¿Qué significa ser libre? ¿Qué se necesita para
ser libres? ¿Cuáles son las responsabilidades que adquirimos al reclamar
nuestro derecho a la Libertad? ¿Cuáles son las obligaciones de los otros? ¿Para
qué queremos y debemos actuar en base a nuestro juicio propio? ¿Dentro de qué
contexto es necesario reconocer el derecho a ser libres?
¿Qué es la libertad? Es la condición sine qua
non, junto con la propiedad privada, para vivir en sociedad. Las decisiones que
cada persona toma en lo que respecta a su vida y a sus bienes deben ser
respetadas, una vez esas decisiones no violenten los mismos derechos de los
otros que reclama para sí mismo. Para poder alcanzar nuestros fines, debemos
ser libres de actuar según nuestro juicio propio, les parezca o no a los demás.
Sólo así lograremos convertirnos en quien queremos ser.
Necesitamos muchas cosas para sobrevivir y
vivir la mejor vida posible. Necesitamos un trabajo productivo, educación,
gozar de una buena salud, un techo que nos cubra de las variaciones del clima,
un vestido que nos proteja, tiempo de ocio… y muchas cosas más, dependiendo de
lo que deseamos para vivir como nosotros queramos. El único responsable de
satisfacer tales necesidades es uno mismo. Es injusto pretender cargar a otros
con nuestras responsabilidades individuales.
Es una falacia decir que necesitamos tener
satisfechas nuestras necesidades para ser libres. Aquellos que piensan de esa
manera, también creen que hay unos que deben ser en cierta medida esclavizados
para mantener a otros, lo que es una clara contradicción en una sociedad de
personas libres. Para ser libres necesitamos que los demás nos respeten y no
interfieran con nuestras decisiones, una vez éstas no violen los derechos de
otros. Cada uno de nosotros es responsable de esforzarse, mental y físicamente,
para satisfacer sus necesidades y la de sus seres queridos.
Para poder satisfacer nuestras necesidades nos
debemos respetar los unos a los otros. Todos aquellos que no pretendemos
vivir a costa de los demás, que somos respetuosos de los derechos de los otros
y asumimos la responsabilidad de nuestra vida y nuestras acciones, tenemos la solvencia
moral de exigir a los demás que nos respeten. Todos, no importa nuestra edad, sexo, nacionalidad, etnia, escolaridad…
tenemos la oportunidad de corregir nuestro camino y decidir nuestro destino.
Sobran historias de individuos que,
independientemente de las condiciones miserables en las cuales nacieron, en
base a su ingenio, empeño y trabajo lograron crear la riqueza necesaria para
vivir cómodamente y mejorar su calidad de vida y la de sus familias. Casos como
el de Steve Jobs que mejoraron su propia vida y la de millones de personas. “Nadie
me ayudó. Nadie me regaló nada. Nadie me ha dejado nada. Todo lo que tengo, me
lo gané”, declaró la escritora inglesa Taylor Cadwell a un entrevistador en
1976. Una meta a la cual podemos aspirar para sentirnos orgullosos de nosotros
mismos y vivir una vida digna de recordar por otros.
Artículo publicado en el diario guatemalteco
“Siglo Veintiuno”, el lunes 12 de septiembre de 2016.Etiquetas: derechos, injusticia, libertad, necesidades, respeto, responsabilidad, Steve Jobs, Taylor Cadwell
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