Ya para hoy, son muchos los artículos y reportajes que han
escrito otros sobre el primer año del gobierno de Jimmy Morales y el Partido
FCN-Nación. Sobra la evidencia presentada a la fecha para sustentar la
calificación que la mayoría de participantes en los sondeos le han dado a la
actual administración. Una calificación que no pasa de 3 puntos, apoyada por
más del 70 por ciento de los partícipes que en algunos casos superaron a las
1500 personas: un número razonable para permitirme asegurar que,
independientemente de las ilusorias notas que le otorgaron los parientes al
Presidente y la que él mismo se dio, la mayoría de los guatemaltecos están
inconformes con el trabajo de Morales y de su equipo.
En lo que a mí respecta, no tenía esperanzas de que Morales
fuera a ser diferente que el resto de gente que ha gobernado en las últimas
décadas, incluidas las últimas dos del siglo veinte, ya que fue electo bajo el
sistema de incentivos perversos que prevalece desde hace más de 70 años, el
cual atrae a los peores representantes de nuestra sociedad. Por eso, en las
elecciones pasadas, tal y como expliqué con detalle en varios escritos, voté
nulo para Presidente. No obstante, coincido con los que insistieron en que la
otra opción, Sandra Torres, era peor que la de votar por un cómico que ha
mostrado que su verdadera vocación es la actuación. Ya que por lo visto, no
tiene ni la menor idea de cuáles son las medidas necesarias para cambiar la miserable
situación en la que vive la mayoría de los guatemaltecos.
Sus principales preocupaciones han sido viajar y, por
supuesto, exprimir aún más a los agobiados empresarios y trabajadores del país.
En lo poco que ha tenido un relativo éxito es en la campaña inquisitoria de la SAT
que, con medidas bien llamadas terroristas, lograron superar la meta de
expoliación del año pasado. Tal vez el ministro de Gobernación ha tenido
algunos aciertos, pero estos se han visto opacados por la corrupción en la PNC
y el aumento en las extorsiones y otros delitos, además del desastre que
prevalece en el sistema penitenciario.
Muchos lo que sueñan es con encontrar un trabajo que les
permita sobrevivir y/o mejorar su calidad de vida. Pero para la mayoría no
pasará de ser un sueño, mientras que su vida real se asemeja más a una
pesadilla, porque ¿cómo conseguir un empleo productivo en un país dónde se
castiga a los emprendedores y se ahuyenta el capital? ¡Qué diferencia con otros
lugares donde sí se respeta a los creadores de riqueza! Tal es el caso de Jeff
Bezos (Amazon) que calcula crear en los próximos 18 meses 100 mil nuevos
puestos, a pesar de la proyección de la OIT de que este año va aumentar el
desempleo mundial. Ese es el engaño de las estadísticas y los promedios: en las
sociedades que hay menos intervencionismo estatal y más se acercan al ideal
capitalista, la gente prospera. En países como el nuestro, lo que avanzará será
la pobreza. A menos de que ¡al fin! la mayoría entienda que el origen del
problema está en el sistema.
Artículo publicado en el diario guatemalteco
“Siglo Veintiuno”, el lunes 9 de enero de 2017.Etiquetas: Amazon, corrupción, empleo, FCN, gobierno, impuestos, Jeff Bezos, Jimmy Morales, Nación, OIT, terrorismo
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