Principios / Marta Yolanda Díaz-Durán A.

2.11.2019

¿Quiénes crecen sanos?




Los burócratas del Banco Mundial (BM) y sus cuentas monetarias. Eso, por supuesto, si logran que la manipulación por parte de varios medios de comunicación fuerce a la mayoría de diputados a aprobar el préstamo por 100 millones de dólares. Y aunque algunos diputados crean que también van a crecer sanas sus finanzas, al asignar parte de los fondos que esperan que ingresen, a entes gubernamentales que les faciliten robarse el dinero, estos últimos quedarán burlados. Como en múltiples ocasiones anteriores, los desembolsos se harán a cuenta gotas y apenas una parte de estos, ya que es poco probable que al final los burócratas del BM quieran compartir los cada vez más escasos fondos con los corruptos locales de turno en el ejercicio del poder.

Los desembolsos que seguro sí harán, aunque nunca entrarán a las cuentas manejadas por nuestros gobernantes, son los de los fondos destinados a las consultorías, supervisiones, ejecución de informes… O sea, todos aquellos rubros destinados al personal del mismo BM que se hará cargo de los menesteres listados que, como es obvio para los bienintencionados que apoyan el constante endeudamiento de los guatemaltecos para asuntos sociales, son vitales para combatir la desnutrición crónica, en especial la de los niños menores de 2 años. ¡Qué nobles almas! Me impresiona su sacrificio.

En fin, ironías al margen, el tal préstamo no servirá para nada positivo en el largo plazo. No obstante, el aumento de nuestra deuda estatal, lo único que logra en el largo plazo es poner más peso en los ya recargados hombros de la gente productiva de nuestro país, lo que en lugar de mejorar la calidad de vida de todos, la obstaculiza, llevando a más de nuestros compatriotas a tomar la difícil decisión de emigrar a EE.UU. ante la falta de oportunidades en nuestro país.

No tengo ninguna duda de que este préstamo será un total fracaso para combatir la desnutrición de los niños, los cuales son una simple excusa para mantener el crecimiento sano de los que viven de nuestro impuestos, sean parásitos locales o extranjeros. Solo durante los 6 años recién pasados, se han gastado más de 30 mil millones de quetzales en programas que se suponía iban a ayudar a aliviar la desnutrición infantil y el hambre. Sin embargo, según muestra una estudio presentado por la FAO el año pasado y los mismo datos proporcionados por el gobierno, ese gasto multimillonario no logró aliviar en prácticamente nada los flagelos que se buscaba combatir.

Al final, el problema no es de dinero asignado dentro del presupuesto estatal a combatir la desnutrición y el hambre: ya varios miles tienen asignados sin necesidad de endeudarnos más. El origen del problema está en la desnaturalización de las funciones del gobierno, el creciente aumento de obstáculos a la creación de riqueza y, por tanto, de trabajos productivos que permitirían a los más pobres superar esa pobreza y mejorar su calidad de vida. Lo que necesitamos es desparasitarnos de tanto vividor de la miseria y del trabajo ajeno.


Artículo publicado en el diario guatemalteco “El Siglo”, el lunes 11 de febrero de 2019.

Etiquetas: , , , , , , , , ,

1.25.2016

¿Corrupto y ladrón?



La respuesta a esta pregunta la dará Jimmy Morales con hechos, no con palabras ni con buenas intenciones, que en la mayoría de los casos sólo sirven para empedrar el camino al infierno de muchos que están a punto de llegar a una situación económica crítica en sus vidas. No se diga los condenados a la pobreza que, al menos hoy en Guatemala, no tienen opción para salir de la miseria en la cual viven. Serán las decisiones que Morales tome las que revelen sus verdaderas intenciones y la de los miembros de su equipo.
                                                 
Y a nosotros, los ciudadanos, no nos conviene bajo ningún punto de vista objetivo hacernos los locos y falsear la realidad mientras vemos a Morales y a su gente cometer los mismos errores que cometieron sus antecesores que, por cierto, ahora se encuentran presos. Y todo por la absurda idea de que hay que darles a los gobernantes recién estrenados un tiempo de espera para que se equivoquen, para que tal vez corrijan sus metidas de pata y para que aprendan lo que se supone ya saben: cuáles son sus obligaciones y cuál es el mandato que les han dado los mandantes.

Lamentablemente, parece que Jimmy comenzó a caminar con el pie equivocado. La semana pasada, en una actividad organizada por AmCham, anunció que solicitará cambios al ya de por sí ominoso presupuesto, cambios que incluyen aumentos en educación y salud (dos ministerios, que junto con el de comunicaciones, constituyen la trinca infernal de la corrupción) y que no le interesa la austeridad (contradiciendo al ministro de Finanzas) si no la calidad del gasto. Lo mismo que han dicho por décadas los corruptos que han llegado al ejercicio del poder.

Para colmo de males, Héctor Estrada, ministro de Finanzas, confirmó que en unos días pretenden emitir más bonos (o sea, más deuda para los tributarios), y el vicepresidente Jafeth Cabrera pretende declarar estado de calamidad en salud para disponer sin controles de nuestros impuestos. Señores, si el problema NO ES de ingresos fiscales. El problema son los egresos, o sea, la corrupción a la cual parece que no están interesados en combatir.

Por otro lado, Sherry Ordoñez, la controversial ministra de Comunicaciones por ser contratista del Estado, intenta escaparse por la tangente y quedarse con su hueso sacando de contexto su situación. Por supuesto que no es pecado ser contratista del Estado: es un delito en el caso de los funcionarios estatales porque está explícitamente prohibido en nuestra legislación. Motivo por el cual, quiera o no Sherry, Jimmy ya la debió haber destituido.

¿Qué puedo decir de otros ministros? Puedo, por ejemplo, preguntarle al ministro de Salud por qué decidió incluir en su equipo a gente cuestionada que trabajó en el gobierno de Otto Pérez Molina bajo las órdenes del Jorge Villavicencio y su sucesor Monterroso. ¿Este hecho indica que no solo son más de lo mismo, sino que, al fin, son los mismos que ya nos defraudaron en la corrupta administración anterior? Repito: hechos, no palabras. Basta de promesas y engaños.


Artículo publicado en el diario guatemalteco “Siglo Veintiuno”, el lunes 25 de enero de 2016. La imagen la bajé de la Internet.

Etiquetas: , , , , , ,

10.19.2015

55 mil millones de quetzales



El techo del Presupuesto de malgasto y despilfarro de los gobernantes para el año 2016 NO debe pasar del monto que proyectan recaudar: o sea, del dinero que calculan que nos van a poder exprimir el año entrante. A estas alturas del partido, es perder el tiempo explicar por qué es absurdo, bajo cualquier contexto, pretender gastar más de lo que ingresa. Los que todavía siguen sosteniendo esta idea falsa son algo más que ingenuos o unos pícaros descarados que tienen la intención de quedarse con una buena parte de todo lo que ingrese a las arcas públicas, y les es irrelevante el daño que hacen en el largo plazo al progreso y la mejora en la calidad de vida de todos. Lo anterior es aplicable a todo individuo y a toda sociedad.

En lugar de preocuparse por la opción de deuda supuestamente más barata (los Eurobonos según los burócratas del Ministerio de finanzas) debemos enfocarnos en CÓMO reducir el presupuesto a un gasto máximo de 55 mil millones de quetzales. No debemos dejar que nos engañen más con el uso incorrecto del término inversión en el contexto de un gobierno. Inversión sólo hay cuando se utiliza capital para transformar recursos en riqueza y eso sólo se da dentro del ámbito privado. Los gobernantes SOLO gastan lo que otros crearon. Este puede ser el momento en el cual los mandantes (no lo van a hacer los gobernantes: a ellos les conviene el estado actual de las cosas) nos cuestionemos acerca del mandato que damos a nuestros mandatarios.

Repito lo dicho en mi artículo anterior: “El robo de nuestros impuestos se da en la ejecución del Presupuesto de malgasto y despilfarro de los politiqueros en el ejercicio del poder. El llamado Presupuesto General del Estado, que no es más que la forma en la cual legalizan la repartición del botín. El botín son los impuestos que pagamos todos los meses los tributarios, obligados a entregar una parte sustancial de la riqueza que hemos generado a base de nuestro esfuerzo mental y físico… Unos pagan más, otros pagan menos, pero todos pagamos, aún aquellos que trabajan dentro de la economía informal, ya que cada vez que consumen un producto o usan un servicio que está controlado por los terroristas fiscales de la SAT, el precio del bien o del servicio lleva cargados los impuestos respectivos”.

También les recuerdo que si es verdad que los gobernantes no tienen dinero para cumplir con sus compromisos no es culpa de nosotros, los tributarios. Es culpa de los corruptos que se robaron nuestro dinero aprovechando el sistema de incentivos perversos, injusto e inmoral, que prevalece en nuestro país. Debemos ser cada día más los que nos oponemos por todos los medios pacíficos posibles al abuso del poder y al uso de la fuerza estatal para violentar nuestros derechos y esquilmarnos: no permitamos que los criminales que, lamentablemente, llegan a ocupar cargos públicos, continúen aprovechándose de la bondad y la credulidad de la mayoría para vender fantasías que sólo benefician a los parásitos y a los oportunistas.

                                                                                                       

Artículo publicado en el diario guatemalteco “Siglo Veintiuno”, el lunes 19 de octubre de 2015.

Etiquetas: , , , ,

11.25.2013

Presupuesto a la medida


Los diputados deben aprobar un Presupuesto General de la Nación a la medida real de los ingresos tributarios. No deben aprobar un centavo más de gastos por encima de la cantidad que van a recaudar. Los tributarios no aguantamos más expoliación. No queremos ni debemos endeudarnos más. Por supuesto, siempre habrá unos cuantos oportunistas que salgan beneficiados con el malgasto y despilfarro que hacen los gobernantes de nuestro dinero. Pero mientras, la mayoría sufre día a día para cumplir con sus compromisos y satisfacer sus necesidades, algo que los políticos en el ejercicio del poder y sus aliados creen que no les conviene entender, menos reconocer.

Los gastos se deben concentrar en las dos únicas tareas que justifican la existencia del gobierno: brindar seguridad a la población y velar porque prevalezca la justicia. Aquellos que ejercen el poder otorgado por nosotros, los mandantes, solo deben utilizarlo para asegurar el respeto a la vida, la libertad y la propiedad de todos los habitantes del país. En caso alguien violentara alguno de los derechos listados de otro, los gobernantes deben atraparlo y presentarlo ante los tribunales para que se haga justicia: que el antisocial (delincuente, criminal) compense a quien le causó un daño.

Todas las demás tareas que asigna el Estado Benefactor/Mercantilista a los gobernantes son solo una fuente de corrupción, y sobra la evidencia en el pasado y en el presente que confirma esta aseveración mía. Por ejemplo, en casi todos los casos, la educación en manos de los gobernantes termina siendo pura programación de los niños y jóvenes de hoy en futuros siervos no deliberantes… en lugar de ciudadanos pensantes. La salud a cargo del abstracto Estado no es más que un ruin y falso consuelo para los pobres y, en muchas ocasiones, más que sanar al enfermo acelera su muerte.

Recordemos lo que escribió la novelista inglesa Taylor Cadwell en “La columna de hierro”, la obra que dedicó a la vida y el legado de uno de los más importantes políticos de todos los tiempos, Marco Tulio Cicerón, quien intentó rescatar la República romana antes de que esta fuera finalmente destruida por Julio Cesar, una idea que sin ser expresada en palabras textuales del gran Senador y Cónsul homo novus de Roma en el año 63 a. C., están inspiradas en la sabiduría que este acumuló con los años: “El presupuesto debe equilibrarse, el tesoro tendrá que volver a llenarse, la deuda pública debe ser disminuida, la arrogancia de los funcionarios debe ser moderada y controlada, y la ayuda a los pobladores de tierras extranjeras tendrá que eliminarse para que Roma no vaya a la bancarrota. El pueblo debe aprender nuevamente a trabajar, en lugar de vivir a costa de la República”.

Los diputados tienen el poder de enmendar la propuesta del gobierno de Otto Pérez Molina. Trabajen señores y señoras congresistas, ustedes y sus asesores, en una propuesta que no obstaculice el progreso de los que aún intentamos producir y crear riqueza en Guatemala.


Artículo publicado en el diario guatemalteco “Siglo Veintiuno”, el lunes 25 de noviembre de 2013. La imagen fue publicada en Prensa Libre el 1/9/12.

Etiquetas: , , , , , ,

10.07.2013

Mente burócrata servil



Hace unas semanas escuché a la viceministra de Finanzas, María Castro, tratar de justificar falazmente el Presupuesto de malgasto y despilfarro de los gobernantes propuesto para el año 2014. Como es conocido, gran parte de nuestros impuestos están destinados a pagar los sueldos de quienes ¿trabajan? en el aparato estatal, y abonar a la deuda adquirida por los gobernantes. Fue lamentable escuchar al entrevistador justificar lo anterior como un compromiso del Estado que no admite discusión. Por supuesto, es fácil mantener esta posición cuando el dinero para cumplir tales compromisos sale del bolsillo de otros.

Si no alcanza lo recaudado, entonces ¿por qué siguen aumentando el número de burócratas, creando nuevos Ministerios, más secretarías y otros entes que van a necesitar personal para hacer quién sabe qué? ¿Acaso beneficia esa estructura a los obligados a mantenerla? ¿O es solo para alimentar al voraz clientelismo político? ¿Para acomodar a familiares, amigos y miembros del partido? Bien dijo George Orwell: "El lenguaje político está diseñado para hacer que las mentiras parezcan verdades y el asesinato respetable".

El mismo argumento es aplicable a la mal llamada deuda pública. ¿Por qué siguen comprometiendo al tributario adquiriendo más préstamos que no contribuyen en nada a al progreso sostenido en el largo plazo de los habitantes de nuestro país? Cada vez más parece que trabajamos primordialmente para pagar las deudas y las necesidades de otros. “Mientras más gasta el gobierno, menos puede gastar el ciudadano. Las obras públicas no se hacen con el poder milagroso de una varita mágica. Son pagadas con fondos arrancados a los ciudadanos”, Ludwig von Mises.

Otro ejemplo de la mente servil que suele tener un burócrata, es la respuesta que dio Carlos Vega, analista de ASIES, a una de las preguntas que le hicieron en la entrevista publicada el sábado 28 de septiembre en Prensa Libre: “En todo el mundo todo está registrado. No sé por qué los celulares no estaban registrados aquí”. Un ejemplo de lo dicho por Lew Rockwell: “No es una coincidencia que los Estados deseen educar a los niños. La educación del Estado, por su parte, se supone que es evidencia de la bondad del Estado y su preocupación por nuestro bienestar. La explicación real es menos halagadora. Si la propaganda del gobierno puede echar raíces mientras los niños crecen, los niños no serán una amenaza para el aparato estatal. Ellos sujetaran las cadenas a sus propios tobillos”.

Quien no se atreve a razonar, a buscar sus premisas y contrastarlas con la realidad para determinar si estas son verdaderas o falsas es esclavo de quienes piensan por él, sin importar si es el vecino, el gobernante o el resentido líder social. Quien no se atreve a cuestionarse a sí mismo, termina siendo como aquellos a quienes sigue como borrego. No es solo la ignorancia de la gente la principal causa por la cual los poderosos hacen lo que se les antoje: también lo es la ciega obediencia a preceptos falsos.


Artículo publicado en el diario guatemalteco “Siglo Veintiuno”, el lunes 7 de octubre de 2013.

Etiquetas: , , , , , , , , , , ,

5.10.2010

Embonados


Endeudados y abonados. Nuevamente fueron comprometidos por los diputados nuestros ingresos futuros. Los ingresos de nosotros: los tributarios que tendremos que pagar el despilfarro del dinero que recauden con la nueva emisión de deuda. ¿Acaso no es un negocio redondo para los gobernantes? Ellos gastan el pisto y nosotros pagamos los platos rotos. Por eso hay tantos interpretando el papel de alfombra con tal de lograr un hueso en el Congrueso o algún chance de burócrata. Si es una consultoría pagada en dólares, todavía mejor.

Ni ganas tengo de perder mi tiempo y el suyo, valorado lector, enumerando por enésima vez los motivos por los cuales la mayoría de gente pensante en Guatemala estaba opuesta a esta nueva emisión de deuda tributaria. Además de redundante, parece que a quienes ostentan el poder les da igual las consecuencias nefastas que van a tener para la economía de los guatemaltecos. En especial en los bolsillos de los más pobres, a quienes quisieran convertir en miserables mendigos, robots programados para ir a votar, para que los politiqueros en el Gobierno (¿o simulacro de gobierno?) puedan continuar sangrando a la gente productiva, honesta y trabajadora que arriesga y opta por someterse, al menos hasta la fecha, antes que rebelarse. Que prefieren fregarse emigrando a quedarse viviendo como limosneros o criminales.

Por supuesto, espero que sean pocos los que todavía creen en las buenas intenciones del gobierno solidario de Álvaro Colom, apoyado por la orgía político-partidista protagonizada por los diputados de la UNE, la GANA y el FRG, a los que se unen en muchas ocasiones los unionistas y algunos oportunistas de las bancadas minoritarias o independientes (¡qué risa!) que están prestos a meter el diente a las arcas públicas. Total, como dijo Baltasar Gracián: “"El mentiroso tiene dos males: que ni cree ni es creído”. Colom y su grupo podrían terminar como Alfonso Portillo, el único presidente que fue honesto cuando reconoció que el político es un vendedor de ilusiones: miente para ser electo, miente para apropiarse del dinero de los tributarios y miente para permanecer en el ejercicio del poder.

Endeudados y amolados. Y no sólo nosotros. También son comprometidos los ingresos esperados de aquellos que pronto van a pasar a formar parte de los habitantes productivos de nuestro país. Y probablemente a los hijos de ellos. Los tributarios del mañana que aún no han nacido.

¿Y los congruesistas? Embolados, celebrando los millones que se han embolsado. Festejando sus güizachadas, con las que pretenden vernos las caras de algo más que babosos. Preparados para aprobar más “leyes pervertidas”, como correctamente calificó en 1848 Frédéric Bastiat a la legislación positivista y violadora de los derechos de los ciudadanos. “¡Ley convertida en instrumento de todas las codicias, en lugar de frenar las codicias! ¡Ley hacedora de iniquidad cuando su misión era castigar la iniquidad!”. ¿Hasta cuándo, compatriotas, vamos a aguantar?

Artículo publicado en el diario guatemalteco “Siglo Veintiuno”, el lunes 10 de mayo de 2010. La fotografía la tomé el 18 de marzo de 2010 en la “Casa Popenoe” en La Antigua Guatemala. El símbolo en la imagen identifica a los esclavos.

Etiquetas: , , , , , , , ,