Principios / Marta Yolanda Díaz-Durán A.

7.23.2007

Entrecruzada


La segunda cruzada por el voto cruzado cobra fuerza entre los ciudadanos conscientes de la importancia de limitar el ejercicio del poder, haciendo eco de la celebérrima frase acuñada por Acton en el siglo diecinueve: “El poder tiende a corromper, y el poder absoluto corrompe absolutamente”.

Los cruzados, en pleno ejercicio de nuestra facultad de elegir, hacemos un voto solemne por nunca ser súbditos de nadie, y nos unimos a la batalla de las ideas que es dirigida espontáneamente por el ánimo de los participantes de vivir en una sociedad diferente donde podamos cooperar los unos con los otros de manera pacífica. Una sociedad que respete el derecho individual a intercambiar bienes y servicios con quien uno quiera, cuando quiera, como quiera… sin la intervención arbitraria de terceros en las decisiones libres de los involucrados. Una sociedad que privilegia el respeto a los derechos humanos preexistentes al sistema político que se encuentre vigente. Vida, libertad y propiedad. Una sociedad donde cada persona pueda buscar el máximo anhelo del hombre y la mujer: la felicidad.

Negar que hoy en Guatemala los políticos gozan de un enorme poder discrecional, concedido por obra y gracia del Estado benefactor/mercantilista, es similar a intentar tapar el sol con un dedo. Un enorme poder que ha permitido, dentro de lo legal, cometer crímenes infames que han contribuido al detrimento de las condiciones de vida de todos los que hemos decidido permanecer en nuestro país.

No dudo que la solución a largo plazo es el cambio de las normas. Ese esperado cambio que nos aleje del sistema interventor que prevalece desde hace más de seis décadas, y nos acerque a una verdadero Estado de Derecho, no a su remedo, basado en un sistema jurídico positivista que privilegia la legislorrea por encima de las pocas leyes generales, universales y abstractas que deberían regir nuestro comportamiento.

Sin embargo, en este momento, el voto dividido entre el Congreso y el Ejecutivo, más conocido como el voto cruzado, es la menos peor de las opciones que tenemos los gobernados para limitar los excesos de quienes ejercen la autoridad que descansa en nosotros.

Quienes dudan del éxito de la primera cruzada olvidan que, gracias a esa decisión que tomaron los electores en el año 2003, se logró parar muchísimos absurdos propuestos por el Ejecutivo durante el actual período de gobierno. Y lo anterior se logró a pesar de los problemas, los abusos, la corrupción y tantas otras acciones deleznables cometidas por varios de los diputados.

En fin, aún vivimos en una nación donde cada quien es libre de votar como mejor le parezca, así que no pienso involucrarme en discusiones interminables, y poco productivas, para intentar convencer a aquellos que preferirían regresar a aplanar el camino al infierno, optando por una especie de monarquía donde el Presidente ordena a los legisladores qué hacer. Yo, voto cruzado.


Artículo publicado en el diario guatemalteco “Siglo Veintiuno”, el lunes 23 de julio de 2007.

Etiquetas: , , ,

2 Comments:

  • Excellent!
    Thanks for sharing yur ideas with the readers.The "crossed" vote sounds good. I would call it the first stage of an strategy which will be followed by a real crusade.
    The second stage or real crusade will be citezen involvement.
    I do believe in what Abraham Lincoln said, "Government of the people, for the people by the people".

    ....NI HAYA ESCLAVOS QUE LAMEN EL YUGO.....

    bye,
    gersonrod

    By Anonymous Anónimo, at 8:15 p.m.  

  • Excellent!
    Thanks for sharing yur ideas with the readers.The "crossed" vote sounds good. I would call it the first stage of an strategy which will be followed by a real crusade.
    The second stage or real crusade will be citezen involvement.
    I do believe in what Abraham Lincoln said, "Government of the people, for the people by the people".

    ....NI HAYA ESCLAVOS QUE LAMEN EL YUGO.....

    bye,
    gersonrod

    By Anonymous Anónimo, at 8:15 p.m.  

Publicar un comentario

<< Home