Principios / Marta Yolanda Díaz-Durán A.

9.01.2008

Guatemala, ¿es una sociedad condenada?


En ese esfuerzo mental por aclararnos las ideas, ese esfuerzo que es el fundamento de toda vida moral, como decía Blaise Pascal, no hay que creerse todos los cuentos que nos han repetido desde el siglo pasado. Cuentos que son el resultado de las ideas descabelladas de pensadores decimonónicos. Primero, porque este es el punto de partida de ese esfuerzo mental. Y, segundo, porque muchos de esos paradigmas han sido vencidos por las evidencias acumuladas a la fecha. Y muchas de estas evidencias son anteriores al desarrollo de las ideologías basadas en buenas intenciones (y pocas realidades), las cuales han empredado el camino al infierno de miles de millones de personas.

“Cuando advierta que para producir necesita obtener autorización de quienes no producen nada. Cuando compruebe que el dinero fluye hacia quienes trafican no bienes, sino favores. Cuando perciba que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por el trabajo, y que las leyes no lo protegen contra ellos sino, por el contrario, son ellos los que están protegidos contra usted. Cuando repare que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un autosacrificio, entonces podrá afirmar, sin temor a equivocarse, que su sociedad está condenada." Ayn Rand, “La rebelión de Atlas”, 1957. ¿Está condenada nuestra sociedad? Aún no. Yo todavía creo que podemos cambiar el rumbo, lo que implica un cambio radical de las normas bajo las cuales cooperamos e intercambiamos. Vaya, las reglas que nos permiten convivir.

Hace poco leí que “en una sociedad donde reina la injusticia es peligroso tener razón, y en donde se reparte discrecionalmente es peligroso producir riqueza”. Sin duda, dentro del actual sistema político, de Estado Benefactor/mercantilista, que algunos quieren no sólo mantener, sino aumentar, tanto lo expresado por Rand, como la frase con la que inicio este párrafo, son una realidad inevitable.

Por eso, quienes queremos evolucionar Guatemala hacia una sociedad pacífica, donde nos respetemos los unos a los otros y no se obstaculice nuestra búsqueda individual de la felicidad, insistimos en lo urgente que es limitar el ejercicio del poder discrecional de los gobernantes. Aquellos que pretenden imponernos qué hacer con nuestras vidas. Quienes intentan decidir sobre nuestras propiedades. Los principales violadores de nuestra libertad individual.

En fin, hay muchos conceptos por aclarar, entre ellos, el de Estado de Derecho. El Estado de Derecho es, simplemente, la igual de todos ante la ley. Es el sistema normativo donde todos tenemos los mismos derechos y las mismas obligaciones. Un Estado de Derecho y el Welfare State no pueden existir simultáneamente, porque el Welfare State es la negación de esa igualdad. Debemos entender que el mentado Welfare State es la mayor de las injusticias y que, en el largo plazo, a quienes más perjudica es a quienes pretende beneficiar: a los más pobres.

Articulo publicado en el diario guatemalteco “Siglo Veintiuno”, el lunes 30 de junio de 2008. La fotografía la tomó María Dolores Arias el 22 de julio de 2007, en mi primera vistia a la Cuenca de "El Mirador", en la cumbre de la pirámide más voluminosa del mundo: La Danta.

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1 Comments:

  • Con tu permiso (asumido de antemano, jajaja) pondré el link de este post en mi muro de FB. porque me parece muy bueno: puntual y con razonamientos contundentes.

    SALUDOS

    pd. (se te ha escondido un trío de letras en el último párrafo: la igual(dad)de todos ante la ley

    By Blogger GUSTAVO A. ABRIL, at 2:58 p.m.  

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