¿Resfriado o gripe?
Me preocupa en especial el dolor de garganta y la tos. Al fin, después de mi mente, la garganta es una de mis herramientas de trabajo más importante. Así que no me queda otra más que intentar descansar: una medida, creo, de entrada fallida: sólo una buena intención, como nuestro sistema político. Sin duda, tendré que tomar cantidades industriales de líquidos, en especial Echinacea, esperando que el proceso normal de la más común de las enfermedades, pase rápidamente. ¿Deberé visitar al médico? Uf, qué fastidio.
En fin, ¿por qué la solución a nuestros problemas nacionales, las enfermedades que afectan nuestra esfera pública, no es tan sencilla? Qué fácil fuera dejar pasar las cosas, a pesar de tantas mentiras, denuncias de corrupción, clientelismo, abuso de poder… a todo nivel, y esperar el milagro de que las cosas cambien por sí solas para bien de todos. Sin embargo, vivir con esta creencia es lo mismo que pasársela drogado toda la vida, evadiendo la realidad. La cura de nuestros males sociales implica, primero, un cambio de mentalidad: superar el paradigma dominante del Estado Benefactor/mercantilista. Segundo, olvidarnos de que Batman, Superman, la Mujer Maravilla y/o las Chicas Superpoderosas, nos van a rescatar. Y, tercero, un cambio radical a nuestra legislación.
Según la Wikipedia, “El resfriado común es una enfermedad infecciosa viral leve de la nariz y la garganta, del sistema respiratorio superior. Sus síntomas son estornudos, secreción nasal, goteo/congestión nasal, picor, dolor o flema en la garganta, tos, cefalea y una sensación de malestar general; normalmente duran entre 3 y 10 días. El resfriado común pertenece a las infecciones del tracto respiratorio superior. Es distinto de la gripe, una infección viral más grave del tracto respiratorio que muestra síntomas adicionales: fiebre en aumento, temblores y dolores musculares, aun cuando muchas personas confunden ambos términos”.
Nuestra Guatemala sufre de algo más que un resfrío. Hemos entrado a una etapa crítica de la gripe que puede convertirse en una neumonía mortal. Más aún, ya a miles de personas la situación que enfrentamos les ha costado la vida. Muchos la han perdido en un intento de irse del país, buscando en otras naciones las oportunidades que aquí no encuentran. Y otros que decidieron quedarse, murieron como consecuencia de la creciente criminalidad que amenaza a todos como un virus incontenible, ante la indiferencia fáctica de los gobernantes republicanamente electos. ¿Hasta cuándo vamos a aguantar?
Articulo publicado en el diario guatemalteco “Siglo Veintiuno”, el lunes 4 de agosto de 2008.
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