Yo protesto. Tú protestas. El protesta. Ella protesta.
Nosotros protestamos. Ustedes protestan. Ellos protestan. ¡Ah! Mejor aclaro que
también ellas protestan, antes de que
protesten las feministas. En fin, todos protestamos. El acto de protestar
parece ser algo propio del ser humano. Es una faceta de nuestra libertad de
expresión. No hay ningún problema con protestar. Se generan problemas cuando
los medios que usamos para hacerlo violan los derechos de otros.
Es lamentable que en la mayoría de los casos de la llamada protesta social a los manifestantes les importa poco ser escuchados y mucho menos pelean por el
respeto a los derechos individuales de todos. Lo que hacen es EXIGIR, de manera
represiva y violenta, que se les den bienes y beneficios que no han ganado. Demandan
privilegios. Les da igual que para satisfacer sus reclamos los gobernantes se
conviertan en violadores de los derechos de otros. Reclaman lo que ellos no
están dispuestos a dar: respeto. Dejan claro que lo único que termina
temporalmente las protestas es que se
les conceda todo lo que piden. Por cierto, eso no es protestar, es EXTORSIONAR.
Luego, al ser complacidos por los gobernantes, algo más se les ocurrirá exigir.
Su negocio se mantiene a base de
medidas de hecho violentas, constantes y sostenidas en el tiempo.
La ironía es que la mayoría, que terminamos pagando por los
caprichos de los arriba mencionados, somos productivos, honestos, respetuosos… No
participamos en hechos delictivos y criminales. Queremos salir adelante por nuestro
propio esfuerzo. Por eso hay tantos latinoamericanos, guatemaltecos incluidos,
viviendo en Estados Unidos: personas que decidieron vivir en un país distinto
al que nacieron, un país en el cual todavía es posible mejorar la calidad de
vida, donde pueden disfrutar del fruto de su ingenio, de los riesgos que han
tomado, del trabajo honorablemente entregado. Gente pacífica y laboriosa.
Algunos, ingenuamente, otros porque son incapaces de
reconocer que se equivocan o son unos oportunistas descarados, pretenden
justificar las medidas de hecho alegando que las autoridades no los complacen y que ya se aburrieron de sentarse a
dialogar con funcionarios del gobierno. Hay quienes tienen la desfachatez de
acusarnos a unos de criminalizar
actos que de pacíficos no tienen nada. Cuando lo cierto es que casi todo lo que
exigen no se les puede dar sin cometer una injusticia con otros. Confunden
derechos con necesidades, y pretenden que los demás nos ocupemos de las
obligaciones que les corresponden a ellos.
Aquellos que llegan engañados o pagados a las protestas también deben asumir las
consecuencias de sus acciones. Lo anterior no los exime de los actos
delincuenciales o criminales cometidos. Bloquear
carreteras y cualquier vía de comunicación no es un derecho. Obstaculizar la
libre locomoción de otros no es un derecho. Dañar la propiedad de otros no es
un derecho. Saquear comercios no es un derecho. Protestar no es lo mismo que
violar.
Muy de acuerdo con su artìculo Licenciada, las protestas para que sean legales deben ser autorizadas por gobernacion, en primer lugar. ademàs no descartemos que en estos actos de vandalismo mal llamados protestas podrian estar involucrados los mismos sectores de justicia, porque siempre se encuentran conjugados varios intereses, econòmicos, polìticos y hasta interesese de grupos que se suelen llamar de La Sociedad Civil ah y se han visto extranjeros muy cerca de los que estan protestando
ResponderBorrarMuy de acuerdo con su artìculo Licenciada, las protestas para que sean legales deben ser autorizadas por gobernacion, en primer lugar. ademàs no descartemos que en estos actos de vandalismo mal llamados protestas podrian estar involucrados los mismos sectores de justicia, porque siempre se encuentran conjugados varios intereses, econòmicos, polìticos y hasta interesese de grupos que se suelen llamar de La Sociedad Civil ah y se han visto extranjeros muy cerca de los que estan protestando
ResponderBorrar