¿Qué espero de este año que recién
empezó? Mucha actividad y emoción en todas las áreas de mi vida, tanto en mi
esfera privada como en la pública. En ambas espero que mis aciertos sean
mayores que mis errores, y que los logros pueda compartirlos con mis pares y
aquellos que, como yo, aspiran a vivir en una Guatemala en paz. Quienes
deseamos vivir en una sociedad donde nos respetemos los unos a los otros, en la
que cada vez sean menos los que pretendan parasitar de los demás y en la que
encontremos menos obstáculos en la búsqueda de nuestra felicidad.
Por supuesto, es fácil describir
esa sociedad ideal, pero sé que alcanzarla es una tarea titánica. Pero, ¿quién dijo
miedo? Como bien dice el refrán: “Al toro hay que agarrarlo por los cuernos”.
Y es así como debemos enfrentar este período que comenzó hace pocos días. No sólo
en los retos políticos que vamos a enfrentar, sino en todos los aspectos de
nuestra existencia, no me canso de decirlo, única e irrepetible. Recuerde que
si USTED no vive su vida, nadie más lo hará en su nombre. No se deje manipular
por lo que digan los demás, por más bien intencionados que sean. Decida quién
quiere ser y constrúyase a sí mismo. Asuma su responsabilidad más importante:
ser la mejor versión suya. No pretenda ser quién no es. Acepte las
consecuencias de sus acciones y que usted es el resultado de SUS decisiones.
Ahora, en el ámbito público,
debemos prepararnos para un nuevo período de elecciones políticas. A pesar de
que probablemente ya vivió otros años en los cuales se eligen (al menos en
teoría) a los responsables de velar porque las violaciones a la vida, la
libertad y la propiedad de todos se reduzcan al mínimo posible; y de que
quienes violenten los derechos individuales de otros compensen a sus víctimas (los
encargados de la seguridad y la aplicación de la justicia), considero
objetivamente que este 2015 será diferente.
Primero, por el aumento de la
influencia de los ciudadanos por medio de las redes sociales virtuales: el uso
de estos medios va a ser clave en lo que respecta a las próximas votaciones
generales. Segundo, porque el deterioro de la economía de la mayoría junto con
el aumento de la delincuencia y la criminalidad puede llegar a un punto
crítico. Tercero, porque el hastío extendido a casi toda la población en lo que
respecta a la corrupción imparable y creciente de los gobernantes y su hambre
desmedido por apropiarse de lo que es nuestro por medio de más impuestos,
estados de excepción, fideicomisos… puede ser un detonante que permita que en
esta ocasión más se preocupen por el cambio del sistema
estatista/colectivista/intervencionista por uno donde el poder sea limitado
únicamente al necesario para que quienes salgan favorecidos en las elecciones
cumplan con sus funciones primordiales.
¿Van a cambiar radicalmente nuestras
condiciones de vida este año? No lo sé. Sólo sé que tendremos una nueva
oportunidad que debemos aprovechar. Dependerá de cada uno de nosotros y de lo
que decidamos hacer.
Artículo publicado en el diario guatemalteco
“Siglo Veintiuno”, el lunes 5 de enero de 2015.Etiquetas: 2015, elecciones, Estado de Derecho, felicidad, libertad, oportunidad, Paz, propiedad, vida
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