Es inquietante ver que la mayoría de quienes comentan el
juicio contra Efraín Ríos Montt están más preocupados en seguir peleando una
miserable guerra en lugar de intentar salvar lo poco de Estado de Derecho que
queda en nuestro país. Si les interesa nuestro futuro, deberían ocuparse en la
FORMA en la cual se está llevando a cabo.
Que el respeto al debido proceso, la presunción de inocencia
y el derecho a la defensa (que incluye el derecho a escoger defensor) son
fundamentales para asegurar que el sistema judicial no violente los derechos de
un inocente, es uno de los aprendizajes más importantes de mi vida. A lo cual
agrego que, para hacer este ideal una realidad, el proceso debe ser respetado
para todos, aún aquel que sea considerado el peor de los criminales.
El genocidio es un “delito internacional que comprende
cualquiera de los actos perpetrados con la intención de destruir, total o
parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso como tal".
En Guatemala hubo un fatal enfrentamiento por el poder. Hubo, según el cálculo
científico (no político) hecho por Carlos Sabino (Guatemala: La historia
silenciada, tomo II) aproximadamente 37,000 muertos. Trágico. Pero genocidio NO
hubo. Lo que sí estamos viendo es el genocidio
de lo poco que queda de nuestro sistema de justicia.
En mi artículo publicado en “Siglo Veintiuno” el lunes 17 de
julio de 2006 escribí lo siguiente que sigue siendo vigente: “En los
enfrentamientos entre serbios y croatas, árabes y kurdos, tutsis y hutus, sí
hubo una eliminación sistemática de un grupo social por motivo de raza, de
etnia, de religión, de política o de nacionalidad. En Guatemala no. Aquí,
pelearon ixiles contra ixiles, k’iches contra k’iches, kaqchikeles contra kaqchikeles… Y así hasta listar todas las comunidades lingüísticas
que reconoce la Academia
de Lenguas Mayas. Murieron implicados en el llamado conflicto armado interno quienes sabían el riesgo que corrían al
involucrarse en la guerrilla. Murieron militares que cumplían con su deber. Y,
tristemente, también murieron inocentes espectadores de esta cruenta lucha.
“Entre los mandos castrenses habían indígenas, escenario
difícil de encontrar entre los comandantes subversivos: la mayoría de ellos eran
ladinos. Por ejemplo, según recuerda mi padre, a Romeo Lucas García en la toma
de posesión presidencial lo acompañó su madre quien vestía un traje regional de
Alta Verapaz. Otros cuentan que a Lucas le costaba expresarse en castellano,
razón por la cual, en varias ocasiones, dio discursos en su idioma materno:
q’eqchi”.
Me preocupa ver cómo en nuestro país algunos oportunistas
desvirtúan el sentido del genocidio sin importar las consecuencias. Me provoca
lástima ver cómo manipulan y se aprovechan de los familiares de varias de las
víctimas del conflicto. Pero más me alarma ver cómo destruyen los pilares del
debido proceso y el derecho de defensa con tal de alcanzar sus objetivos espurios
y, finalmente, ganar la lucha por el poder.
Como da por hecho que no hubo genocidio en Guatemala, entiendo que usted está segura que no existió la política de arrasar aldeas y con ello ciertos grupos nacionales que conformaban dichos poblados, ni siquiera parcialmente, entiendo bien? le pregunto porque realmente no estoy seguro de si hubo o no hubo genocidio.
ResponderBorrarAlejandro Yaxcal Me adhiero a su comentario...con satisfacción ante la verdad descrita...tanto como la del Sr. Kaltschmitt en http://www.prensalibre.com/opinion/Rios-Montt-dejaron-solo_0_893910602.html
ResponderBorrar¿O sea que por un tecnicismo tendría que salir impune alguien responsable de tantas muertes?
ResponderBorrarSu padre dice que Lucas era indigena, no le creo.
ResponderBorrar2. leyó el comunicado de héroes de avemilgua, de teniente para arriba no había indios.
3. los ixiles masacraron ixiles por dos razones: 1. eran reclutados por la fuerza y obligados a combatir ¿su padre prestó servicio militar doña Yoli?.
2. los ixiles masacraron ixiles porque si no se enlistaban en las PAC, me consta, lo etiquetaban de guerrillero y fijo que aparecía en alguna cuneta o en una "casa de seguridad" que la G2 ya había preparado para justificar los muertos....