Principios / Marta Yolanda Díaz-Durán A.

12.14.2015

“Te voy a violar, te voy a matar”



Y a pesar de la advertencia que le hizo Jordy Ernesto Cabrera Diéguez (22 años), Melody Valesca López García (17 años) decidió continuar viéndolo: decidió seguir siendo su amiga. Jordy Ernesto cumplió su amenaza a principios de octubre: el 4 del mencionado mes, fue localizado el cadáver de Melody, junto con el de Mildred Alejandra Álvarez (18 años), en la 18 avenida y 25 calle de la Colonia La Palmita en la zona 5, no muy lejos de donde vive Cabrera, quien fue apresado en su hogar el pasado miércoles 9 de diciembre. Según el Inacif, las colegialas fueron estranguladas con un torniquete.

Cabrera se hizo amigo de López y de Álvarez por Facebook, un medio que, como cualquier otra herramienta creada por el ser humano, puede servir para construir o destruir: todo depende de quién la use, con qué objetivo y qué decida hacer con ésta. Después de leer sobre este caso real de una mente criminal y otra mente irracional, confirmo una vez más lo cierta que es la afirmación de Ayn Rand de que el ser humano puede falsear la realidad, pero no puede evitar las consecuencias de falsearla.

¿Por qué creyó Melody que la amenaza era una broma? ¿A quién se le puede ocurrir que amenazar a alguien de violarle y asesinarle es chistoso? ¿Cuál es el estado mental de un tipo que fríamente le advierte a otra persona de que va a acabar con su vida después de violarla? Sin duda, un psicópata. Pero, lo que más me impacta es que haya gente tan… voy a decir ingenua por respeto a los familiares de las víctimas, que le sigan el juego a semejantes individuos que por lo menos deberían estar encerrados en un manicomio para que no representen un peligro para los demás. Al final, el resultado de la mala decisión de Melody y Mildred, son dos cadáveres, los de ellas mismas. Not funny.

Como en otras ocasiones, llego a la conclusión de que el principal problema no son los delincuentes y criminales: los mentirosos, los ladrones, los estafadores, los extorsionistas, los violadores, los secuestradores y los asesinos. El principal problema son los incautos que se dejan de los antisociales que violan sus derechos individuales o se sientan a ver apaciblemente, como si fuera una película, cómo esos depravados violan la vida, la libertad y la propiedad de los demás, creyendo cándidamente que a ellos nunca les va a pasar nada. Hasta que su decisión de falsear la realidad les cobra la factura. Lo anterior es aplicable a otras esferas de la acción humana, principalmente la política.

Es el ámbito moral donde el sistema de incentivos perversos dentro del cual vivimos ha causado el mayor daño. La mayoría ha olvidado que el ser humano cosecha lo que siembra. Que debemos ser responsables a la hora de tomar las decisiones a partir de las cuales vamos a actuar. Que toda decisión que tomamos, unas más que otras pero todas de alguna manera, van a afectar nuestra vida en el largo plazo. De cada uno de nosotros depende que no terminemos como Melody y Mildred: en el fondo de un barranco. 


Artículo publicado en el diario guatemalteco “Siglo Veintiuno”, el lunes 14 de diciembre de 2015. La fotografía de Jordy Ernesto Cabrera la tomó Domingo Tercero para "Siglo Veintiuno".

Etiquetas: , , , , , , , ,