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"Los Estados Unidos no es una democracia. Es una república. En una democracia, la mayoría impera. En una república todo individuo es protegido de la mayoría". |
La democracia y la república son
incompatibles. Sólo puede prevalecer una de las dos formas de gobierno porque
son contrarias desde su mismo origen. Tanto Platón como Aristóteles lo
entendieron bien y ambos plantearon en sus respectivos trabajos sobre la
política lo que consideraban la mejor opción para sustituir a la democracia, la
cual le permitió a la mayoría condenar a muerte a Sócrates nada más porque no
les parecía lo que les enseñaba a sus discípulos. De las dos propuestas,
considero que la correcta es la aristotélica, que describe una forma de
gobierno similar a la que hoy conocemos como república.
Lamentablemente, después de
alrededor de mil años de oscuridad intelectual, donde el placer de pensar quedó
reservado a unos pocos, algunos de los primeros que se atrevieron a pensar
fuera del clero, previo y durante el período de la ilustración, confundieron
ambas formas de gobierno. Y, ante el abuso de poder de los señores feudales, de
los reyes, de la nobleza y de los religiosos, dispusieron que lo ideal fuera
darle el poder a la mayoría, ignorando que también la mayoría se puede
equivocar y cometer abusos, si las reglas que prevalecen privilegian lo que
muchos desean frente a los derechos individuales de todos. Y es en este punto
donde radica la diferencia básica entre la democracia y la república.
En la democracia, al menos en la
teoría, la minoría electa para gobernar hace lo que la mayoría quiere. En la república, se respetan y protegen los derechos individuales de todos. Cuál es
la forma de gobierno justa y correcta dependerá de la que sea la función de los
mandatarios/gobernantes: ¿velar por el interés de unos en detrimento de los
derechos de otros? ¿O proteger a todos de los actos delincuenciales y
criminales de los antisociales?
El sistema demócrata es el
vehículo por el cual llegan al ejercicio del poder los oportunistas y los vividores.
También los dictadores, en el peor de los casos. La república por supuesto que
también propone como forma de elección el sufragio universal. Aunque considero
que en algunos casos (como las elecciones para las cortes) podemos recuperar
las elecciones por sorteo que eran propias de la democracia ateniense.
Es importante señalar que el
poder arbitrario, discrecional y casi ilimitado que otorga el estatismo,
promovido por muchos con la excusa de atender las necesidades de los más pobres
y corregir supuestas inequidades, es
la fuente de toda corrupción. El abuso del poder es lo que podemos esperar
cuando se pervierten las funciones del gobierno y se traicionan los
principios republicanos. Ni usted, ni yo
ni nadie tenemos el derecho de violentar el derecho de otros de ninguna manera.
Aunque fuéramos una mayoría, eso no nos faculta para violentar los derechos de
la minoría, recordando siempre que la minoría más pequeña es UN solo individuo.
Esa minoría podemos ser usted, yo o cualquiera. En Guatemala impera la democracia. Que a nuestra nación se le llame república, no quiere decir que lo
sea.
Artículo publicado en el diario
guatemalteco “Siglo Veintiuno”, el lunes 30 de mayo de 2016.
Etiquetas: abuso, Aristóteles, Democracia, Guatemala, Ilustración, Platón, poder, República, Sócrates, sufragio universal
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