El Sr. Presidente, Otto Pérez Molina, al
mejor estilo de los dictadores del siglo diecinueve y del siglo veinte, pidió a
los diputados que de regalo de cumpleaños aprobaran la mal llamada iniciativa
de ley de desarrollo rural integral,
que tal y como varios ya lo han mencionado, más debería de llamarse de subdesarrollo y yo le agrego el apellido
de general, ya que no solo va a afectar a quienes viven en las áreas rurales,
sino a todos los habitantes de Guatemala, a excepción de los saqueadores y los oportunistas
que sueñan con los miles de millones de quetzales de los tributarios que van a
circular (no será bloqueado su libre tránsito) por el nuevo Ministerio que
piensan crear.
Lo anterior confirma,
una vez más, mi convicción de que el actual Presidente, como los anteriores, no
tiene ni la menor idea de lo que es gobernar hoy en el siglo veintiuno, cuando
somos muchos (cada vez más) los que estamos claros en lo que respecta a nuestro
papel en una República Liberal, como la que aspira a ser Guatemala. Nosotros
somos los mandantes y el Presidente del Ejecutivo el mandatario. Nosotros
ordenamos y él obedece un mandato específico. Ahora ¿cuál es ese mandato
específico? ¿Por qué se da? ¿Para qué sirve?:
Escribe Ayn Rand
en el ensayo titulado “La naturaleza del gobierno”: “Una sociedad que le roba
al individuo el producto de sus esfuerzos, lo esclaviza o intenta limitar la
libertad de su mente, o lo compele a actuar contra su propio juicio racional, una
sociedad que crea un conflicto entre sus dictámenes y los requerimientos de la naturaleza
humana, no es, estrictamente hablando, una sociedad sino una turba que se
mantiene unida bajo el poder de un grupo dedicado al pandillaje político
institucionalizado. Una sociedad así destruye todos los valores de la
coexistencia humana, no tiene justificación posible y no representa una fuente
de beneficios, sino la más mortal de las amenazas para la supervivencia humana…
“Si una sociedad
no proporcionara a sus integrantes una protección organizada contra la fuerza,
obligaría a todo ciudadano a estar permanentemente armado, a convertir su hogar
en una fortaleza…
“Para excluir la
violencia de las relaciones sociales se necesita una institución que se encargue
de la tarea de proteger los derechos de los hombres de acuerdo con un código de
reglas objetivo. Ésta es la misión de un gobierno (de un gobierno justo), su misión
básica; es su única justificación moral y la razón por la cual los hombres
necesitan un gobierno. Un gobierno es el medio para mantener el uso de la
fuerza física represiva bajo un control objetivo, es decir, bajo leyes
objetivamente definidas”.
Tómese el
presente artículo como mi regalo para el Presidente y todos aquellos que ansían
llegar al ejercicio del poder. Tómese como marco de acción para aquellos que
los vamos a elegir y queremos vivir dentro de una sociedad basada en el respeto
mutuo. En una sociedad de personas libres, de personas responsables.
Artículo publicado en el
diario guatemalteco “Siglo Veintiuno”, el lunes 3 de diciembre de 2012. La
imagen es de Luis Soto para “elPeriódico”.Etiquetas: Ayn Rand, Congreso, cumpleaños, dictadura, gobierno, Guatemala, La naturaleza del gobierno, La virtud del egoísmo, Ley de desarrollo rural, Otto Pérez Molina
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