Principios / Marta Yolanda Díaz-Durán A.

8.03.2015

¿Quiere mantener más diputados?



Y no solo mantenerlos, ¡pagarles su propaganda electoral! A ellos y a todos los miembros de sus partidos que deseen un hueso en el Congreso o en cualquier otro lado de la corrupta burocracia del abstracto Estado. Yo, como lo enfaticé en mi artículo de la semana pasada, me opongo ROTUNDAMENTE a que me obliguen a pagar las campañas publicitarias de los partidos por medio de cambios a la Legislación Electorera y de Pandillas Politiqueras (LEPP).
                                  
Rechazo la intención de los magistrados del Tribunal Supremo Electoral (TSE), de Iván Velásquez de la CICIG, y de los actuales diputados de que NOSOTROS, los ya agobiados tributarios, seamos obligados a financiar las campañas publicitarias de gente que en su mayoría despreciamos por mentirosos, holgazanes y ladrones. Reformas que le pidió Otto Pérez Molina a sus diputados que aprobaran con carácter de urgencia ¿Por qué?

Los cambios propuestos no sólo van a seguir atrayendo a embusteros, a saqueadores y a gorrones, sino también a más oportunistas que les da igual llegar o no al ejercicio del poder, ya que se conforman con vivir cómodamente de ser los eternos candidatos: vivirán de las campañas pagadas por usted y yo. Las reformas propuestas por el TSE que ya fueron aprobadas en segunda lectura (aunque bajo un procedimiento cuestionado) sólo les facilitan a los politiqueros llegar al ejercicio del poder utilizando NUESTRO dinero (los impuestos que nos son expoliados) pero NO cambian los motivos por los cuáles estas joyitas quieren llegar al ejercicio del poder. El sistema de incentivos perversos (intervencionista, colectivista) que atrae a los peores representantes de nuestra sociedad continúa vigente y fortalecido.

Con las #ReformasMañosas, además de recetarse por lo menos Q150 millones de nuestros impuestos sólo para pagar su publicidad durante las elecciones, aumentan el número de diputados a 160, permiten el transfuguismo en el año electoral, mantienen la elección de diputados por listados, proponen cuotas de poder para mujeres e indígenas que solo van a fomentar el nepotismo y el clientelismo y consolidan el cartel de las pandillas politiqueras que sin duda se van a multiplicar por medio de la creación de comités cívicos, solo para mencionar los más nefastos cambios que pretenden aprobar ilegalmente los congresistas. Por cierto, Velásquez mintió al declarar en CNN que estas reformas fueron consensuadas. ¿Consensuadas por quiénes? ¿Por aquellos que ha acusado de corruptos? ¿Por grupos de presión?

Necesitamos cambios en nuestro sistema político actual (Estado Benefactor/Mercantilista). Pero no se trata de hacer cambios por hacerlos. Debemos hacer las reformas radicales que nos permitan acabar de raíz con el origen de la corrupción, que es el sistema de incentivos perversos, inmoral e injusto, que prevalece en Guatemala y, lamentablemente, la mayoría de las reformas propuestas a la LEPP que están discutiendo los diputados, en lugar de acabarlo, lo refuerza en beneficio de los saqueadores que llegan al poder.



Artículo publicado en el diario guatemalteco “Siglo Veintiuno”, el lunes 3 de agosto de 2015.

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