Principios / Marta Yolanda Díaz-Durán A.

8.10.2015

Plataforma de intereses particulares



Un grupo de individuos que llevan décadas de estar pululando alrededor del poder político en Guatemala, se autonombraron representantes de los mandantes y dispusieron, dictatorialmente, hacerse cargo de las reformas a la Legislación electorera y de pandillas politiqueras. Pero, ¿cuándo fueron electos para llevar acabo tal tarea? A mí NO me representan y NO me van a utilizar de excusa para avanzar sus intereses y afianzar sus ideas que, al fin, son las que hoy prevalecen en nuestro sistema.

Varios de los miembros de la pomposa “Plataforma Nacional para la Reforma del Estado” son responsables del caos, no sólo porque llevan años impulsando el Estado Benefactor/Mercantilista, sino porque han formado parte de gobiernos anteriores. Hablan de cambios, cuando lo que proponen es más de lo mismo: más estatismo, más intervencionismo y más violación a los derechos individuales. Más apoyo al injusto e inmoral sistema actual.

Venden la idea de que equidad es otorgar cuotas de poder a colectivos que ellos arbitrariamente consideran que no han sido tomados en cuenta, lo que es falso. La Constitución es clara al reconocer en el artículo 4 (Libertad e igualdad) que “en Guatemala todos los seres humanos son libres e iguales en dignidad y derechos... Ninguna persona puede ser sometida a servidumbre ni a otra condición que menoscabe su dignidad”. Otorgar prerrogativas a cualquiera es inconstitucional. En lugar de promover más privilegios, hay que eliminar los que ilegal e ilegítimamente se han dado.

Pretenden obligarnos a trabajar a los tributarios para que financiemos a los politiqueros organizados en partidos y les paguemos sus campañas publicitarias contra nuestra voluntad, lo que en cualquier época de la historia sería considerada una forma de esclavitud o servidumbre que ahora disfrazan de progresismo políticamente correcto. Y así, podría continuar explicando los principios detrás de los cambios exigidos por los integrantes de la Plataforma, gente que no representa a nadie más que a ellos mismos.

Al ver expuestas sus intenciones y su falta de representatividad, decidieron victimizarse y denunciar una supuesta campaña de desprestigio así como un hostigamiento que, si fuera cierto y pusiera en riesgo su vida, su libertad y su propiedad, es vital que presenten la evidencia en los tribunales correspondientes. Lo único que yo he hecho y seguiré haciendo es desenmascararlos y dejar claro que solo se representan a sí mismos.

Olvidan los miembros de la tal Plataforma, al igual que los politiqueros, que en el mundo actual los ciudadanos tenemos una poderosa herramienta para comunicarnos entre nosotros y expresarnos sin necesidad de intermediarios. Las redes sociales virtuales son el medio por el cual hoy muchos se enteran de lo que está pasando, se cuestionan sus creencias y se aclaran las ideas. Aún más importante, nos sirven para velar porque se respeten nuestros derechos individuales. Ya no estamos dispuestos a seguir manteniendo parásitos ni a ser engañados y violentados.



Artículo publicado en el diario guatemalteco “Siglo Veintiuno”, el lunes 10 de agosto de 2015.

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11.04.2013

Legislación electorera de pandillas politiqueras



Legislación arbitraria que solo refleja la voluntad del legislador y los intereses de los grupos de presión con capacidad de cabildear en el Congreso por privilegios. “¡Ley pervertida!” la llamaría Frédéric Bastiat: “¡Y con ella todas la fuerzas colectivas de la Nación, desviada de su objetivo legítimo y dirigida a un objetivo totalmente contrario! ¡Ley convertida en instrumento de todas las codicias, en lugar de frenar las codicias! ¡Ley hacedora de iniquidad, cuando su misión era castigar la iniquidad!” Normas corruptas, como los son sus autores, para beneficiar a una minoría a costa de la mayoría.

Necesitamos cambiar la ley que regula los procesos eleccionarios. Más aún, necesitamos cambiar de raíz el sistema político completo. Pero eso no implica que debamos hacer cualquier cambio a toda costa. Debemos hacer los cambios que nos permitan vivir dentro de una sociedad donde podamos cooperar e intercambiar en paz, respetando la vida, la libertad y la propiedad de todos. Donde cada uno coseche lo que sembró en base a su esfuerzo y los medios que escogió para producir. Donde las probabilidades de ser felices sean más altas.

Los cambios propuestos recientemente no contribuyen a los objetivos listados en el párrafo anterior. Todo lo contrario. Profundizan el injusto régimen actual. Están diseñados para beneficiar a ciertos grupos, facilitar el expolio del creador/tributario y privilegiar a un sector de individuos ¿o debería decir individuas? que se apropian de una representación que no tienen.

Los politiqueros pretenden duplicar una falsa deuda que nos han endilgado a los ciudadanos: la deuda política. ¡Qué ironía! Si algunos están en deuda con nosotros, los mandantes, son ellos. No obstante, pretenden que les entreguemos 4 dólares por voto recibido, como si los actuales 2 dólares no fueran ya un abuso. Por cierto, ¿por qué no lo decretan en quetzales? ¿No confían en cómo manejan sus colegas la moneda? ¿Prefieren confiar en el Presidente de la Reserva Federal estadounidense? ¿Les preocupa que su patrimonio se devalúe? En fin, lo que pretenden es asegurarle ingresos a su negocito para mantenerlo a flote, sin importar que sus servicios sean o no demandados.

¿Cuán sinvergüenza debe ser alguien para pretender un puesto sin haberlo ganado? ¿Solo por su sexo, su edad o su etnia? ¿Tan poco se valoran para aceptar que solo por medio de favores pueden llegar a ocupar una curul? ¿Cuáles son las intenciones reales detrás de los promotores de semejante aberración? Si fuera cierto que su objetivo es beneficiar a minorías, lo que deberían de promover es la eliminación de privilegios, no la creación de más legislación oportunista.

¿Y que nos ofrecen a cambio de lo anterior? Fijar la cantidad máxima de diputados en 160 parásitos. ¡Cómo si de los actuales 158 no sobraran la mayoría! Tal y como es nuestro sistema actualmente atrae a los PEORES representantes de nuestra sociedad. ¿Qué podemos esperar con las reformas propuestas? Más de lo mismo, solo que en mayor cantidad.


Artículo publicado en el diario guatemalteco “Siglo Veintiuno”, el lunes 4 de noviembre de 2013.

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