Principios / Marta Yolanda Díaz-Durán A.

4.02.2006

Rent

Renta: Cantidad de dinero a pagar por el alquiler de una cosa. Al menos, eso dice el diccionario. Ese compromiso que muchos sufren al llegar el fin de mes. En el caso de Guatemala y la mayoría de países, la renta se paga anticipada: si no, “out”. Así es la vida, no existe almuerzo gratis: todo tiene un costo. Por cierto, esa vida, ¿la rentamos? ¿Quién es el arrendante?

Y pagar el alquiler es sólo uno de los problemas que enfrenta un grupo de artistas, residentes de la ciudad de Nueva York a finales del siglo pasado. Poco han cambiado las cosas para los bohemios de Jonathan Larson: nos recuerdan a los bohemios de Giacomo Puccini, con cien años de diferencia.

Al fin llega al cine el musical Rent, después de casi diez años de su exitosa presentación “off Broadway”, lo que nos permite a quienes no pernoctamos en la urbe multicultural y plurilingüe por excelencia, admirar la obra única, pero memorable, de Larson, quien muere, por increíble que resulte, la noche previa al estreno de su ópera prima. Y última.

“Five hundred twenty-five thousand six hundred minutes”. Quinientos veinticinco mil seiscientos minutos. Momentos tan queridos que representan un año de vida suyo o mío. O la vida de un desconocido. Y de eso trata Rent: un año en la vida de un grupo de ocho amigos, amantes, enemigos… soñadores de existencias complicadas: enfermas, algunas de ellas.

¿Cómo medir un año lleno de circunstancias, decisiones y acciones? Trescientos sesenta y cinco días de errores y aciertos. ¿Y si lo medimos en amaneceres y atardeceres? Mejor en meridianos llenos de luz del sol, o medianoches iluminadas por la luna. ¿Puedes encender la mecha que prende la candela de mi pasión?

Podríamos medir esa vida en tasas de café, en copas de vino, en risas, en lágrimas derramadas, en retos enfrentados y algunos superados. En libros leídos. ¿Y qué acerca de los latidos del corazón?

La conclusión final es medir la vida como una temporada de amor, con quinientos veinticinco mil seiscientos viajes que planificar: cada día nuevo por vivir con verdades aprendidas, que dejan atrás puentes quemados que no volveremos a cruzar. Recordemos que parte de esa medición es también la forma en que se muere: como dejas de ser el inquilino de un cuerpo prestado por tiempo determinado. ¿O arrendado?

A los rentistas les interesa celebrar un año de vida del amigo que se fue celebrando y cantando su historia. Así, lo mantienen cobijado en la calida habitación que es su corazón. Así, no lo olvidan: reside en ellos.

La vida bohemia, sin duda, es algo más que drogas, alcohol, sexo, travestismo y excesos. Es una forma más de buscar respuestas a las interrogantes humanas, en este caso de ocho ansias que se cruzan y en ocasiones chocan. Es como grabar una película sin guión: sencillamente, ese espacio de tiempo que transcurre desde que nacemos hasta que morimos. Una trama a veces intensa y a ratos monótona. Aparentemente. ¿Cuán cerca está la ficción de la realidad? Más de lo imaginable.

Rent, producción estadounidense de 2005, cuenta con la dirección de Chris Columbus. El guión estuvo a cargo de Stephen Chbosky, basado en el musical de Jonathan Larson y cuenta con las actuaciones de varios de los actores que participaron en la puesta en escena primigenia: Taye Diggs, Wilson Jermaine Heredia, Jesse L. Martin, Idina Menzel, Adam Pascal y Anthony Rapp. Al elenco se unen Rosario Dawson y Tracie Thoms. La fotografía es de Stephen Goldblatt y el montaje estuvo a cargo de Richard Pearson.

En fin, todos cargamos con nuestro equipaje, sin garantía eterna. ¿Quién se corre el riesgo de firmar el contrato de amar? Al terminar, sólo me queda recordar: qué maravillosa vida la que escogimos rentar. No deje de habitar en ella, no vaya a ser que su contrato expire más rápido de lo previsto… si deja de pagar el costo de alquilar, cualquiera que éste sea.


Nota: esta crítica de cine se publicó en la revista “Orbe” del mes de abril de 2006.

2 Comments:

  • marta buena tarde le quiero decir que soy una oyente de su programa siga adelante y solo le pido un poco de cordura

    By Anonymous Anónimo, at 3:07 p.m.  

  • Gracias por escuchar "Todo a pulmón".

    Sin embargo, no me queda claro lo de "un poco de cordura". Quiero aclararle que yo no vivo mi vida al estilo de los "bohemios" mencionados, quienes son protagonistas de este éxito teatral. Sin embargo, respeto las decisiones de cada quien de cómo vivir su vida, cuando éstas no violan los derechos de los otros. Y, sobre todo, como en este caso, asumen las consecuencias de sus acciones y buscan ser felices, derecho humano por excelencia: ese deseo sí lo comparto con ellos. Sugiero que si se anima a ver la película, trate de dejar a un lado sus prejuicios e intente entender la vida de los personajes que pueden representar situaciones reales.

    Por cierto, Rent es una ópera rock, no lírica.

    Saludos.

    By Anonymous Anónimo, at 10:12 a.m.  

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