No lo sé. Más
aún, pienso que nunca existió más que en los sueños de algunos ilusos que, o
negociaron principios o no entendieron qué es una República. Lo que sí sé con
certeza es que hoy no existe, aunque en papel así haya quedado escrito. Como
bien reza el refrán: “Del dicho al hecho hay un gran trecho”. Creer que un fiambre de legislación positivista va a
constituir una República, solo porque así se le nombre, es un error. Lo único
que esto refleja son los caprichos arbitrarios de quien legisla y de aquellos a
quienes pretende privilegiar. Y todavía hay quienes, ingenuamente, se engañan y
tratan de engañar a otros repitiendo que Guatemala es una República porque está
decretado en el título de nuestra Constitución. Absurdo. Guatemala es una
democracia donde prevalece la tiranía de la mayoría ejercida por una minoría
que al final es la única beneficiada.
Lo lamentable es
que los gobernantes actuales pueden hacer lo que se les antoje porque muchos
votaron en línea: votaron por Otto
Pérez Molina para Presidente y votaron por los diputados propuestos por el
Partido Patriota para el Congreso. ¿Por qué le cuesta a tantos entender lo
importante que es DIVIDIR el poder? Sobre todo en el modelo benefactor/mercantilista que prevalece
en nuestro país. "El poder tiende a corromper. El poder absoluto corrompe
absolutamente", sabias palabras de Lord Acton.
¿Cómo es posible
que Otto Pérez Molina y Roxana Baldetti, Presidente y Vicepresidente del Organismo
Ejecutivo, decidan quiénes van a integrar la directiva del Organismo
Legislativo? ¿Qué pasó con la independencia de poderes del Estado, condición sine qua non para la existencia de una República?
Lo irónico es que la mayoría de periodistas y analistas solo están preocupados por quién llega a la Presidencia
del Congreso, y no por la forma en que
llega.
Por cierto,
considero que el próximo Presidente del Congreso, NO es un empresario. Es un
mercantilista. Y la diferencia entre ambos conceptos es ABISMAL. La diferencia
es vital. ¿Será Pedro Muadi tan destructivo y dañino como lo ha sido Godofredo
Rivera? No lo sé. Lo sabremos hasta cuando asuma su cargo. Lo que sé hasta hoy
es que para que él llegara a la Presidencia del Congreso, además de violentarse
el sistema de pesos y contrapesos necesario para la protección de los derechos
individuales de todos, también se autorizó el robo descarado de por lo menos 70
millones de dólares por medio de dos préstamos para comprar aviones y radares
brasileños.
Además, acordaron
aprobar la irracional propuesta de Presupuesto de malgasto y despilfarro del Gobierno y sus organismos adjuntos
(Legislativo y Judicial) para el año 2013. Y circula el rumor de que parte del
precio que pagó el sector organizado
mercantilista para que nombraran a Muadi incluye la aprobación de la
consulta popular para la reforma Constitucional impulsada por Otto Pérez
Molina. Si así son las vísperas ¿cómo serán las fiestas?
Artículo publicado en el
diario guatemalteco “Siglo Veintiuno”, el lunes 22 de octubre de 2012.
Etiquetas: Congreso, corrupción, Godofredo Rivera, Guatemala, Junta Directiva, Legislativo, Otto Pérez, Pedro Muadi, reforma constitucional, República, Roxana Baldetti
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