Principios / Marta Yolanda Díaz-Durán A.

5.11.2015

Voten por el corrupto menos peor





O por su corrupto preferido. Para el caso da igual. Pero respeten a los que bajo NINGÚN punto de vista vamos a apoyar con nuestro voto para presidente a personas con las cuales no coincidimos prácticamente en nada en nuestra escala de valores. Más aún, gente por la cual sentimos un profundo desprecio por ser ladrones, mentirosos y vividores. Hasta resentidos en algunos casos, no se diga asesinos y extorsionadores.

Ante tantas falsedades que circulan en lo que respecta al voto nulo para presidente, les recuerdo las sabias palabras de Albert Einstein: "Locura es hacer lo mismo una vez tras otra y esperar resultados diferentes". Voten por enésima vez por su preferido entre los deshonestos fanfarrones que se postulan para Presidente de la Nación, pero no pretendan desprestigiar o hacer titubear con falacias a quienes tenemos claro que el voto nulo para presidente ES la opción moral. Que sabemos que lo importante es quiénes lleguen al Congreso, más allá de los saqueadores que lleguen al Ejecutivo. Que conocemos la diferencia entre ser pragmáticos y ser prácticos y por tanto no negociamos principios. Yo, porque quiero vivir en una Guatemala en paz, opto por ser práctica y enfocarme en lo importante a largo plazo.




El voto nulo es el voto moral. Pero, al final, es una decisión individual: favorezca con su voto, si así lo desea, al que cree que es el menos peor de los corruptos entre los tres candidatos que tienen las mayores probabilidades de ser el próximo presidente: solo así puede darle algún sentido a la idea según la cual es la única manera de evitar que llegue a ocupar el cargo el peor de los peores. Sin embargo, considero que quienes sostienen la anterior excusa falsean la realidad y son responsables de que no hayamos podido cambiar todavía nuestro sistema presidencialista.

Por cierto, ¿desde cuándo el derecho a la libre expresión y el justo reclamo de la forma en la cual malgastan, dilapidan y se roban los gobernantes NUESTRO dinero, depende de votar o de cómo votamos? Quienes argumentan de tal manera caen en una falacia de non sequitur: no se sigue de la premisa la conclusión a la que arriban. Pero, la más absurda de las mentiras es la supuesta ilegalidad del voto nulo. ¿Acaso hay una ley que lo prohíba?

Votar nulo NO es botar el voto, como falazmente afirman algunos. Es ser coherentes con lo que pensamos y con quién queremos ser. En el largo plazo, cuando por fin le entremos de lleno al origen de nuestros problemas para cambiar el sistema político, la diferencia la harán los principios morales a partir de los cuales decidamos qué cambiar, cómo cambiarlo, por qué cambiarlo y para qué cambiarlo. Para presidente, alcalde y el Parlacen voy a votar nulo. Para el Congreso SÍ voy a votar específicamente por las planillas que considere las mejores. Quienes piensan como yo, mi única recomendación, es que no se dejen presionar por las racionalizaciones de otros. Tomen SU decisión: usen su juicio propio e independiente. Tomen la decisión que les haga sentirse dignos y bien con ustedes mismos.


Artículo publicado en el diario guatemalteco “Siglo Veintiuno”, el lunes 11 de mayo de 2015.

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11.14.2011

El menos peor



Es la conformista manera en la cual se refiere la mayoría al Presidente electo de Guatemala. Y, en este punto, coincido con quienes así se expresan. ¡Imaginen la otra opción! El bobo y cursi de Manuel Baldizón. En fin, a este último ya le dedicaré pronto un artículo. No porque lo considere hoy relevante, pero sí pienso que en cuatro años, si acaso Sandra Torres pierde el poder que todavía tiene, podría ser el candidato con más posibilidades de ser electo como Presidente para el período 2016 – 2020.

Es importante que tengamos presente que Otto Pérez Molina ganó el puesto de primer mandatario gracias al voto en contra de Manuel Baldizón. Y a todos aquellos que votaron por este motivo, los de la excusa de que voto por el menos peor, me dirijo en esta oportunidad. Primero, repito, reconociendo que coincido con ustedes en este punto. Y segundo, les escribo con la esperanza de que el motivo por el cual votaron por el candidato del Partido Patriota los haga estar más atentos, como mandantes que son, de las decisiones que tomen desde ya los actuales diputados del partido mencionado.

Más hoy que ya fueron confirmadas las intenciones de Pérez y sus seguidores de hacer una reforma fiscal según la propuesta de los mismos de siempre: los señores que ahora se agrupan bajo el nombre del G40. Los que tienen décadas de estar detrás de los sistema impositivos que imperan en Guatemala. Los que promueven la idea de que los tributarios debemos pagar más impuestos para que el gobierno, antes que y por encima de nosotros, alcancen sus objetivos. Metas que en la mayoría de los casos suelen ser absurdas e injustas, porque violan los derechos de unos para satisfacer las exigencias de otros.

Otro asunto al cual hay que ponerle mucha atención es al aumento de la burocracia prometido por los ganadores. Esa idea a lo Hugo Chávez de crear un súper “Ministerio de Desarrollo Social” a cargo, entre otros, de los programas populistas promovidos por el gobierno de los Torres-Colom. Programas que lo único que lograron es promover una cultura de la mendicidad y el chantaje, además de facilitar el robo de nuestros impuestos. Medidas que al final de la administración socialdemócrata del partido UNE, deja a los pobres más pobres de los que estaban antes de la llegada de Álvaro Colom al ejercicio del poder.

El menos peor de los otrora candidatos nos puede hacer tanto daño como lo habría hecho el más peor, si la mayoría se cruza de brazos y espera ingenuamente que la deteriorada situación en la que vivimos mejore con el cambio de pandilla en el ejercicio del poder. La diferencia no la harán ellos: la haremos nosotros, haciendo las cosas de manera distinta a como las hemos hecho hasta la fecha. Como bien dijo Albert Einstein: “The significant problems we face cannot be solved by the same level of thinking that created them”. El cambio en nuestro sistema político de las premisas falsas por las verdaderas es fundamental.


Artículo publicado en el diario guatemalteco “Siglo Veintiuno” el lunes 14 de noviembre de 2011. La imagen la bajé de el sito del diario español “El mundo”.

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