Los cambios a la
Legislación electorera y de pandillas
politiqueras (LEPP) que pasaron ya en dos
lecturas (porque no hubo debate) son NEFASTOS:
son más de los mismo
(estatismo, intervencionismo y colectivismo), además de que fortalecen a las bandas actuales y otorgan privilegios a grupos de interés que sólo van a facilitar
el clientelismo dentro de las
organizaciones
criminales legales mencionadas, o sea, dentro de los partidos políticos.
Repito lo que escribí hace unas semanas:
“Lo aprobado por la comisión del Congreso a cargo de conocer
las reformas a la LEPP dice lo
siguiente en el Artículo 65 que reforma el artículo 220 del Decreto número 1-85
de la Asamblea Nacional Constituyente, la Ley Electoral y de Partidos
Políticos: …“f) El Tribunal Supremo Electoral, deberá destinar de su ¿propio?
presupuesto [que sale de nuestros
bolsillos], en el año electoral, una cantidad como parte del financiamiento
público [el dinero que nos fue exprimido
bajo amenaza de ir a la cárcel] que promueva un acceso igualitario a los espacios y los tiempos en los medios de
comunicación social. El cálculo del monto a asignar será el equivalente a NO
MENOS del cero punto veinticinco por ciento (0.25%) [¡Q.150 millones!] de los ingresos ordinarios del Estado [la ficción a partir de la cual los parásitos quieren vivir a costa de
los creadores de riqueza: los que se esfuerzan mental y físicamente por ganarse
el pan diario de cada día]”.
“Los cambios propuestos no sólo van a seguir atrayendo a
embusteros, a saqueadores y a gorrones, sino también a más oportunistas que les
da igual llegar o no al ejercicio del poder, ya que se conforman con vivir
cómodamente de ser los eternos candidatos:
vivirán de las campañas pagadas por nosotros. Las reformas propuestas… sólo les
facilitan a los politiqueros llegar al ejercicio del poder utilizando NUESTRO
dinero (los impuestos que nos son expoliados) pero NO cambian los motivos por
los cuáles quieren llegar al ejercicio del poder. El sistema de incentivos
perversos (intervencionista, colectivista) que atrae a los peores
representantes de nuestra sociedad continúa vigente y fortalecido”.
“Además de recetarse por lo menos Q150 millones de nuestros
impuestos sólo para pagar su publicidad durante las elecciones, aumentan el
número de diputados a 160, permiten el transfuguismo en el año electoral,
mantienen la elección de diputados por listados, proponen cuotas de poder para mujeres
e indígenas que solo van a fomentar
el nepotismo y el clientelismo y consolidan el cartel de las pandillas politiqueras que sin duda se
van a multiplicar por medio de la creación de comités cívicos”.
El cambio RADICAL es urgente, pero lo
que pretenden en el Congreso es aprobar más de lo mismo. En lugar de mejorar la
situación la van a empeorar. Las modificaciones que están discutiendo otorgan
más poder a los gobernantes, no impulsan el Estado de Derecho, facilitan el
robo de nuestros impuestos y promueven el clientelismo y el nepotismo. No a
ESTAS reformas a la LEPP.
Artículo publicado
en el diario guatemalteco “Siglo Veintiuno”, el lunes 28 de septiembre de 2015.
Etiquetas: Congreso, corrupción, Ley Electoral y de Partidos Políticos, nepotismo, Privilegios, reforma
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