Principios / Marta Yolanda Díaz-Durán A.

10.22.2012

¿Cuándo murió la República de Guatemala?




No lo sé. Más aún, pienso que nunca existió más que en los sueños de algunos ilusos que, o negociaron principios o no entendieron qué es una República. Lo que sí sé con certeza es que hoy no existe, aunque en papel así haya quedado escrito. Como bien reza el refrán: “Del dicho al hecho hay un gran trecho”. Creer que un fiambre de legislación positivista va a constituir una República, solo porque así se le nombre, es un error. Lo único que esto refleja son los caprichos arbitrarios de quien legisla y de aquellos a quienes pretende privilegiar. Y todavía hay quienes, ingenuamente, se engañan y tratan de engañar a otros repitiendo que Guatemala es una República porque está decretado en el título de nuestra Constitución. Absurdo. Guatemala es una democracia donde prevalece la tiranía de la mayoría ejercida por una minoría que al final es la única beneficiada.

Lo lamentable es que los gobernantes actuales pueden hacer lo que se les antoje porque muchos votaron en línea: votaron por Otto Pérez Molina para Presidente y votaron por los diputados propuestos por el Partido Patriota para el Congreso. ¿Por qué le cuesta a tantos entender lo importante que es DIVIDIR el poder? Sobre todo en el modelo benefactor/mercantilista que prevalece en nuestro país. "El poder tiende a corromper. El poder absoluto corrompe absolutamente", sabias palabras de Lord Acton.

¿Cómo es posible que Otto Pérez Molina y Roxana Baldetti, Presidente y Vicepresidente del Organismo Ejecutivo, decidan quiénes van a integrar la directiva del Organismo Legislativo? ¿Qué pasó con la independencia de poderes del Estado, condición sine qua non para la existencia de una República? Lo irónico es que la mayoría de periodistas y analistas solo están preocupados por quién llega a la Presidencia del Congreso, y  no por la forma en que llega.

Por cierto, considero que el próximo Presidente del Congreso, NO es un empresario. Es un mercantilista. Y la diferencia entre ambos conceptos es ABISMAL. La diferencia es vital. ¿Será Pedro Muadi tan destructivo y dañino como lo ha sido Godofredo Rivera? No lo sé. Lo sabremos hasta cuando asuma su cargo. Lo que sé hasta hoy es que para que él llegara a la Presidencia del Congreso, además de violentarse el sistema de pesos y contrapesos necesario para la protección de los derechos individuales de todos, también se autorizó el robo descarado de por lo menos 70 millones de dólares por medio de dos préstamos para comprar aviones y radares brasileños.

Además, acordaron aprobar la irracional propuesta de Presupuesto de malgasto y despilfarro del Gobierno y sus organismos adjuntos (Legislativo y Judicial) para el año 2013. Y circula el rumor de que parte del precio que pagó el sector organizado mercantilista para que nombraran a Muadi incluye la aprobación de la consulta popular para la reforma Constitucional impulsada por Otto Pérez Molina. Si así son las vísperas ¿cómo serán las fiestas?


Artículo publicado en el diario guatemalteco “Siglo Veintiuno”, el lunes 22 de octubre de 2012.

Etiquetas: , , , , , , , , , ,