Viva el ocio
En fin, quien decide qué hacer con ese espacio que se le otorga, que transcurre entre nuestro primer alarido y nuestro último suspiro, es cada uno de nosotros. Respetar el proyecto de vida del prójimo es no emitir juicios de valor sobre las decisiones de otros a partir de nuestra única e irrepetible escala temporal de valoraciones.
La palabra ocio, según el “Breve diccionario etimológico de la lengua española” de Guido Gómez de Silva, editado por el Fondo de Cultura Económica, viene del latín otium: “tiempo disponible para hacer algo por gusto y no por deber”. Y para el amansaburros de la Real Academia española, en su 2da y 3era acepción, ocio es: “3. m. Diversión u ocupación reposada, especialmente en obras de ingenio, porque estas se toman regularmente por descanso de otras tareas. 4. m. pl. Obras de ingenio que alguien forma en los ratos que le dejan libres sus principales ocupaciones”. Por eso vivo en un permanente ocio. O, al menos eso intento. A mucha honra.
2 Comments:
Algunas personas tienen prejuicios contra el ocio; pero es por eso, porque son prejuicios. ¡Que viva el ocio!
By Luis FIGUEROA, at 4:32 p.m.
Ansina es...
By Marta Yolanda Díaz-Durán Alvarado, at 8:00 a.m.
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