Embonados
Ni ganas tengo de perder mi tiempo y el suyo, valorado lector, enumerando por enésima vez los motivos por los cuales la mayoría de gente pensante en Guatemala estaba opuesta a esta nueva emisión de deuda tributaria. Además de redundante, parece que a quienes ostentan el poder les da igual las consecuencias nefastas que van a tener para la economía de los guatemaltecos. En especial en los bolsillos de los más pobres, a quienes quisieran convertir en miserables mendigos, robots programados para ir a votar, para que los politiqueros en el Gobierno (¿o simulacro de gobierno?) puedan continuar sangrando a la gente productiva, honesta y trabajadora que arriesga y opta por someterse, al menos hasta la fecha, antes que rebelarse. Que prefieren fregarse emigrando a quedarse viviendo como limosneros o criminales.
Por supuesto, espero que sean pocos los que todavía creen en las buenas intenciones del gobierno solidario de Álvaro Colom, apoyado por la orgía político-partidista protagonizada por los diputados de la UNE, la GANA y el FRG, a los que se unen en muchas ocasiones los unionistas y algunos oportunistas de las bancadas minoritarias o independientes (¡qué risa!) que están prestos a meter el diente a las arcas públicas. Total, como dijo Baltasar Gracián: “"El mentiroso tiene dos males: que ni cree ni es creído”. Colom y su grupo podrían terminar como Alfonso Portillo, el único presidente que fue honesto cuando reconoció que el político es un vendedor de ilusiones: miente para ser electo, miente para apropiarse del dinero de los tributarios y miente para permanecer en el ejercicio del poder.
Endeudados y amolados. Y no sólo nosotros. También son comprometidos los ingresos esperados de aquellos que pronto van a pasar a formar parte de los habitantes productivos de nuestro país. Y probablemente a los hijos de ellos. Los tributarios del mañana que aún no han nacido.
¿Y los congruesistas? Embolados, celebrando los millones que se han embolsado. Festejando sus güizachadas, con las que pretenden vernos las caras de algo más que babosos. Preparados para aprobar más “leyes pervertidas”, como correctamente calificó en 1848 Frédéric Bastiat a la legislación positivista y violadora de los derechos de los ciudadanos. “¡Ley convertida en instrumento de todas las codicias, en lugar de frenar las codicias! ¡Ley hacedora de iniquidad cuando su misión era castigar la iniquidad!”. ¿Hasta cuándo, compatriotas, vamos a aguantar?
Artículo publicado en el diario guatemalteco “Siglo Veintiuno”, el lunes 10 de mayo de 2010. La fotografía la tomé el 18 de marzo de 2010 en la “Casa Popenoe” en La Antigua Guatemala. El símbolo en la imagen identifica a los esclavos.
Etiquetas: Baltasar Gracián, bonos, Congreso, corrupción, deuda pública, esclavos, Frédéric Bastiat, gobierno, impuestos
1 Comments:
Gracias por recordarnos a los lectores de uno de los hechos historicos que ya ha tomado forma y que deberia hacernos pensar a mi y a otros de los pagos que nos tocan hacer, no solo a nosotros sino a nuestras futuras generaciones tambien. Los pagos no estarian fuera de lugar si nuestra sociedad se beneficiara de los gastos. Bueno seria tener policia civilizada y escuelas que formen no que deformen. Bueno seria tener un gobierno que solucione problemas no que los cree.
Bueno seria no depender del gobierno para solucionar los problemas que tenemos en nuestra sociedad, Eureka! esa es la respuesta a la pregunta ¿Hasta cuando vamos a aguantar? Quitemosle el poder al gobierno. Otra pregunta ¿Como?
America is a land of taxation that was founded to avoid taxation. ~Laurence J. Peter
We are in the same boat!!
Take good care my invincible friend,
gerson
By Anónimo, at 10:59 p.m.
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