Para que haya justicia en Guatemala en lo que respecta a los
delitos y los crímenes que se cometieron contra la población civil que NO
estaba involucrada en el conflicto armado, hay que juzgar a todos los que se
supone asesinaron, violaron, secuestraron, robaron, extorsionaron… en ambos
bandos: guerrilleros y militares. Desde Efraín Ríos Montt hasta Rigoberta Menchú
Tum. Y no convertir en víctimas a
ninguno de los combatientes que murieron como consecuencia de sus decisiones.
Las víctimas fueron otras personas. No sean buitres: no se aprovechen más de la
tragedia de otros.
Me da lástima la gente ingenua que se deja manipular. “Tontos
útiles” como los llamó Joseph Stalin, que desprecian los conceptos y no son
capaces de reconocer el contexto. Confunden peras con manzanas: confunden
crímenes de guerra con el delito de genocidio. Creen que un plan de ataque (que
todo ejército, estatal o guerrillero, debe tener para enfrentar al enemigo en
una guerra) es lo mismo que un plan para exterminar a un grupo étnico… En fin,
es tan larga la lista de confusiones y contradicciones, las cuales aprovechan
los vividores de siempre, que desahogan sus frustraciones manipulando a otros.
En río revuelto, ganancia de pepenadores,
parafraseando el célebre refrán.
No soy seguidora
de Ríos Montt, como correctamente escribió en mi cuenta en
Facebook.com/mylibertas alguien que se identifica como Fernando Solís: “Hasta Marta
Yolanda que no es amiga del ejército y por lo mismo de los soldados guatemaltecos
entiende que no hubo genocidio en Guatemala”.
No seré amiga de los militares de ningún tipo, como bien lo dice Solís, pero reconozco
a las personas dignas que velan por el respeto a los derechos individuales de todos.
Odio la guerra. Pero más odio la mentira. No soy parte del
grupo de los engañados que confunden un
genocidio con una guerra y los crímenes lamentables que en ésta se cometieron.
¿Quieren que haya justicia? Hay que derogar la "Ley de
reconciliación" (Decreto 145-96) y que se juzgue a todos (repito: desde
Ríos Montt hasta Menchú Tum). Que se juzgue a militares y a guerrilleros por
los crímenes que en la realidad se hayan cometido. Pero que no se retuerza la
figura del genocidio “para castigar hechos que no fueron ejecutados con el
propósito de destruir a un grupo nacional, étnico o racial como tal”
(“Reflexión de la Asociación de Amigos del País sobre la verdadera
reconciliación nacional”, Siglo veintiuno, 15 de abril de 2013).
De lo contrario, lo que de verdad les interesa es montar un show para la comunidad internacional y
así seguir parasitando del dinero de los tributarios de otros países. Una comunidad integrada, en su mayoría, por
gente políticamente correcta que también
vive de los impuestos de los demás, miembros de la gauche caviar sin fronteras.
Defensores de los derechos humanos que quisieran que solo
unos pocos, escogidos por ellos, se pudieran defender. No creen en la igualdad
ante la ley: solo en el dictado de sus pasiones. Peractum est.
Artículo publicado en el diario guatemalteco “Siglo
Veintiuno”, el lunes 22 de abril de 2013.
Etiquetas: Asociación Amigos del País, Efrain Ríos Montt, gauche caviar, genocidio, Guatemala, guerra, Joseph Stalin, justicia, reconciliación, Rigoberta Menchú