Principios / Marta Yolanda Díaz-Durán A.

9.07.2015

El porqué voté



Voté porque como mandante que soy es mi derecho elegir a los mandatarios de mi país. Un derecho por el cual pagaron un precio alto nuestros antepasados. Un reconocimiento republicano propio de los Estados modernos. Elegí votar porque es un derecho y NO una obligación, que si así fuera, sería una violación a la libertad de cada uno de decidir ejercer su derecho a votar o no. Votar y cómo o por quién votar ES una decisión individual. Nadie debe presionar a otro a que vote, y menos cómo votar o por quién votar. Nadie debe aceptar tal presión cuando se da.
                                      
Voté porque quiero vivir en Guatemala, aunque en condiciones diferentes. Quiero vivir en una sociedad en la que prevalezca el respeto a la vida, la libertad y la propiedad de todos. Una sociedad en la que podamos convivir en paz. Aquí decidí construir mi hogar, trabajar y crear la riqueza que me permite satisfacer mis necesidades y ayudar a mis seres queridos. Voté porque aquí se encuentran mis valores específicos más preciados: mi familia y mis amigos.

Voté porque necesitamos cambiar el sistema de incentivos perversos en el cual vivimos. Cambio que depende del Congreso. Voté para diputados del distrito central por los propuestos por Encuentro por Guatemala, porque la lista la encabeza Luis Pedro Álvarez Morales, a quien conozco personalmente: sé que es una persona digna y honesta y, en general, tiene las ideas claras. En el caso del listado nacional también voté por los propuestos por Encuentro por Guatemala, principalmente por la confianza que tengo en Álvarez Morales.

Voté nulo para presidente, nulo para alcalde y nulo para el Parlacen. Yo no voto por corruptos. Tampoco voy a apoyar con mi voto a personas con las cuales no coincido en su forma de ver el mundo, como lo hicieron quienes falsearon la realidad y racionalizaron su voto apoyando a alguien con el que no coinciden en valores, que va a violentar sus derechos individuales y que va a impulsar más de lo mismo: un sistema fracasado, estatista, colectivista e intervencionista que, además, es injusto e inmoral. Un sistema parasitario que se basa en el robo legalizado. Todos los candidatos proponían continuar con el Estado Benefactor/Mercantilista. ¿Por qué los iba a favorecer con mi voto? Es actuar en contra de mis intereses y los de mis seres queridos en el largo plazo.

En la legislación guatemalteca NO existe el “voto en contra de x”. Sólo existe el voto a favor de individuos específicos, con propuestas específicas, que compiten por un cargo de elección popular. Quien quiera que quede como próximo presidente del Ejecutivo entre los que van a competir en la segunda vuelta electoral ocupará tal cargo por el voto de quienes lo favorezcan. Por eso es importante que NO tenga poder en el Legislativo. Es la única forma de proteger nuestros derechos individuales. Por eso es importante que el despertar del mandante en Guatemala no sea pura llamarada de tusa. Nosotros seremos los más importantes fiscalizadores del uso del poder de ahora en adelante.

                                                                                                       

Artículo publicado en el diario guatemalteco “Siglo Veintiuno”, el lunes 7 de septiembre de 2015.

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