Hoy te escribo a ti. Sí, a ti que estas harto
de la situación en la cual vives. Que estás cansado de levantarte antes de que
salga el sol y llegar a tu casa horas después de que este se ocultó. Tú,
ciudadano que empiezas a aceptar, aunque sea a regañadientes, que esa situación
no va a cambiar a menos que TÚ decidas intervenir. Que TÚ decidas ejercer como
mandante. Que TÚ decidas aclararte las ideas. Que TÚ asumas tus
responsabilidades contigo mismo y con aquellos seres queridos a quienes
libremente has decidido apoyar. Que te des cuenta que la raíz del problema se
encuentra en ti mismo y la actitud que has tomado frente a los retos propios de
tu decisión de vivir en sociedad con otros.
Hoy que dedico a ti mi artículo, ya sabes que,
de nuevo, te mintieron aquellos que te prometieron hacer las cosas diferentes
al resto. Ese cambio significativo que esperabas para ti y tus seres queridos
se esfuma conforme avanzan los días. ¿Cómo iban a ser diferentes si llegaron al
poder con un discurso similar al de sus antecesores? Sí, analiza bien lo que te
ofrecieron en las elecciones pasadas y compáralo con lo que ofrecieron la
mayoría de quienes traicionaron tu confianza en administraciones pasadas.
Cuando están en campaña, todos están en contra de la corrupción, todos se
venden como diferentes a los demás, todos juran y perjuran que como ellos no
hay ningún otro.
Pero al final, resulta que no es verdad. Sin
duda te preguntas, ¿por qué? Lo primero que debes hacer para responder esta
pregunta es cuestionarte a ti mismo. ¿Alguna vez, honestamente, creíste que
iban a cumplir lo que creías que te ofrecían cuando te enamoraban para que les
dieras tu voto? ¿Qué creías que te iban a dar? ¿Te mintieron sabiendo tú, aunque
no lo quisieras reconocer, que te mentían? ¿Fuiste cómplice del engaño? ¿Por
qué?
Sufres en carne propia los horrores del sistema
inmoral que priva en nuestra sociedad. Un sistema que es el producto de las
ideas erradas de nuestros antepasados, pero que si continúa vigente es con tu
venia, con tu aprobación. Cada vez que aceptas que aquellos que elegiste como
mandatarios violenten los derechos de unos para satisfacer las demandas de
otros, estás siendo partícipe de una injusticia que tarde o temprano te va a golpear
en la cara. Sí, mañana la injusticia la cometerán contigo.
¿Eres de los que creen que es trabajo de otros
el dar la batalla por el bienestar de todos? ¿Crees que hay quienes tienen la
obligación de sacrificarse por el resto, entre ese resto tú? Si es así, estás
equivocado. La tarea es de todos los que queremos seguir viviendo en Guatemala,
pero en condiciones diferentes. Si eres, como lo soy yo, parte del grupo que
desea vivir en una sociedad en paz, donde todos seamos libres de buscar nuestra
prosperidad a partir del esfuerzo que estemos dispuestos a dar, donde la
probabilidad de que atenten contra tu vida, la vida de aquellos a quienes amas
y contra tus bienes sea la mínima posible, debes pelear por ese objetivo. Sólo
así lo vamos a alcanzar.
Artículo
publicado en el diario guatemalteco
“Siglo Veintiuno”, el lunes 15 de febrero de 2016.Etiquetas: batalla, corrupción, ideas, mandantes, politicos, responsabilidad, sistema de incentivos
1 Comments:
Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo http://www.diariorc.com/2016/02/04/la-dinamica-emergente-de-la-democracia/
By Unknown, at 10:59 a.m.
Publicar un comentario
<< Home