Principios / Marta Yolanda Díaz-Durán A.

10.01.2012

Organización de Narcotraficantes Unidos




A finales de septiembre del presente año, se reunieron en un lugar desconocido de Latinoamérica los representantes de los grupos de narcos más poderosos del planeta. Bueno, para ser exactos, también llegaron los líderes de las pequeñas pandillas a las cuales era importante mantener controladas. O utilizar de conejillos de indias cuando alguien debía ser capturado y presentado ante los medios. La Organización de Narcotraficantes Unidos, conocida como la ONU, es la más poderosa entidad global actual. Ni siquiera la organización con la cual ¿casualmente? comparten siglas logra igualar el poder que tienen los miembros de la ONU mencionada.

Como todos los años, convocan la Asamblea General para analizar las medidas que impulsarán por medio de sus empleados que año tras año, en la otra organización, se encargan de velar porque no termine la prohibición que hace más de 51 años sentó los cimientos necesarios para que lograran construir un imperio como pocos se han visto en la historia. Si no fuera por el servilismo de quienes ratificaron la “Convención única de 1961 sobre estupefacientes”, la cual enmendaron posteriormente para aumentar sus ganancias y las de sus aliados, no hubieran acumulado fortunas que hacen palidecer a los tesoros mal habidos de los conquistadores romanos.

Por supuesto, lo anterior tampoco hubiera sido posible sin la colaboración de aquellos políticos, y sus discípulos, que durante la prohibición del consumo de alcohol en los años 20 del siglo pasado, descubrieron una inagotable fuente de ingresos gracias a la intromisión gubernamental en actividades legítimas de las personas, que pueden ser catalogadas como un vicio, pero nunca un crimen.

En las reuniones previas al debate general, participaron los lugartenientes de las figuras más prominentes del momento. En estas sesiones acordaron las medidas de seguridad necesarias para asegurar la presencia de sus patrones, además de discutir asuntos menores como, por ejemplo, quiénes serían los siguientes condenados a ser capturados por las fuerzas de seguridad de los países amigos. Los candidatos eran escogidos entre los traidores y entre aquellos que se sentían crecidos solo por haber robado un territorio a alguno de los grandes.

En el debate general se enfrascaron en una intensa discusión sobre el creciente apoyo a la idea de descriminalizar la producción, la comercialización y el consumo de las sustancias prohibidas; en especial el cannabis, la cocaína y los opiáceos. Productos sobre los cuales están sustentados sus ingresos. En esta ONU, a diferencia de la otra, existe un verdadero debate, no solo discursos que pocos escuchan. Saben que es el momento clave para acordar las estrategias que les permitirán seguir vivos en todo sentido.

Lo anterior se dio después de la presentación que hizo el Chapo Guzmán, quien aprovechó el tiempo para recordar el importante legado que les había dejado, junto con entrañables enseñanzas, el venerado Pablo Escobar. Mención especial mereció, como casi todos los años, el presidente estadounidense Richard Nixon, quien dio un impulso exponencial a sus negocios desde que declaró la guerra frontal contra las drogas. El acuerdo final, como es usual, es un secreto del cual les contaré en otra oportunidad.


Artículo publicado en el diario guatemalteco “Siglo Veintiuno”, el lunes 1 de octubre de 2012. La imagen la bajé del blog “xmagazinenews”.

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