Principios / Marta Yolanda Díaz-Durán A.

6.02.2008

Cien años


“Pasaste a mi lado con gran indiferencia, tus ojos ni siguiera voltearon hacia mi. Te vi sin que me vieras, te hable sin que me oyeras, y toda mi amargura se ahogo dentro de mí. Me duele hasta la vida, saber que me olvidaste, pensar que ni desprecios merezca yo de ti. Y sin embargo sigues, unida a mi existencia, y si vivo cien años, cien años pienso en ti”.

Al llegar a los primeros cien días del gobierno de Álvaro Colom, recuerdo esta inmortal canción, interpretada originalmente por el célebre Pedro Infante, que en la década de los años 90 del siglo pasado, fue resucitada por Thalía, la conocida Timbiriche, hoy esposa del todopoderoso Tommy Mottola.

Total, pasarán más de cien, mil, un millón de días o años, que el Estado Benefactor/mercantilista y la socialdemocracia no van a facilitar el progreso, en el largo plazo, de todos los habitantes de Guatemala: el progreso de quienes están dispuestos a arriesgar, trabajar y producir, respetando la propiedad, libertad y vida de los demás. Lo que es peor, el Estado Benefactor/mercantilista obstaculiza el camino de aquellos dispuestos a invertir y transformar recursos en riqueza.

Hoy confirmamos lo que sabíamos muchos desde antes: que la propuesta de cambio en cien días de la UNE, no era más que una estrategia politiquera para enfrentar la campaña presidencial de la segunda vuelta electoral. Y fue el propio Colom quien confirmó lo que sospechaban algunos y otros simplemente se negaban a creer: que sólo era una estafa más.

Hecho confirmado con la presentación del fantasioso informe de los cien días, el cual reafirma la creencia de que en lugar de avanzar, hemos retrocedido. Sentir de tantos que observan como el crimen aumenta (sólo los secuestros se calcula que se triplicaron) y miran con asombro como regresan a la administración pública los pocos mafiosos que habían sido depurados en el gobierno anterior. Y qué decir de las negociaciones que ha cerrado el gobierno con personajes nefastos como Joviel Acevedo y sus cuarenta ladrones, escapados de la cueva bajo el mando de Enrique Torres, cuñado de Álvaro Colom, quien, para colmo de males, se declaró el Presidente de los pobres. ¿Y el resto no tenemos Presidente? ¿Será que debemos convocar a una nueva elección para decidir quién ocupa la vacante? ¿O acaso profetiza Colom que cuando termine su período todos vamos a ser pobres?

Aunque, el problema, como diría Arjona, no son sólo las mentiras de Álvaro Colom y sus seguidores, sino que tantos todavía las crean. Mentiras a las cuales, lamentablemente, nos han acostumbrado los políticos: populistas y demagogos en su mayoría. En fin, el meollo del asunto lo encontramos en la amargura que crece en el corazón de muchos en nuestro país, debida al declive en su calidad de vida y las perspectivas negativas del futuro cercano. Ojalá que después de más de 60 años con el mismo sistema fracasado, no necesitemos llegar a los cien para cambiarlo.


Articulo publicado en el diario guatemalteco “Siglo Veintiuno”, el lunes 28 de abril de 2008. La fotografía la tomé el sábado 19 de enero de 2008, en una visita a la casa de la familia de Warren Orbaugh.

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1 Comments:

  • SUEÑO AZUL DE ARCO IRIS
    Que lindo fuese lo que no es
    Que no es más que el sueño del que se atreve a soñar
    El balance existe en la vida
    Pues no todo lo que se sueña se pude tener
    El sueño enamorado del tiempo
    Y el tiempo enamorado del sueño
    ¿Quien eres tú?
    La eternidad
    Donde vivimos
    Donde pienso
    En la dama del sueño azul
    y su arco iris

    GERSON

    By Anonymous Anónimo, at 9:13 a.m.  

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