Principios / Marta Yolanda Díaz-Durán A.

2.15.2016

Carta al mandante



Hoy te escribo a ti. Sí, a ti que estas harto de la situación en la cual vives. Que estás cansado de levantarte antes de que salga el sol y llegar a tu casa horas después de que este se ocultó. Tú, ciudadano que empiezas a aceptar, aunque sea a regañadientes, que esa situación no va a cambiar a menos que TÚ decidas intervenir. Que TÚ decidas ejercer como mandante. Que TÚ decidas aclararte las ideas. Que TÚ asumas tus responsabilidades contigo mismo y con aquellos seres queridos a quienes libremente has decidido apoyar. Que te des cuenta que la raíz del problema se encuentra en ti mismo y la actitud que has tomado frente a los retos propios de tu decisión de vivir en sociedad con otros.

Hoy que dedico a ti mi artículo, ya sabes que, de nuevo, te mintieron aquellos que te prometieron hacer las cosas diferentes al resto. Ese cambio significativo que esperabas para ti y tus seres queridos se esfuma conforme avanzan los días. ¿Cómo iban a ser diferentes si llegaron al poder con un discurso similar al de sus antecesores? Sí, analiza bien lo que te ofrecieron en las elecciones pasadas y compáralo con lo que ofrecieron la mayoría de quienes traicionaron tu confianza en administraciones pasadas. Cuando están en campaña, todos están en contra de la corrupción, todos se venden como diferentes a los demás, todos juran y perjuran que como ellos no hay ningún otro.

Pero al final, resulta que no es verdad. Sin duda te preguntas, ¿por qué? Lo primero que debes hacer para responder esta pregunta es cuestionarte a ti mismo. ¿Alguna vez, honestamente, creíste que iban a cumplir lo que creías que te ofrecían cuando te enamoraban para que les dieras tu voto? ¿Qué creías que te iban a dar? ¿Te mintieron sabiendo tú, aunque no lo quisieras reconocer, que te mentían? ¿Fuiste cómplice del engaño? ¿Por qué?

Sufres en carne propia los horrores del sistema inmoral que priva en nuestra sociedad. Un sistema que es el producto de las ideas erradas de nuestros antepasados, pero que si continúa vigente es con tu venia, con tu aprobación. Cada vez que aceptas que aquellos que elegiste como mandatarios violenten los derechos de unos para satisfacer las demandas de otros, estás siendo partícipe de una injusticia que tarde o temprano te va a golpear en la cara. Sí, mañana la injusticia la cometerán contigo.

¿Eres de los que creen que es trabajo de otros el dar la batalla por el bienestar de todos? ¿Crees que hay quienes tienen la obligación de sacrificarse por el resto, entre ese resto tú? Si es así, estás equivocado. La tarea es de todos los que queremos seguir viviendo en Guatemala, pero en condiciones diferentes. Si eres, como lo soy yo, parte del grupo que desea vivir en una sociedad en paz, donde todos seamos libres de buscar nuestra prosperidad a partir del esfuerzo que estemos dispuestos a dar, donde la probabilidad de que atenten contra tu vida, la vida de aquellos a quienes amas y contra tus bienes sea la mínima posible, debes pelear por ese objetivo. Sólo así lo vamos a alcanzar.


Artículo publicado en el diario guatemalteco “Siglo Veintiuno”, el lunes 15 de febrero de 2016.

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1 Comments:

  • Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo http://www.diariorc.com/2016/02/04/la-dinamica-emergente-de-la-democracia/

    By Blogger Unknown, at 10:59 a.m.  

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