Será un año
complicado. La relación entre los gobernantes y los ciudadanos será tensa. Será
violenta. En algunos casos llegará a una codependencia enfermiza que hará daño
no solo a los involucrados, sino a los ciudadanos que no formemos parte de
ninguno de los grupos en conflicto. Por supuesto, en todos los casos habrá un
común denominador: el gobierno de Guatemala encabezado por el presidente del
Ejecutivo, Otto Pérez Molina y manejado por la vicepresidente del mismo
Organismo, Roxana Baldetti.
Los anteriores
van a enfrentar medidas de hecho que van a tomar los grupos de presión que
pretenden que se les otorguen privilegios que al final solo benefician a
aquellos que dirigen tales colectivos.
Y nosotros, los ciudadanos trabajadores, responsables, respetuosos de los
derechos de los otros, vamos a pagar las consecuencias porque, como ya hemos
experimentado a la fecha, cada vez que estos grupos de oportunistas exigen
algo, no afectan a los gobernantes, sino a los gobernados que se encuentran en
sus actividades cotidianas. Daniel Pascual, Luis Lara, Joviel Acevedo… son
nombres conocidos por casi todos. Personajes que desde finales del año pasado
amenazaron con actos violentos si no se les complace.
Del Congreso
espero poco. Lo mismo de siempre. No obstante, considero que este 2013, a
diferencia de lo que vimos en 2012, no va a ser tan fácil para Pérez y Baldetti
comprar los votos que necesiten para que aprueben los paquetes de leyes que
deseen. La campaña política para las elecciones del año 2015 ya inició de
manera formal. Varios de los precandidatos a Presidente, además de hacerse
obvios, anunciaron públicamente sus intenciones y empezaron a ensuciar el
paisaje de nuestro país con su propaganda anticipada.
¡Qué fugaz fue el
tiempo real de gobierno del Partido
Patriota! Poco importa que entreguen el poder hasta enero de 2016. Lo bueno que
pudieron hacer por el bienestar general no lo hicieron cuando pudieron. Todo lo
contrario. Al traicionar a sus electores y romper sus promesas de campaña
aprobando un aumento de impuestos y otorgándole más poder arbitrario a la
Superintendencia de Administración Tributaria, más conocida como la Sat-ánica, hicieron más difícil la vida
en Guatemala para quienes producen y crean riqueza legítimamente. Además de
ahuyentar el capital que necesitamos para progresar.
Tampoco creo
posible que haya avances este año en el Organismo Judicial, a pesar de las
buenas intenciones del Presidente de la Corte Suprema de Justicia. Una vez en
nuestro país siga reinando la CICIG, que con sus estrategias recuerda a la Gestapo
Nazi y a la KGB de los soviéticos, la justicia en Guatemala es una utopía.
2013 va a exigir
de los mandantes un mayor uso de su razón, para que las decisiones que tomemos
no solo nos permitan pasar la tormenta
que se avecina, sino logremos iniciar el proceso de cambio ansiado por la
mayoría. El cambio para bien de todos, menos de los delincuentes, de los
criminales, de los saqueadores, de los parásitos…
Artículo publicado en el
diario guatemalteco “Siglo Veintiuno”, el lunes 7 de enero de 2013.Etiquetas: 2013, 2015, campaña política, CICIG, conflictos, Gestapo, Guatemala, KGB, medidas de hecho, Miguel Gutierrez, Otto Pérez Molina, Pavel Centeno, Roxana Baldetti, SAT
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