Ecléctica
¿Por qué una gran parte de mi vida transcurre al límite? ¿Siempre al borde? ¿En la frontera del calendario y los deadlines? Por ejemplo, mi compromiso con ustedes, lectores de Le Haim, suele ser uno de mis mayores placeres, pero generalmente lo escribo con las prensas detenidas por mi atraso. ¡Qué paciencia la de Mara! Y ahora la de Adela. En fin, such is my life! ¿Ecléctica? Tal vez lo será mi vida, pero no yo, ya que vivo con un propósito definido: ser feliz. Y para lograrlo, sé que es indispensable ser coherente: separar mis premisas falsas de las verdaderas y corregir mis contradicciones. Sé a ciencia cierta que todavía tengo muchas. Es probable que muera sin resolverlas todas, sobre todo que entre más aprendo, más dudas acumulo. Aunque lograra vivir, como quisiera, por un mínimo de mil años. ¡Qué gran sueño! Si lo alcanzo con mis valores primeros a mi lado: mis amores.
Pero, veamos, antes de que continúe en mi versión hipertexto, con enlaces dispersos a los distintos conceptos que abordo al escribir, regresemos a explorar un término que en muchas ocasiones me han preguntado qué significa: eclecticismo. Para dar una respuesta bien estructurada, decidí consultar el Diccionario de la Real Academia Española, la Wikipedia, el Breve Diccionario Etimológico de la Lengua Española de Guido Gómez de Silva… y al final me decanté por la explicación dada por Nicola Abbagnano en su Diccionario de Filosofía, actualizado por Giovanni Fornero, según el cual eclecticismo es “la dirección filosófica que consiste en elegir de las doctrinas de diferentes filósofos las tesis que más se aprecian, sin cuidarse mucho de la coherencia de estas tesis entre sí ni de su relación con los sistemas de origen”. Entonces, ¿será una incoherencia de mi parte pensar que mi vida es ecléctica? No. Y creo que va a ser más sencillo explicarme separando, por cuestiones epistemológicas, mis gustos de mis ideas.
En mi pensar soy objetiva. En la forma en que vivo mi vida, ecléctica. Al pensar busco la verdad. Al elegir busco disfrutar. Y para alcanzar esto último, tengo que reconocer mi necesidad de entender todo aquello que llama mi atención en la música, la pintura, la escultura, la literatura, la ciencia, el cine, el teatro… la comida y la bebida. Cuando alguien me pregunta sobre mis “preferidas/os” (canción, película, pintura, novela, poema, vino, plato…) no puedo responder. Tendrían que hacer una clasificación más profunda. Agregar el género, el idioma, la época, el proceso… y aún así dependería de mi estado de ánimo, de la ocasión, de la compañía… Es casi imposible que pueda dar una respuesta que me satisfaga. Siempre sentiré que traicioné a algún creador, a alguna vianda, a alguna cepa… Entiendo que gente querida quisiera que no fuera tan dispersa, otro adjetivo que suelen utilizar al describirme, pero eso sería ir en contra de mi naturaleza inquisitiva, curiosa, con incontables intereses. Es un defecto de origen: nací así. Desde pequeña tuve que hacer un gran esfuerzo para concentrarme en un asunto a la vez. Probablemente por eso hoy la lectura es una de mis actividades primordiales.
Y sin que sea mi meta ir contracorriente, las semanas menos eclécticas de mi discurrir suelen ser las de fin de año. Varias de mis actividades se reducen al mínimo, principalmente las académicas y las culturales. Tampoco aumentan a extremos inimaginables los compromisos fiesteros. Con los regalos no me hago bolas: aprovecho el 24 de diciembre para comprar lo que quiero dar, ya que este suele ser el mejor día para comprar. No corro el riesgo de engentarme ni de toparme con consumidores consumidos por la histeria. Como verán, hasta en esta decisión seré poco convencional. Sin embargo, seré tradicional para desearles la más ecléctica existencia que anhelen y, claro, les sea posible. Cheers!
Este escrito fue publicado en la Edición 28 de la Revista nuChef, correspondiente al bimestre noviembre – diciembre de 2010. La fotografía la tomé en Nueva York el 30 de noviembre de 2007. The city that never sleeps, una de mis ciudades preferidas, una ciudad ecléctica.
Etiquetas: existencia, filosofía, navidad, Nueva York, principios, Revista NuChef, vida
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