es fácil describir esa sociedad ideal, pero sé que alcanzarla es una tarea titánica. Pero, ¿quién dijo miedo? Como bien dice el refrán: “Al toro hay que agarrarlo por los cuernos”. Y es así como debemos enfrentar este período que comenzó hace pocos días. No sólo en los retos políticos que vamos a enfrentar, sino en todos los aspectos de nuestra existencia, no me canso de decirlo, única e irrepetible. Recuerde que si USTED no vive su vida, nadie más lo hará en su nombre. No se deje manipular por lo que digan los demás, por más bien intencionados que sean. Decida quién quiere ser y constrúyase a sí mismo. Asuma su responsabilidad más importante: ser la mejor versión suya. No pretenda ser quién no es. Acepte las consecuencias de sus acciones y que usted es el resultado de SUS decisiones.

Ahora, en el ámbito público, debemos prepararnos para un nuevo período de elecciones políticas. A pesar de que probablemente ya vivió otros años en los cuales se eligen (al menos en teoría) a los responsables de velar porque las violaciones a la vida, la libertad y la propiedad de todos se reduzcan al mínimo posible; y de que quienes violenten los derechos individuales de otros compensen a sus víctimas (los encargados de la seguridad y la aplicación de la justicia), considero objetivamente que este 2015 será diferente.

Primero, por el aumento de la influencia de los ciudadanos por medio de las redes sociales virtuales: el uso de estos medios va a ser clave en lo que respecta a las próximas votaciones generales. Segundo, porque el deterioro de la economía de la mayoría junto con el aumento de la delincuencia y la criminalidad puede llegar a un punto crítico. Tercero, porque el hastío extendido a casi toda la población en lo que respecta a la corrupción imparable y creciente de los gobernantes y su hambre desmedido por apropiarse de lo que es nuestro por medio de más impuestos, estados de excepción, fideicomisos… puede ser un detonante que permita que en esta ocasión más se preocupen por el cambio del sistema estatista/colectivista/intervencionista por uno donde el poder sea limitado únicamente al necesario para que quienes salgan favorecidos en las elecciones cumplan con sus funciones primordiales.

¿Van a cambiar radicalmente nuestras condiciones de vida este año? No lo sé. Sólo sé que tendremos una nueva oportunidad que debemos aprovechar. Dependerá de cada uno de nosotros y de lo que decidamos hacer.


Artículo publicado en el diario guatemalteco “Siglo Veintiuno”, el lunes 5 de enero de 2015.

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