Hoy cumplió Otto
Pérez Molina un año como primer mandatario de la República de Guatemala. Un año
en el cual la mayoría de quienes votaron por él se sienten decepcionados,
desencantados, traicionados. Un año en el cual, en lugar de hacer propuestas
para eliminar los obstáculos que hay para la creación de riqueza y de trabajos
productivos, optó por apoyar propuestas populistas para satisfacer a los
dirigentes de los grupos de presión que pululan en nuestra nación.
Aún peor, impulsó
y pasó de urgencia nacional (comprando el voto de muchos
diputados arrastrados) un nuevo paquetazo
fiscal que castiga todavía más a quien intenta trabajar y crear. Un aumento
de impuestos basado en premisas falsas. Un sistema impositivo injusto, que le
quita a quien produce, para entregarlo principalmente a los gorrones, a los
saqueadores, a los resentidos que se regodean de la aparente indefensión de los
ciudadanos que obedecen sin chistar ante la amenaza de irse presos si no se
prestan dócilmente a la expoliación de la cual son víctimas.
Y todo lo
anterior es apenas una pequeña parte de los errores del gobierno del Partido
Patriota que asumió el ejercicio del poder hace un año. Si me pongo a comentar
todos los escándalos de corrupción que hemos conocido (¡cuántos más serán!) ni
siquiera para listarlos me alcanzaría el diario entero. Corrupción consentida
por el Presidente y su Vicepresidente, Roxana Baldetti. Y no se necesita ser
muy ágil mentalmente para entender por qué se
hacen de la vista gorda ante el descaro con el cual se roban el dinero de
los tributarios.
Hoy es, a mi
parecer, un día ideal para recordar y reivindicar mi decisión de votar nulo
para Presidente y Vicepresidente, la cual compartí con mis lectores el lunes 5
de septiembre de 2011: “Mi voto para presidente… será nulo…. La mía es una
decisión propia: un juicio independiente, producto de mi mente. El resultado de
un proceso lógico cuyo objetivo es ser coherente conmigo y mis valores. Ser
íntegra. Nunca votaría en contra de mis principios. Esa acción es, a mi
parecer, la peor traición”.
“Yo actúo en pos
de aquello que valoro. [En este caso, voto] Por aquellos con quienes comparto
una escala similar de valores. Por quienes considero que coincidimos de alguna
manera en un código moral… Votar es un verbo que nos muestra el sentido de la
vida de quien lo ejerce… comparto muy poco, en algunos casos nada (ni valores
ni código moral), con los candidatos actuales a presidente del Organismo
Ejecutivo… Votaré por lo que me importa… Votaré por mí y por mis seres
queridos. Votaré por un gobierno de leyes y no de reyes”.
Si queremos que
mejoren las condiciones de vida en Guatemala, debemos cambiar el régimen de
corte presidencialista, el sistema de Estado Benefactor/Mercantilista que
impera, por un Estado de Derecho, donde el ejercicio del poder sea limitado a
las funciones esenciales del gobierno dentro de la idea republicana a la que
aspiramos los ciudadanos responsables, productivos y conscientes del país.
Artículo publicado en el
diario guatemalteco “Siglo Veintiuno”, el lunes 14 de enero de 2013. La imagen se explica por sí sola, y ya la compartí con anterioridad.Etiquetas: corrupción, Derecho al voto, Estado benefactor, Estado de Derecho, gobierno, grupos de presión, impuestos, injusticia, mercantilismo, Otto Pérez Molina, populismo, República, Roxana Baldetti
4 Comments:
¿Sabía usted que es delito tomar fotografías a los votos?
By Javier Bonilla, at 12:01 p.m.
corrección NECESARIA
para los chapines que
nos dejamos impresionar cada 4 años
creyendo que las personas y no los proyectos de personas comprometidas son las que generaran el cambio que CHAPINLANDIA necesita...
By EsamJFreak, at 2:33 p.m.
NO es delito fotografiar uno SU voto. El voto secreto es un derecho, no una obligación. La fotografía la tomé con el permiso de los encargados de la mesa y del responsable de mi centro de votación.
By Marta Yolanda Díaz-Durán Alvarado, at 6:08 p.m.
Hasta ahorita vi la respuesta. Pues yo estuve en una mesa electoral. Parte de mis atribuciones era garantizar la secretividad del voto y si no lo hubiera hecho incurría en un delito (según el Reglamento de la Ley Electoral). Por lo mismo era prohibido que las personas tomaran fotos en el centro de votación. Esto se hace con el afán de evitar la compra de votos. Lastimosamente las personas de esa junta receptora de votos no siguieron las reglas, algo que nos tiene hundidos como sociedad.
By Javier Bonilla, at 7:41 p.m.
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