Principios / Marta Yolanda Díaz-Durán A.

9.30.2013

Terror en la SAT

...al menos gobiernos como los actuales, consecuencia del Estado Benefactor/Mercantilista.

¿Cuántos burócratas de la Superintendencia de Administración Tributaria/Terrorista estuvieron a punto de sufrir un infarto el pasado miércoles 25 de septiembre al ver entrar a sus oficinas centrales a un grupo de policías dispuestos a llevarse presos a varios de ellos? “¿Vienen por mí?”, pudo ser la pregunta que se hicieron muchos que saben que tienen cola que les pisen.

El alivio debe haberles llegado al ver que no se los llevaban a ellos sino a otros de sus compañeros. Más de uno debió mirar al cielo invadido de un falso arrepentimiento y hacer la promesa (que no van a cumplir) de no volver a cometer delitos al amparo de la legislación que les otorga poderes casi ilimitados. Talvez por unos días los tributarios podrán dormir tranquilos sabiendo que no serán objeto de extorsiones por parte de sujetos pagados, irónicamente, con sus impuestos. Al menos mientras a estos se les pasa el susto.

Llama mi atención el hecho de que esta operación se haya llevado a cabo mientras Roxana Baldetti ejercía las funciones de Presidente, ya que Otto Pérez Molina se encontraba de paseo (a todo lujo) en Nueva York. ¿Será que Baldetti va a aprobar una operación similar en las aduanas? ¿O en ese centro de corrupción sí tiene todo el poder y no hay ladronzuelo que se le rebele?

Pueden ser tres los motivos por los cuales varios de los miembros de la banda de ladrones de vehículos “Los Clonadores” fueron apresados: no estaban compartiendo sus ganancias con los jefes, el monto que les daban a estos últimos nos les satisfacía o la presión que ejerció el gobierno de El Salvador (que necesita urgentemente anotar goles ante las próximas elecciones) no les dejó opción. Por supuesto, sacrificaron a las ovejas porque los meros lobos deben encontrarse tranquilos en sus respectivas lomas.

Es curioso que ¿casualmente? ese mismo miércoles se haya incendiado por cuarta vez el depósito de vehículos bajo la responsabilidad del Ministerio de Gobernación. Con todo lo que ha llovido, es poco probable que esta desgracia haya sido accidental. ¿Qué querían esconder quienes provocaron el incendio? ¿Tendrá alguna relación con las órdenes de captura emitidas en contra de miembros de la banda mencionada? ¿Está investigando el MINGOB y el Ministerio Público este hecho?

¿Cuál fue el aporte en este caso de los paladines de la injusticia, socios de los colaboradores eficaces (antes sicarios), expertos en extorsiones, o sea, los fiscales de la CICIG? Se supone que su misión es apoyar al MP, a la Policía Nacional Civil y a otros entes del Estado, tanto en la investigación de los delitos cometidos por los cuerpos ilegales y aparatos clandestinos de seguridad, como en el desmantelamiento del crimen organizado. Un fin que al parecer nunca les interesó.

Pensar que este caso es apenas una pequeña muestra de lo que sucede dentro del corrupto aparato estatal guatemalteco. Una prueba más de que nuestro sistema político actual atrae a los PEORES representantes de nuestra sociedad.


Artículo publicado en el diario guatemalteco “Siglo Veintiuno”, el lunes 30 de septiembre de 2013.

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