O, como es oficialmente conocido, el “Presupuesto de Ingresos y Egresos
de la Nación”, se encuentra en el último trecho de su aprobación. Tienen,
los más de 40 ladrones que integran la cueva del Congreso, hasta el próximo
viernes 30 de noviembre para aprobarlo. Por ese motivo, y ante la
urgencia de saquear a los tributarios en el año de Hidalgo, el año
de pendejo el que deje algo, se declararon en sesión permanente.
No tengo el espacio, ni el tiempo, de listar todas la críticas que se le
han hecho a la absurda propuesta del exministro de Finanzas, Julio Héctor
Estrada. Sin embargo, quiero mencionar al menos algunas, entre estas, la
denuncia de los diputados de Encuentro por Guatemala de que en el proyecto de
presupuesto 2019 no hay ministerio ni fondo que no tenga incrementos en
los renglones 029, 015, 022, 021 (para contratación de personal temporal) que
juntos suman Q23 mil millones.
Según una investigación de elPeriódico, el proyecto de presupuesto está
basado en los nexos de varios diputados con determinados entes gubernamentales.
Por ejemplo, establece que la asignación de Q120 millones adicionales para el
Ministerio de Salud, deberá ser utilizada específicamente para la compra de
equipo y el remozamiento, por parte del Cuerpo de Ingenieros
del Ejército, de los hospitales de Quiché, Alta Verapaz y Santa Rosa, asignación
que coincide con el distrito de los diputados Estuardo Galdámez, Rudy Pereira y
Marco Aurelio Pineda.
La Comisión de Finanzas agregó Q60 millones para la construcción de
canchas deportivas que a cargo del viceministerio de Deportes en el que Mario
Renato Monterroso García, sobrino del diputado Hugo Fernando García Gudiel,
estaría a cargo de su ejecución. También crearon una
partida presupuestaria de Q25 millones para pagar un subsidio de
transporte al adulto mayor. Dicho aporte sería recibido por una asociación de
transportistas con sede en Escuintla, y aparentemente fueron gestionados por
el diputado Domingo Trejo.
El incremento de Q50 millones a la partida del MAGA para el fortalecimiento
de la administración del agua, al parecer beneficia a los dos hijos de la
diputada Delia Bac que trabajan en dicho ministerio. Además, el incremento de
Q12.5 millones al Registro de Información Catastral se debe a que éste es
controlado por familiares, amigos y socios del diputado Armando Escribá.
Por último, otro incremento relevante es el de Q75 millones para el
viceministerio de Seguridad Alimentaria que es dirigido por Manfred Melgar
Padilla, hermano del diputado Herbert Armando Melgar Padilla.
Esperemos que prevalezca la falta de acuerdos bajo la mesa,
para que no logren alcanzar su perverso objetivo de aprobar el presupuesto con
mayor déficit de toda nuestra historia: alrededor de un 40 por ciento de los
ingresos fiscales programados. La
única forma de evitar que los políticos gasten más de lo que deben es
reformando urgentemente nuestro sistema, comenzando por obligar a los diputados,
por ley, sólo aprobar balanceados, donde no pretendan gastar más de lo que
puedan justamente recaudar.
Artículo publicado en el diario guatemalteco “El Siglo”, el
lunes 26 de noviembre de 2018.
Etiquetas: Congreso, corrupción, presupuesto
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