Principios / Marta Yolanda Díaz-Durán A.

9.29.2014

EI: ¿Estado Islámico o Indígena?



El asesinato reciente de ocho personas en los Pajoques, sumados al asesinato anterior de otros cinco pobladores y muchas violaciones más a los derechos individuales de los habitantes de San Juan Sacatepéquez, me llevan a preguntarme si es mucha la diferencia entre personajes como Daniel Pascual del Comité de Unidad Campesina (CUC) y Abu Bakr al-Baghdadi, el autonombrado califa del llamado Estado Islámico que tiene aterrorizada a la mayoría de la población de Irak y Siria.

Recién creó su Estado Islámico, al-Baghdadi impuso la sharía, ordenó la mutilación genital para todas las mujeres entre 4 y 45 años, entregó las jóvenes que eran vírgenes a los soldados yihadistas, obligó a todas las mujeres a cubrir sus rostros (incluso los maniquíes en las tiendas) y expulsó a los cristianos además de marcar sus casas, robar sus bienes, violar a sus esposas y asesinar a sus hijos. Ha mandado a decapitar, masivamente y en público, a quienes se niegan a convertirse a sus creencias y a reconocerlo como monarca absoluto, incluyendo a niños y a bebés cuyas cabezas dejan expuestas en las plazas públicas para amedrentar al resto. Y lo anterior apenas es una parte de todos los crímenes que este iluminado ha perpetrado.

¿Podría intentar Pascual fundar su Estado Indígena en Los Pajoques? Total, ya los criminales relacionados con el CUC, organización que sirve de fachada a varios de los grupos terroristas que operan en el interior de nuestro país, acabaron con la mayoría de representantes adultos de la familia que le dio su nombre a la mencionada comunidad: los Pajoc Matz. Además de asesinar a los trece citados en el primer párrafo, han torturado a quienes han osado trabajar en la Cementera San Gabriel y han apoyado la construcción del Anillo Regional. Han violado mujeres enfrente de sus esposos e hijos, han violado a sus hijas, les han pasado ramas de chichicaste en sus genitales (también lo hacen con los hombres) y les han cortado y arrancado el cabello, sinónimo de honra en su cultura. Tanto a mujeres como a hombres les han tapado el ano con pegamento, los han golpeado hasta dejarlos incapacitados y mantienen atemorizados a los habitantes del área bajo la amenaza de que los próximos serán ellos si no obedecen sus órdenes.

Así como al-Baghdadi cuenta con sus soldados del califato (Yund al Jilafa), Pascual tiene a sus cobardes encapuchados, supuestos miembros de autopatrullas civiles, que muy lejos están de velar por la seguridad y el bienestar de los vecinos del área. Son más bien ellos quienes tienen intimidada a la mayoría, y son ellos los responsables de las principales violaciones a la vida, a la libertad y a la propiedad de los comunitarios. ¿Cuándo van a dejar los gobernantes de fingir que hacen algo por el bien de la gente, para cumplir a cabalidad con sus obligaciones de dar seguridad y velar porque haya justicia? ¿Hasta cuándo los ciudadanos vamos a seguir tolerando las monstruosidades que cometen los pocos antisociales que nos tienen sometidos? Hasta cuando…


Artículo publicado en el diario guatemalteco “Siglo Veintiuno”, el lunes 29 de septiembre de 2014. La imagen la bajé del sitio lanoticiaenguatemala.com

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