Y no son buenas noticias. Todo lo contrario. En casi todo el
mundo se cuestiona cómo se presentan en los medios de comunicación al público
los hechos que son relevantes para el ser humano. Hechos que describen nuestro
presente y configuran nuestro futuro. Esta crítica, justificada en la mayoría
de los casos, ha llevado a muchos a recurrir a otros medios ajenos a los
tradicionales que, gracias a la Internet, facilitan el acceso a la información.
Sin embargo, en muchos casos, los datos que encontramos en estos medios
alternativos son menos fiables que aquellos que encontramos en los mismos medios
organizados que hoy son cuestionados.
¿Quién va a llenar el vacío que dejan los periodistas que
han olvidado la misión de nuestro oficio? Es una pregunta que todos debemos
hacernos: desde quienes reportan los hechos, pasando por aquellos que los
analizamos, hasta quienes consumimos la información que, al final, somos todos.
De lo contrario, corremos el riesgo de que ese vacío lo terminen llenando los
gobernantes, y es aquí donde debemos recordar la advertencia que nos hace
George Orwell en “1984”.
La misión del periodismo y, por tanto, la misión del
periodista, es la búsqueda de la verdad de los hechos. Para esto, nos gusten o
no los resultados de nuestra búsqueda, debemos ser leales a esos hechos. No
debemos falsear la realidad. Debemos ser objetivos. Lamentablemente, con
excusas burdas y argumentos falaces que no son sostenibles cuando se
cuestionan, durante ya décadas, los profesores de periodismo han convencido a
los estudiantes y futuros buscadores de
la verdad, de que esto es imposible. Y, casi sin discusión, esta mentira, contradictoriamente,
ha sido aceptada por la mayoría como una verdad.
Pero no sólo son responsables los periodistas. También son
culpables de esta situación la mayoría de los consumidores de noticias que son
incapaces de diferenciar entre la realidad y la ficción y fácilmente son manipulados
por aquellos que, o no reportan verazmente los hechos o, simplemente, mienten
descaradamente y con conocimiento de causa para alcanzar sus fines o avanzar
los intereses de los grupos de presión buscadores de privilegios con los cuales
simpatizan.
Esta era de la desconfianza casi generalizada en la que
vivimos, les ha facilitado a demagogos y oportunistas acercarse al ejercicio
del poder. Esa desconfianza tanto a la mayoría de los políticos como a los
miembros de las supuestas élites
(convertidas en grupos de presión) y a los periodistas en los medios
tradicionales, ha beneficiado a los peores representantes de nuestras
sociedades que, por medio de sus discursos que apelan a las emociones de los
electores y no a su razón, terminan ejerciendo el poder con pocas limitaciones
en muchos casos. En fin, en río revuelto ganancia de malhechores, como bien me
gusta parafrasear el célebre refrán.
¿Cómo cambiar el estado actual de las cosas en el mundo del
periodismo? Cuestionándonos. Y la primera pregunta que debemos hacernos es por
qué creemos lo que creemos. Mejor aún, le pregunto, ¿por qué cree usted lo que
cree?
Artículo publicado en el diario guatemalteco
“Siglo Veintiuno”, el lunes 16 de octubre de 2017.Etiquetas: 1984, Ficción, George Orwell, grupos de presión, medios de comunicación, noticias, periodismo, periodista, poder, Privilegios, realidad, verdad
1 Comments:
Respondiendo a la última pregunta, porque tengo convicción de ello respaldado en hechos. Me parece que expresa muy bien, "no debemos falsear la realidad" pero he ahí exactamente el problema de la mayoría del público guatemalteco y se convierte así en caldo de cultivo para individuos con el unico objetivo de servir a intereses particulares que en general no persiguen mas que el de beneficios propios. Lejos entonces queda lo que llamamos objetividad. Y es mas considero que esas personas se sienten moralmente superiores a los demás hecho que les impide ver mas allá de sus propias narices. Por ello valoro mucho lo que hacen en Libertopolis por de ahi me sobran dedos de una mano para contar los programas o periodistas del medio nacional (el internacional tampoco es que se diga un dichado de virtudes) que pueda considerarlos una opcion confiable. Saludos Eddy Salazar
By Unknown, at 9:39 p.m.
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