Principios / Marta Yolanda Díaz-Durán A.

3.26.2012

La semana del equinoccio primaveral



Pasados los idus de marzo, se celebra en muchos países la llegada de la primavera anunciada por el equinoccio. Para nosotros, es la primavera la estación en la que eternamente vivimos. Sí, hay variaciones, como las hay en toda estación. A veces, la temperatura sube a calores casi insoportables para los habitantes de Guatemala, consentidos por el clima. En otras ocasiones, baja a niveles que nos invitan a sacar los abrigos del closet y arropar nuestro cuello en una bufanda. Otras, sacamos el paraguas para no terminar hechos una sopa. Sin embargo, el verano, el otoño y el invierno que viven en otras latitudes nos son ajenos.

Los que no nos pasan inadvertidos, son los llamados conflictos sociales que, no sé por qué motivo, suelen incrementarse por estas fechas. Recién estrenamos gobierno hace poco más de dos meses, y ya el descontento con la situación de la mayoría, y la mayoría de decisiones que ha tomado el nuevo presidente, Otto Pérez Molina, se hace sentir en la esfera pública. Y eso a pesar de que todo comenzó con una intensa luna de miel entre el partido gobernante y muchas de las otras facciones políticas que llegaron al Congreso de la nación que aspira a ser la República de Guatemala. Ese amor condicional (qué me das si me amas), les permitió a los gobernantes aprobar más legislación que solo beneficia a unos pocos, a costillas del resto. Entre estas leyes se encuentra el aumento de impuestos y varios privilegios que benefician a algunos grupos de presión.

Por cierto, privilegios son los que esperan conseguir los organizadores de la marcha de los mal llamados campesinos que se dirige a la capital. Con las mismas excusas manipuladoras de otras oportunidades esperan conseguir, entre otras cosas, tierras sin costo alguno, que se les exonere del pago de los préstamos que adquirieron y, de paso, más dinero para mantener el estilo de vida que eligieron sus dirigentes. Porque, al final, los únicos que salen beneficiados son estos últimos. El resto, son títeres mal pagados que, ante la miseria en la cual viven, no les importa promover más de las medidas que les han impedido progresar.

Uno que esperaba beneficiarse con su posición, es el hijo del Presidente, el hoy alcalde de Mixco, Otto Pérez Leal. Por medio de un acta del concejo municipal, intentó duplicar sus ingresos. No obstante, al enterarse la población de la intención del vástago presidencial, gracias al trabajo periodístico de Siglo Veintiuno, el mencionado tuvo que dar marcha atrás en sus pretensiones. Al menos, por el momento. Los que sí festejan su aumento, son los empleados del Organismo Judicial (los magistrados de la Corte Suprema incluidos) y los salubristas que fueron premiados (no sé por qué) por Pérez Molina.

En fin, yo termino en clave de poesía, recordando a Pepe Batres Montúfar y sus Falsas Apariencias: “digo que lo que dicen es mentira / aunque la vista así lo represente: / ¿Por qué? Porque el discurso lo desmiente”.


El presente artículo fue publicado el lunes 23 de marzo de 2012 en el diario guatemalteco Siglo Veintiuno. La fotografía es de James Rodríguez.

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3.19.2012

El discurso de la Cumbre



A poco menos de un mes de la VI Cumbre de Las Américas, en Cartagena de Indias, Colombia (14 y 15 de abril) es ya un hecho que el tema principal a discutir es la llamada por los políticos (y quienes hacen eco de ellos) despenalización de las drogas. Yo pienso que lo correcto debería de ser llamar a esa necesidad urgente la “descriminalización de la producción, comercialización y consumo de las sustancias prohibidas por el gobierno de EE. UU”.

Cuáles son los motivos reales por los que, finalmente, la mayoría de gobernantes de América están dispuestos a abordar el tema no los sé a ciencia cierta. Puedo especular que algunos lo hacen porque al fin se convencieron de que la única manera de terminar con los crímenes producto de la prohibición mencionada es acabando con la prohibición: la presión por seguridad en sus países es cada vez mayor. Otros lo harán a la espera de que el gobierno de EE. UU. les regale más dólares para seguir peleando la guerra perdida. Y más de uno lo hará porque cree que esa es hoy la moda.

Total, lo importante es que al fin van a abordar tan vital asunto. Por eso, considero primordial compartir con ustedes las siguientes reflexiones de mi amigo y maestro Alberto Benegas Lynch (h), publicadas en el “Diario de América” el pasado jueves 15 de marzo, en la columna titulada “Guatemala enfrenta las drogas”:

“Siempre habrá personas que se hacen daño a si mismas con dietas perversas, con deportes riesgosos (y algunos incivilizados como el boxeo cuyo objetivo es destrozar al adversario), alcohol, cigarrillos y tantas costumbres perjudiciales para la salud del cuerpo. También, si es que le damos mayor importancia al espíritu que a la materia, hay lecturas, producciones cinematográficas y obras teatrales que pervierten pero de allí no se desprende que el aparato estatal deba imponer conductas que no lesionan derechos de terceros con la absurda y vana pretensión de jugar a Dios, o más bien la arrogancia superlativa de ser más que Dios puesto que estamos dotados de libre albedrío y, consecuentemente, debemos asumir la responsabilidad por nuestros actos”.

“La prohibición de la producción, tenencia y consumo de las referidas drogas traslada el tema a la órbita criminal con todas las implicancias que esto tiene. De este modo se atestan las cárceles de adultos que han decidido hacerse daño con el agregado de los monumentales estímulos para colocar la droga en todos lados dado los enormes márgenes operativos fruto de la legislación que penaliza la comercialización”. El artículo completo lo encuentran en: http://www.diariodeamerica.com/front_nota_detalle.php?id_noticia=7181

Para tomar las decisiones correctas, que vayan de acuerdo con la realidad, es trascendental cuestionar nuestros fundamentos irreductibles para separar los falsos de los verdaderos y alcanzar nuestros objetivos. No debemos quedarnos solo con “las buenas intenciones”: estas nos pueden llevar directo al infierno.

El presente artículo fue publicado el lunes 19 de marzo de 2012 en el diario guatemalteco Siglo Veintiuno. La imagen la bajé de Internet.

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3.12.2012

Drog-guerías



Consumir drogas puede ser un vicio. Consumir drogas no es un crimen. Consumir drogas no es un pecado. ¿Existe el pecado o es un pecado de la imaginación del hombre? Quien está vivo, vivo será. Para mantenerse bien vivo el hombre, no con regocijo, la droguería visita también. La droguería es el establecimiento donde se venden drogas. Todos hemos visitado una droguería. ¿Dónde está mi pastilla? Para la gripe, para el dolor de estomago, para el dolor de cabeza… ¿cuál es la droga sugerida? Las drogas hechas de sustancias son.

Las sustancias prohibidas son las ¿sugeridas? por el gobierno de EE. UU. Al gobernar prohíben el libre actuar de los demás. El negocio de la droguería prohibida florece al amparo de la prohibición. El policía, el político, el burócrata… todos ellos viven de la violación. Son socios, gracias a la prohibición, de la organización criminal de los narcos que también nació y se multiplicó gracias a esa legislación.

La amapola ya no es la lindísima amapola. Amapola, perseguidísima amapola… La amapola ahora vive sola. Vaga por las noches, procurando no ser vista durante el día. Le huye a la hoguera a la cual fueron condenadas muchas otras acusadas de brujas en los siglos de la primera Inquisición. Quien se atreve a cultivarla sabe que poco le va a durar la flor viva. Quien cultiva la amapola conoce su secreto: aprende que el riesgo y el costo es poco ante la riqueza que la amapola le da en ese corto tiempo que viva está.

Ella lloró y el se rindió. La etiqueta los hundió. El estigma los acabó. ¡Drogadictos! No tienen perdón. Aquel que atenta contra sí mismo, a la cárcel va a parar. “¡Cuánto acto libre que debe ser condenado!” Gritan un grupo de enervados. Aunque nadie más que uno salga lastimado. Pena de muerte para el suicida. ¡Cuántas vidas desechables! ¿O etiquetables como si fueran envases de drogas? Cuántas vidas hechas droga aunque nunca hayan consumido una sola de las drogas prohibidas.

¿Sabía usted que mueren al año un promedio de quince fumadores por cada mil? ¿O que mueren aproximadamente once personas por problemas relacionados con la obesidad? Seguro que sí sabe que mueren alrededor de 3 individuos por cada mil de los que consumen las sustancias prohibidas. ¿Estarán pronto las cárceles llenas de fumadores y gordos?

Escribió el poeta y filósofo romano Lucrecio que “Dónde está la muerte no estoy yo. Donde yo estoy no está la muerte. ¿Por qué preocuparse entonces?”. Si donde está la droga no estoy yo. Donde yo estoy no está la droga. Que yo sepa, no consumo las sustancias prohibidas. Probablemente solo lo sepan a ciencia cierta las farmacéuticas que producen las medicinas que tomo. Tal vez mañana éstas también sean prohibidas. Mañana no estaré si habré muerto. En fin, “lo más importante de la vida es no haber muerto”, como es el caso de Ramón Gómez de la Serna. Y antes de que algún seguidor del mencionado me acuse de desprestigiar la greguería, parto y sigo con mi vida.

El presente artículo fue publicado el lunes 12 de marzo de 2012 en el diario guatemalteco Siglo Veintiuno. La imagen la bajé del blog: “Tiendas de Antigua Fachada de Madrid”.

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3.05.2012

Socios de los narcos



El jueves de la semana pasada, mientras circulaba de norte a sur en la Capital de Guatemala, escuché en un programa de radio a una señora, al borde de las lágrimas, pedirle al presidente Otto Pérez que, por favor, no se fuera a convertir en socio de los narcos. Lamentablemente, la solicitud de la compungida dama llega tarde: cualquiera que ejerza el poder dentro de las reglas actuales, impuestas por el gobierno de EE. UU., inevitablemente ES cómplice de los narcos.

Los gobernantes de nuestros países, al aceptar la prohibición de producir, comercializar y consumir ciertas sustancias, impuesta por el gobierno citado, han permitido la proliferación de criminales que son capaces de extorsionar, secuestrar y asesinar con tal de mantener el auge de su negocio. El riesgo que implica satisfacer una demanda que, en el mejor de los casos ha permanecido estable y en el escenario más probable ha aumentado precisamente por la prohibición, es el que permite ganancias estratosféricas para aquellos que forman parte de las estructuras del crimen organizado.

Estructuras que incluyen a miembros de los entes estatales que los combaten y a los hombres vulgares, con poca educación y nada respetuosos, que adornan su cuello de ostentosas cadenas de oro y se rodean de mujeres hechas a la medida de los personajes que las alquilan. Esa gente que hoy es representada en series de televisión y películas. Que se han convertido en el ideal de quienes no soportan la miseria en que viven. Cintas que muestran el deterioro social producto de la insensata legislación mencionada que violenta los derechos individuales de todos.

Consumir drogas puede ser un vicio fatal en muchos casos. Sin embargo, en otros es necesario para aliviar el dolor que producen varias enfermedades. Es cierto que no todos los estupefacientes prohibidos son adictivos. Aunque, pienso que, en el fondo, casi todos los que consumen tales productos se vuelven dependientes de la sensación que estos producen. También los considero un refugio para muchos que no son capaces de lidiar con la realidad.

Pero, al final, es una elección individual que el resto debemos respetar. Por eso, pienso que el principal argumento que justifica la despenalización y descriminalización de la producción, la comercialización y el consumo de sustancias prohibidas por el gobierno de EE. UU., prohibición aceptada por nuestros gobernantes, es el moral. No es función del gobierno protegernos de nosotros mismos. Su responsabilidad es protegernos del ataque de terceros.

Por cierto, como sé que a la mayoría nos preocupa los peligros que enfrentan hoy los niños y adolescentes, quiero invitarlos a ver la investigación hecha por el periodista John Stossel sobre los efectos de la prohibición en los jóvenes. La encuentran en el siguiente enlace: http://www.youtube.com/watch?v=JepSzjFdCMs&feature=youtu.be No teman cuestionarse. La verdad se encuentra en la realidad.


El presente artículo fue publicado el lunes 2 de marzo de 2012 en el diario guatemalteco Siglo Veintiuno. La imagen la bajé de “Hubpages”.

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