Principios / Marta Yolanda Díaz-Durán A.

12.04.2007

Patria sin potestad


Pensar es un acto volitivo. No se puede pensar sin un objetivo. Pensar conlleva un esfuerzo por aclararse las ideas. Todo lo demás es divagar. Por ese denuedo, muchos, ante la faena a emprender sin resultados predecibles, prefieren dejar en manos de otros la ardua tarea de pensar. Luego se conforman, sin cuestionar, con los paradigmas generalmente dados por ciertos. Y la mayoría de esos paradigmas están basados más en tergiversaciones de la verdad que en hechos evidentes, verificables. Pura manipulación emocional alejada de la realidad objetiva. Un engaño, generalmente, con un fin político o ideológico.

Y ese, tristemente, es el caso, entre otros, de las adopciones, en el cual, a partir de situaciones condenables que deben ser esclarecidas, como es el caso de algunos secuestros de niños, maliciosamente llamados “robos” (¿quiénes equiparan a los infantes con una propiedad material?) que, sin suficiente evidencia, pretenden relacionar con tan importante Institución. Entonces, fácilmente logran que personas bien intencionadas e ingenuas, con poco tiempo para reflexionar sobre el tema, generalice de la siguiente forma: sustracción de menores ergo adopciones. Concluyendo, de esa manera, que hay que penalizar uno de los actos más benevolentes que han existido: el de dar una criatura a padres que no lo procrearon, pero desean criarlo.

Y así, se les allana el camino a quienes desean acabar con el derecho a la patria potestad, estatizando la adopción, creando burocracia (como todo el entramado de los gobiernos) ineficiente, inefectiva y cara, pagada con el trabajo, riesgo y producción de los tributarios, que han sido privados de una gran parte del fruto de su laboriosidad.

¿Cómo puede alguien creer, conociendo la ineptitud del Estado, en cumplir con sus funciones primordiales de dar seguridad y justicia, que aquellos que decidieron construir la cárcel de máxima seguridad “El Boquerón” al lado de una casa hogar para niñas, van a saber que es mejor para los huérfanos? ¿Gente que sólo corre avorazada a hincarle los dientes a nuestros impuestos? ¿Individuos que ya piñatizaron y se repartieron lo que aún no han ni siquiera recaudado? (Léase: Presupuesto General de la Nación 2008). Y sin duda, no me alcanzan 2900 caracteres para listar las linduras conocidas de los susodichos personajes.

Si entran en vigencia las leyes que centralizan la adopción, en lugar de poner un alto a supuestos actos criminales, los multiplicarían, junto con la corrupción que acarrearía la discrecionalidad otorgada a los burócratas.


Y al final, no sólo acabarían con la libertad de los padres de dar a sus hijos en adopción, sino que dañarían enormemente el derecho a la patria potestad de todos. ¿No me cree? Investigue, conozca, lea las propuestas y pregúntese: ¿si usted llegará a faltar, confiaría en que el gobernante de turno decidiera quienes se encargarían de velar por sus hijos? Pensemos.



Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo Veintiuno", el lunes 3 de diciembre de 2007.

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1 Comments:

  • hey muy buen blog...

    interesante .. espero poder leer todo mas despacio saludos

    By Blogger I.M.O.W., at 3:30 p.m.  

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